Andrea Confesora Hernández
Andrea Confesora Hernández Peralta (La Vega, 10 de enero de 1967) es una deportista dominicana que compitió en judo.[1] Ganó una medalla en los Juegos Panamericanos de 1987,[2] y dos medallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en los años 1986 y 1998.[3] Palmarés internacional
TrayectoriaPrimeros añosNació el 10 de enero de 1967 en La Vega, República Dominicana. Es la quinta hija de Ramón María Hernández y María Peralta Carmona. Realizó sus estudios primarios en la escuela Ramón del Orbe y la Secundaria en el Liceo Don Pepe Álvarez.[4] Juegos PanamericanosEn 1987, logró en los Juegos Panamericanos de Indianápolis (Estados Unidos) la medalla de plata en los –66 kg, perdiendo frente a Sandra Greaves de Canadá. La tercera posición correspondió a Christine Penik de Estados Unidos y Marcia Quiñónez, de Ecuador. Andrea se convirtió en la primera mujer dominicana en alcanzar una medalla en esa clase de eventos.[5] Juegos Centroamericanos y del CaribeFue parte de la selección que representó al país en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que tuvieron como escenario a la ciudad de Santiago en 1986, donde obtuvo la medalla de oro en –72 kg. En esa oportunidad, Andrea se impuso en la pelea final a Idania Hernández de Cuba; la tercera posición correspondió a la venezolana Anny Hernández.[5] Debido a su participación en los XV Juegos Centroamericanos y del Caribe, la judoca fue seleccionada como atleta del año a nivel nacional, convirtiéndose en la primera mujer en obtener dicho reconocimiento. Hernández obtiene este premio por tres años consecutivos en 1986, 1987 y 1988.[4] Se impone en el III Campeonato Centroamericano y del Caribe de Yudo que se celebró en 1997 en la República Dominicana. En esa oportunidad logró la medalla de oro en +72 kg. Al año siguiente logra medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1998, evento que se realizó en la ciudad de Maracaibo, Venezuela.[3][4] RetiroLa selección dominicana de judo no incluyó en su equipo a Hernández para ir a los Juegos Olímpicos de 1988 celebrados en Seúl, Corea del Sur, razón por la cual Hernández decide retirarse estando en la cúspide de su carrera.[3] Se muda a los Estados Unidos, donde empieza una nueva vida. Inicia sus estudios profesionales y al cabo de un tiempo decide regresar a su país. Es recibida en un evento deportivo donde le tocó la responsabilidad de llevar la antorcha; ahí le nace el deseo de volver al judo. Con 27 años entra a formar parte de la selección nacional de yudo a nivel superior. Se retira de manera formal y definitiva, por una enfermedad de su padre, en 1999. Luego pasa a formar parte de la Asociación de Yudo de la Provincia de La Vega.[4] Premios y reconocimientos
Referencias
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