Se distinguen de otros locales de espectáculos,[3] entre otras cosas, porque tienen un bar, cuando son pequeños, o un bar y un restaurante, cuando son grandes. A diferencia de lo que sucede en el teatro, los asistentes pueden beber y conversar entre sí, durante las actuaciones.
El público de los cabarés aplaude, con frecuencia, espectáculos atrevidos, tanto políticos como sexuales. Fue en los cabarés donde aparecieron los primeros travestis en un escenario de la modernidad y también donde se presentaron las primeras pantomimas de homosexuales. Una de las más famosas fue, seguramente, la llamada pantomima lésbica Rêve d'Égypte (Sueño de Egipto), protagonizada por la actriz y pin-upColette, que luego llegaría a ser una novelista famosa, y por la marquesa de Morny, arqueóloga. El espectáculo se presentó en el Moulin Rouge en 1907. Estaba previsto hacer diez representaciones, pero solo pudo hacerse la primera, porque la policía amenazó con cerrar el local.[4]
En 1887, el escritor español Azorín, por ejemplo, utilizó la palabra «cabaret» para referirse a un lugar público de reunión literaria o artística.[5] Pero el significado de la palabra fue evolucionando y, en el siglo XXI, muchas personas, en español, solo la utilizan para referirse a locales nocturnos que presentan espectáculos de revista o de variedades, seguramente porque el Moulin Rouge o el Folies Bergère fueron mucho más famosos que Le Chat Noir, Els Quatre Gats o el Cabaret Voltaire, y por la popularidad de la película Cabaret de Bob Fosse. Sin embargo, en otros idiomas la evolución fue diferente. Así, por ejemplo, en alemán, kabarett se utiliza principalmente para los que son de tipo literario o político —el Kabarettist alemán es un actor humorista cuyos temas giran en torno al acontecer político y cultural, con énfasis en lo irónico y lo satírico—, y en italiano, cabarettista es un sinónimo de actor humorista.
Antecedentes
El café-concert, nacido con la Revolución francesa, se popularizó en la segunda mitad del siglo XIX. Uno de los más conocidos fue inmortalizado por Pierre-Auguste Renoir en su obra Baile en el Moulin de la Galette. Eran lugares donde la gente iba exclusivamente a bailar y a divertirse; pero los creadores de los primeros cabarés querían algo más intelectual y más inconformista, locales que fueran adecuados para los cantautores o donde, por ejemplo, se pudiese bailar el cancán, baile creado a mediados del siglo XIX y que a muchas personas les parecía escandaloso.
Los primeros cabarés (1881-1920)
Le Chat Noir (Caveau Artistique, bodega artística), fundado en el barrio bohemio de Montmartre de París en 1881, fue el primer cabaré famoso.[6] Entre sus clientes habituales había muchos escritores, pero la mayoría eran pintores y estudiantes de Bellas Artes. Solían actuar cantantes y cantautores, como Aristide Bruant.
En 1889 en el barrio rojoparisino de Pigalle fue construido el Moulin Rouge (Bal du Moulin Rouge, Baile del Molino Rojo), donde lo más característico eran las bailarinas de cancán. Solían tener nombres artísticos extravagantes, como Grille d'Égout (Reja de alcantarilla), La Goulue (La Glotona) o La Sauterelle (La Saltamontes).[7]
El primer escándalo notable en el Moulin Rouge fue en 1893, cuatro años después de su inauguración, por un desfile de Quat'zarts (carnaval), organizado por los estudiantes de Bellas Artes. Henri Guillaume, como director del desfile, y Sarah Brown y Manon, acusadas de haberse mostrado en público "dans un état de nudité extrème" (en un estado de extrema desnudez) fueron condenados con una multa de 100 francos, "avec sursis" (que sólo tenían que pagar en caso de reincidencia), porque el juez reconoció "le caractère artistique et désinteressé" (el carácter artístico y desinteresado) del desfile.[8]
El Folies Bergère, en París, fue inaugurado como music hall en 1869 y tenía un bar, pero empezó a presentar espectáculos de cabaré en los años 1890. Para poder hacer la competencia al Moulin Rouge, contrató a dos grandes estrellas de la época: Loïe Fuller y Cléo de Mérode.[9]
A finales del siglo XIX, el Père Frédé, cantante, guitarrista y violonchelista, comenzó a actuar regularmente en el Lapin Agile, en el barrio parisino de Montmartre, y el local se consolidó.[10]
En 1901 se creó el primer cabaré alemán conocido, el Überbrettl.
