Batalla de Itálica
La batalla de Itálica fue un enfrentamiento militar librado en el 75 a. C., entre las legiones optimates de la República romana y los rebeldes populares durante la Guerra Sertoriana. AntecedentesEn el 75 a. C., el caudillo rebelde Quinto Sertorio decidió enviar a sus lugartenientes Cayo Herenio y Marco Perpenna Ventón a enfrentar a Cneo Pompeyo Magno mientras él mismo marchaba contra Quinto Cecilio Metelo Pío, sin embargo, estos fueron vencidos en la Valentia,[1] lo que obligó a Sertorio a ir a enfrentarse personalmente con Pompeyo. En su reemplazó, encargó a su legado Lucio Hirtuleyo encargarse de Metelo.[2] BatallaMetelo e Hirtuleyo se encontraron en Itálica, una ciudad de la futura provincia romana de Bética.[3] Hirtuleyo reunió a su ejército poco después del amanecer y marchó hacia el campamento de Metelo tratando de provocar a su oponente a darle batalla. Metelo mantuvo a sus tropas en su campamento detrás de sus trincheras hasta el mediodía. Hacía mucho calor y las tropas de Hirtuleyo pronto se estaban sofocando al aire libre, mientras que los legionarios de Metelo permanecían relativamente frescos.[4] Dado que su enemigo permaneció enfrente de su campamento durante horas, Metelo tuvo mucho tiempo para estudiar sus disposiciones y hacer sus propios planes en consecuencia.[5] Así Metelo se dio cuenta de que las mejores unidades de Hirtuleyo estaban en su centro y cuando inició la batalla mantuvo su centro más atrás para evitar combatir en ese sector, mientras ordenaba a sus flancos cargar sobre los de su oponente, venciéndolos y luego atacando en un movimiento envolvente al centro rebelde.[6] Fue muy similar a la táctica a la usada por Aníbal Barca en Cannas en 216 a. C..[5][7] ConsecuenciasHirtuleyo perdió más de 20.000 hombres y apenas pudo retirarse con unos pocos sobrevivientes a la Lusitania.[8] Metelo decidió ir contra Sertorio, quien justo estaba luchando con Pompeyo en Sucro.[9] ReferenciasBibliografíaAntigua
Moderna
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