Varios de los barrios fueron nombrados en relación con las características del terreno donde se asentaron, el nombre de sus dueños o a acontecimientos históricos, entre otros criterios.
Topónimos geográficos
Principalmente en los barrios fundacionales sobre el margen del río Magdalena, se encuentran los siguientes nombres históricos:[2]
Arriba del Río: parte de los actuales San Roque y Rebolo; llamado así por estar ubicado aguas arriba del río Magdalena.
Centro: centro comercial de la ciudad, también llamado barrio de San Nicolás. También comprende el barrio El Rosario.
Abajo del Río: Actual barrio Abajo, llamado así por estar ubicado aguas abajo del río Magdalena.
Topónimos de personas
Varios barrios fueron nombrados en honor a personas importantes de la región, el país o de la historia:
Santa María: En honor al abogadopenalista José Ramón Santamaría, quien ayudo a legalizar la invasión y convertirla en barrio.
Cevillar: En honor al empresario de BucaramangaCelio Villalba Rodríguez (fundador de la empresa Café MolidoAlmendra Tropical), quien donó los terrenos para el barrio.
La influencia de la iglesia católica en la ciudad, al igual que en el resto del país como religión predominante, resultó en la denominación de barrios y sectores con nombres referentes a santos, advocaciones de la Virgen María y sitios mencionados en la Biblia. Algunos de estos son:[2]
Boston:Ciudad natal homónima del fundador del barrio y dueño del terreno, el empresario William Ladd.
Apelativos folclóricos
Brinca y Pea: Apelativo dado al barrio Villas del Rosario debido a que sus pobladores tenían que saltar charcos para llegar a sus casas y el ruido de los zapatos, envueltos en bolsa, producían un ruido particular que motivó su apodo.
Cachosolo: nombre original del barrio de invasión, ya legalizado, José Antonio Galán (llamado así a partir de 1987 por decisión de los líderes comunales), ya que en él quedaba el matadero "Moderno", en cuyos alrededores arrojaban cachos de vacuno con los que la gente encerraba los lotes.
Mequejo: Asentamiento irregular en la ladera de una colina en la que sus habitantes subían una vía precaria e inclinada, generando queja entre sus transeúntes y habitantes, quienes no contaban con transporte público en el sector y debían caminar hasta llegar a la carrera 27 con calles 72 o 68 para tomarlo.
Por Fin: Debido a los múltiples esfuerzos por levantar y legalizar este asentamiento irregular ante las autoridades competentes.
Ciudad Modesto: Nombre dado en honor a un alcalde de Barranquilla que en sus tiempos fue huésped de honor en Modesto, California.
Barranquillita: Zona comprendida entre el río Magdalena y la calle 30. En ella se ubica el barrio Villanueva. Debe su nombre a que sus ambientes eran similares a los de los comienzos de la ciudad.
7 de Abril-Realengo: Inicialmente la invasión se conoció como Realengo, nombre que se le dio en sus comienzos a raíz de una novela que trataba sobre la lucha por las tierras. A finales de los años 1980 empezó a llamarse 7 de abril como referencia a la fecha de legalización de terrenos por parte de la alcaldía.
Rebolo: Por la variedad de árbol de ciruela conocido como rebolo, cuyo ramaje y follaje son enredados.
Historia
Desarrollo fundacional y primeros asentamientos (1630s-1900s)
Desde su surgimiento en los años 1630 y fines del siglo XIX, el desarrollo de Barranquilla había sido lento, llegando solo a formarse en casi doscientos años lo que hoy es el centro y una parte reducida del suroriente de la ciudad.[3]
Los barrios primigenios de la ciudad corresponden al actual Centro Histórico (integrado por el centro comercial, partes del mercado público, y de los barrios San Roque, Abajo y El Rosario),[4] el barrio Abajo del Río (al norte del Centro, conocido simplemente como “barrio Abajo”), y los barrios Arriba del Río (actual Rebolo) y San Roque (hacia el sur del Centro). En el barrio Abajo aún pueden encontrarse algunas de las primitivas casas de bahareque y techo de paja. Es, además, uno de los epicentros de la actividad carnestoléndica. En San Roque se pueden apreciar las abandonadas mansiones de las familias pudientes de antaño, y en Rebolo antiguas y actuales casas populares.
