Alcohol (medicina)
Los alcoholes, en varias formas, se usan en medicina como antisépticos, desinfectantes, y antídotos.[1] Aplicado a la piel se usa para desinfectarla antes de una inyección y antes de una cirugía.[2] Se puede utilizar para desinfectar la piel del paciente y las manos de los profesionales de la salud.[2] También se lo puede usar para limpiar otras áreas.[2] Se usa en enjuagues bucales.[3][4][5] Administrado en forma oral o inyectado en una vena se lo usa para tratar el envenenamiento por metanol o etilenglicol cuando no se dispone de fomepizole.[1] Aparte de lo indicado, el alcohol tiene otros usos médicos de amplia aceptación, y el índice terapéutico de etanol es de sólo 10:1.[6][7] Los efectos colaterales incluyen la irritación de la piel.[2] Se deben tomar precauciones con la electrocauterización, dado que el etanol es inflamable.[1] Los tipos de alcohol utilizados incluyen etanol, etanol desnaturalizado, 1-propanol, y alcohol isopropílico.[8][9] Es eficaz contra una gama de microorganismos si bien no inactiva las esporas.[9] Trabaja mejor en concentraciones de 60 a 90%.[9] Es bueno destacar que el etanol puro es muy proclive a ser ingerido (ya que es el componente de las bebidas alcohólicas) por lo que se prefiere emplear el etanol desnaturalizado y el alcohol isopropílico los cuales son peligrosos si se ingieren y así se evita dicha acción. El alcohol ha sido utilizado como antiséptico al menos desde 1363, y la evidencia que daba respaldo a su uso se remonta a fines del siglo XIX.[10] Está incluido en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud, los medicamentos más efectivos y seguros de un sistema de asistencia sanitaria.[8] Su costo mayorista en los países en vías de desarrollo es de aproximadamente US$1.80–9.50 por litro de etanol desnaturalizadoal 70%.[11] En el Reino Unido su costo para el Servicio Nacional de Salud es de aproximadamente 3.90 GBP por litro de alcohol desnaturalizado al 99%.[1] Se dispone de formulaciones comerciales de gel para manos basado en el alcohol, o con otros agentes tales como la chlorhexidina.[9][12] MecanismoEl etanol, cuando se utiliza contra envenenamientos, compite con otros alcoholes por la enzima alcohol deshidrogenasa, lo que reduce el metabolismo de los tóxicos que produce aldehídos y ácidos carboxílicos derivados, así como el más grave efecto tóxico de los glicoles de cristalización en los riñones.[13] HistoriaEl alcohol ha sido utilizado como antiséptico al menos desde 1363, y la evidencia que daba respaldo a su uso se remonta a fines del siglo XIX.[10] Desde la antigüedad, antes del desarrollo de agentes modernos, el alcohol fue utilizado como un anestésico general.[14] Referencias
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