En sentido estricto, los frutos de las especies de la familiaAsteraceae no son aquenios —tal y como vienen descritos a menudo en la literatura botánica— pues estos últimos son frutos que derivan de un "ovario supero monocarpelar", y los frutos de dicha familia derivan todos de un "ovario infero bicarpelar". Para ellos, Charles-François Brisseau de Mirbel creó, en 1815, el término cipsela[3] (o cypsela, plural cypselae o cypselas),[1] vocablo empleado sistemáticamente por los autores botánicos anglosajones para los frutos de la familia.