Según Porfirio Ospina (arquitecto y urbanista de la Sociedad de Arquitectos),[5] la zona sur de la ciudad, conformada por los barrios Chiquinquirá, Rebolo y parte de San Roque, constituía el 39 % del área de la ciudad en ese momento. Al otro extremo de la ciudad, el barrio Abajo constituía el 18,32 % del área urbana de la ciudad en ese momento.[3] Adyacentes al barrio Arriba surgieron los desaparecidos Takunga y Monigote a fines del siglo XIX. En 1897 estaban consolidados los barrios Centro, Rosario, San Roque, Abajo, Chiquinquirá y parte del actual Rebolo.
Barrios tradicionales y expansión desde el Centro (1900s-1940s)
A fines del siglo XIX, las familias acaudaladas empezaron a ubicarse en una zona alejada del centro, entre calles 40 y 45, sector que se denominó Las Quintas.[6] Como obra de la firma Napoleón Salzedo Cotes surgieron, en 1912, los barrios Olaya y Las Delicias. En 1914 se produce la primera invasión como consecuencia de la escasez de terrenos. Se dio en la finca La Cueva de Montecristo, al lado del barrio Abajo. De esta invasión surgió el barrio Montecristo en 1916.[6] Para 1921, además de los barrios fundacionales ya mencionados, existían los barrios Nuevo Mundo, Ciudad Perdida, El Tanque, El Recreo (construido en la antigua finca de la familia del político Francisco Insignares), El Lucero, Calancala, San José, Monigote, Rebolo, La Luz y La Loma.[7]
Desde la década de 1920 empezó la expansión de la ciudad hacia el norte con el barrio Boston en terrenos correspondientes a la finca del ciudadano norteamericano William Ladd, y la construcción de urbanizaciones planificadas y exclusivas así como la colonización y formación irregular de otros sectores. Así se conformaron las urbanizaciones El Prado (1920, de numerosas construcciones del periodo republicano, diseñado por la firma de Karl Parrish),[8] Bellavista (1927), Altos del Prado (1935) y Santa Ana (1938); sobre estos mismos años numerosos colonos invadieron el sector de Barranquillita (1931),[9] los terrenos de Julio Montes al suroccidente de la ciudad y las tierras de San Isidro y Calancala.[10] Ya sobre 1938 se consolidaron los barrios Montes, Modelo y La Ceiba (en terrenos de los hermanos santandereanos Rondón),[6] además de la colonización total del actual barrio Chiquinquirá, el cual fue legalizado ese mismo año.[11]
Vivienda pública y primeros barrios de invasión modernos (1940s-1970s)
Hacía los años 1940 se conformaron los barrios El Valle (1942, también invasión de negros) y El Porvenir (1944). Debido a la creación de instituciones como el Banco Central Hipotecario y el Instituto de Crédito Territorial (ICT), la construcción de vivienda de interés social se generalizó a partir de los años 1950, principalmente por las reformas de 1942 y 1948, mediante las cuales el ICT pasó a otorgar préstamos a cooperativas de empleados y a la construcción y adjudicación de vivienda urbana.[12][13] Por esta razón, surgieron en el sur de la ciudad extensos barrios obreros como Cevillar —construido en terrenos donados en 1953 por el empresario santandereano, Celio Villalba Rodríguez, de quien obtiene su nombre, e inaugurado en 1954—,[14][15] Simón Bolívar (1958)[16] y La Magdalena (1957). En el suroccidente, sin embargo, se conformaron los primeros barrios de invasión modernos: Carrizal (1957), El Bosque (1958) —el más extenso y poblado de la ciudad, invasión de negros de Cartagena y del palenque de San Basilio, llamado así por el popular barrio cartagenero homónimo—, Villate (1960), El Santuario (1960),[17] Las Américas (1962), La Manga (1963), Mequejo (1968) y Evaristo Sourdis.
Por otro lado, la tendencia urbanizadora exclusiva en el norte de la ciudad continuó a lo largo del siglo XX con los desarrollos de Ciudad Jardín (construido por Parrish & Gotlieb Ltda. en 1968), El Golf, Riomar, Los Nogales, El Country; además surgieron proyectos orientados a la clase media sobre el occidente, tales como El Silencio (1969, construido por el Instituto de Crédito Territorial), Los Andes (construido por el ICT a principios de los años 1960) y La Pradera (también en los años 1960).
Expansión hacia las periferias y urbanizadoras privadas (1970s-1990s)
La creación de las Corporaciones de Ahorro y Vivienda (CAV) y del sistema UPAC en 1972 impulsaron, a partir de la década de 1970, la construcción de barrios como El Tayrona (1971), Los Nogales (1972), Ciudadela Veinte de Julio y La Libertad (1973), El Limón, La Floresta, El Campito y Altos de Riomar (1974), El Pueblo (1977) y, a principios de los años 1980, Campo Alegre y Universal (1980) y la segunda etapa de la Ciudadela Veinte de Julio (1981). Paralelamente, surgieron barrios orientados a la clase media trabajadora como Paraíso.
Sin embargo, el déficit de vivienda y el fenómeno de las migraciones del campo a las ciudades provocó, al igual que en el resto del país, la creación paralela de barrios populares hacia la periferia: Los Olivos (separado en dos sectores por la construcción de la avenida Circunvalación en los años 1980) y La Chinita (1973),[18] Siete de Abril (1980) en el extremo suroccidental,[19][20] Las Malvinas (1982) y, en el sector adyacente a Barranquillita y el margen del río Magdalena, los barrios Barlovento y Villanueva. En los últimos 20 años se han hecho importantes inversiones por parte del Estado y el sector privado para mejorar la calidad de vida de los habitantes de estos sectores, ampliando la cobertura de servicios públicos, centros de salud e instituciones educativas, así como tendiendo la malla vial y construyendo vías de acceso.
Para 1990, además de los ya mencionados, existían algunos de los barrios más populares de la ciudad: Las Nieves, Las Flores, Las Palmas, La Victoria, El Carmen, entre otros.
Metropolización y demanda por subsidios (1990s-Actualidad)
La política de vivienda se reconfiguró con el fin del ICT y su sucesor, el Inurbe; gracias a esto, en el actual sistema la demanda hacia las constructoras es estimulada por el Estado mediante el otorgamiento de subsidios, por lo que las viviendas de interés social quedaron en control del sector privado. Sobre la margen de la avenida Circunvalación y la periferia de la ciudad, el desarrollo de conjuntos de vivienda multifamiliar ha resultado en la construcción de sectores de diferentes estratos socioeconómicos como Miramar, Alameda del Río, Caribe Verde, Las Gardenias y Puerta Dorada. Además de sectores de vivienda unifamiliar de interés social como Villas de San Pablo y Villas de la Cordialidad. La metropolización ha dado origen a proyectos suburbanos en los municipios del AMB: Ciudadela Distrital, en Galapa; Ciudadela Real del Caribe y San Fernando, en Malambo; Nueva Esperanza, Las Acacias y Hacienda San Antonio en Soledad.[21]
Hacia el norte y con anterioridad se construyeron lujosas urbanizaciones en las afueras de la ciudad como Lagos del Caujaral (a orillas del lago del Cisne) y Villa Campestre (cerca de la antigua vía a Puerto Colombia). En la actualidad, se siguen construyendo en el norte nuevos complejos residenciales como Villa Santos, Villa Carolina, Buenavista, Palmas del Río, San Marino o Paseo de la Castellana, algunos de los cuales han llegado hasta el vecino municipio de Puerto Colombia. Algunos de estos proyectos urbanos (Villa Campestre, Adelita de Char, Ciudad del Mar) se extienden sobre la Autopista Paralela al Mar y el Corredor Universitario, por lo que en las próximas décadas se proyecta una megaciudad entre las áreas metropolitanas de Barranquilla y Cartagena dado el crecimiento de ambas hacia dicha zona del litoral.
Denominaciones no oficiales
Existen zonas y sectores que pertenecen administrativamente a alguno de los barrios legalizados en el POT de la ciudad, pero que a su vez reciben otras denominaciones populares entre los habitantes de la ciudad, incluso siendo llamados barrios en algunas ocasiones. Estos pueden ser sectores que toman el nombre de algún edificio importante que funciona como su centro, divisiones dentro de una misma urbanización, enclaves populares en barrios planificados, zonas de invasión, o zonas a las que por un interés inmobiliario, social o cultural se les han otorgado nombres de referencia. Algunos barrios contienen una o más zonas de este tipo. A su vez, hay zonas que abarcan dos o más barrios ordenados y sus límites son, en muchas ocasiones, difusos. Algunos de estos son:
Sector
Barrio(s)
Linderos
Nota
Alfredo Felfle
Ciudadela 20 de Julio
Carrera 3, calle 46B, carrera 6 Sur, calle 48.
Sector adyacente al centro de salud El Camino.[22]
Bajo Valle
La Esmeralda
Zona oriental del barrio La Esmeralda.
Sector de La Esmeralda ubicado en una zona colindante con el barrio El Valle, de donde recibe su nombre al estar ubicado en una zona de pendiente a una menor ("baja") altura.
Barranquillita/Mercado público
Centro
Sector entre el río Magdalena y la calle 30, entre carreras 38 y 46. Es surcado por los caños Arriba y del Mercado.
Zona de patrimonio histórico de la ciudad, centro de abastos y mercado público.
Brisas del Río/Las Tablitas
Primero de Mayo
En la boca del Arroyo Don Juan, limita al sur con El Ferry (Soledad).
Sector de invasión sobre rellenos de desechos en la boca del arroyo Don Juan, al sur del puente Pumarejo.[23]
Castro Tcherassi
Ciudadela 20 de Julio
Carrera 1 Sur, calle 47, carrera 1B, calle 46F, carrera 6 Sur, calle 47B, carrera 3, calle 49.
Sector adyacente al parque de la Virgen del Carmen.[22]
Alrededores de la calle 76 con carrera 6 (Cordialidad)
Sector de El Bosque llamado así por la estatua de Martín de Tours que lo identificaba, punto de referencia del cual recibe su nombre.[24]
San Pachito
La Concepción
Sector comprendido entre las calles 72 y 74, desde la carrera 66 a la carrera 68.
Sector del barrio La Concepción. Fue inicialmente una invasión, que inició el poblamiento de la zona en los límites del vecino barrio de San Francisco, de donde derivó su nombre. [30]
Siete Bocas
El Recreo
Sector de la intersección de la carrera 41 con las calles 63A, 63B y 65.
Sector alrededor del bulevar de dicho nombre, denominado así por ser una rotonda donde desembocan 7 calles.
Viejo Prado
El Prado
Carreras 53 y 54, calles 59 a 72.
Zona patrimonial en el sur del barrio El Prado, cuya arquitectura conserva los estilos de su fundación (predominantemente neoclásico).[31]
Villa Caracas
El Bosque
Entre calles 61 y 64B, en el límite entre El Bosque y La Ceiba.
Sector de invasión de población predominantemente venezolana.[32]
Enclave en los alrededores de la plaza del Hospital de Barranquilla.
Llamado así por ser punto de parada de camioneros transportistas del interior del país, apodados cachacos. Antaño fue uno de los sectores marginales del Centro.[33]
Zona Negra
Rebolo
Carrera 38, calle 17, carrera 30, caño de La Ahuyama.
Zona urbana cuyo eje es la intersección de la calle 17 y la carrera 30.
BLANCO, José Agustín (1987). El norte de Tierradentro y los orígenes de Barranquilla. Ediciones del Banco de la República. ISBN 958-9028-39-X.
Academia de la Historia de Barranquilla, autores varios (1997). Historia General de Barranquilla. Sucesos. Editorial Mejoras. ISBN 958-96185-1-0.
BAENA, Fernando y VERGARA, José Ramón (1946). Barranquilla, su pasado y su presente. Banco Dugand. No tiene ISBN.
GOENAGA, Miguel. (1953). Lecturas locales – Crónicas de la vieja Barranquilla. Impreso por la Imprenta Departamental. No tiene ISBN.
CONSUEGRA, Ignacio. (2003). Paseo de Bolívar. Espacio vital de Barranquilla. Ediciones Corporación Mayor del Desarrollo Simón Bolívar. ISBN 958-97363-1-9.
ARRIETA BARBOSA, Armando y HERNÁNDEZ ARÉVALO, Ruth (2006). Los inicios de Barranquilla. Poblamiento en el Bajo Magdalena. Siglos XVI al XVIII. Ediciones Uninorte. ISBN 958-8252-24-5.