El cabaré en Berlín (años veinte y principios de los años treinta)
En los años veinte y principios de los años 30, Weimar, Berlín se convirtió en la capital mundial del cabaré, hasta la llegada de Adolf Hitler al poder (Tercer Reich).[14] Muchos artistas alemanes de cabaré se exiliaron por no estar de acuerdo con la ideologíanacional socialista, o por ser judíos o de origen judío. Fue la época de máximo esplendor internacional del cabaré, ya que estos artistas fueron a trabajar en otros países, donde no tenían ningún problema, y los hoteles más importantes de grandes ciudades, como Londres, Nueva York o París, empezaron a tener un cabaré, con orquesta y pista de baile.
El cabaré en los años 30 y 40
El cabaré nació como espectáculo contestatario, pero, al popularizarse internacionalmente, dejó de ser así, en muchos casos. El Tropicana de La Habana (1939) y el Lido de París (1946), entre otros muchos, no fueron creados con otra finalidad que la de ser lugares de entretenimiento.
En los años 1960 aparece en París una nueva forma de cabaré llamada café-théâtre (café teatro). Los más conocidos son el Café de la Gare (café de la estación del ferrocarril) y el Théâtre du Point Virgule (teatro del punto y coma).
Época dorada y decadencia del cabaré
La época dorada fue desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. En el siglo XXI, sigue habiendo cabarés pero los clientes son más los grupos de turistas, que el resto de los espectadores.
Tipos de Cabaré
La mayoría de los cabarés son de uno de estos tres tipos:
1. Los que siguen la tradición de Le Chat Noir y del Lapin Agile:
Son pequeños o de tamaño medio, no suelen tener un restaurante, pero siempre tienen un bar. Actúan principalmente cantautores, cantantes, músicos y orquestas de jazz, pero no exclusivamente ni en todos los lugares. En inglés este tipo de cabaré se denomina French cafe (café francés) o, simplemente, café o club. En Benidorm, España, son bastante numerosos y tienen la peculiaridad de que muchos están abiertos durante el día. También son relativamente numerosos en Nueva Orleans y París.
La mayoría de las personas, en España, no llaman cabarés a los de este tipo, sino café, pub, entre otros, seguramente porque en España este tipo de local era conocido como café cantante; pero los espectáculos que presentan suelen ser tradicionales de cabaré (actuaciones de travestís, músicos y cantantes).
2. Los que siguen la tradición del Moulin Rouge y del Folies Bergère:
Son grandes, tienen un bar y un restaurante, y presentan revistas de gran espectáculo, que son del agrado de muchos turistas. Uno de los más famosos es el Lido de París.
3. Cabaré de vanguardia, los que siguen la tradición del Els Quatre Gats de Barcelona y del Cabaret Voltaire de Zúrich.
Además de los citados, también es famoso el Crazy Horse de París. La compañía más conocida fue Le Grand Magic Circus et ses animaux tristes (El Gran Circo Mágico y sus animales tristes).
También hay cabarés –no tradicionales– que tienen un bar, pero no sillas ni mesas, o claramente insuficientes para que la mayoría de los espectadores puedan sentarse. Esto suele hacerse para aumentar el aforo de la sala. Así, por ejemplo, el Cabaret Sauvage (Cabaret Salvaje) de París tiene una capacidad de 600 espectadores, si están sentados, y de 1200, si están de pie. También es bastante frecuente en cabarés donde se interpretan ritmos adecuados para la danza, para que el público pueda bailar mientras escucha la actuación.
Varios formatos
Los primeros espectáculos de cabaré no tenían prácticamente ninguna semejanza con el music hall, ya que consistían, principalmente, en actuaciones de bailarinas de can-can, cantautores y travestís (y también mujeres disfrazadas de varones), espectáculos que no formaban parte del repertorio habitual del music hall. Además, el cancán había sido prohibido por la censura en el Reino Unido (época victoriana). Pero a lo largo del siglo XX, los cabarés fueron ofreciendo espectáculos cada vez más variados, por lo que muchos artistas de music hall también fueron artistas de cabaré y viceversa.
De todos modos, hay países, como el Reino Unido, en los que el público prefería los espectáculos de music hall, o Estados Unidos donde prefería los de burlesque. En España, tuvo más éxito la revista que el cabaré. En México el cabaret político está influenciado por la Commedia dell'arte italiana del sigo XVI, el Teatro de carpas, el cabaret francés de origen y el alemán de entreguerras, y el Stand-Up Comedy, ya que su dramaturgia pone un énfasis mayor en el virtuosismo de la actriz o el actor en su interacción con el público.
Algunas salas de espectáculos, como los tablaos flamencos, a pesar de sus similitudes, no se denominan cabarés porque tienen una historia y una tradición diferentes.
Algunos cabarés muy famosos como el Moulin Rouge o el Lido son conocidos por sus revistas, pero la mayoría presentan espectáculos de variedades, es decir números de baile, canto, pantomima, prestidigitación, striptease, transformismo, etc. sin ninguna relación entre sí, por esta razón el artista ideal de cabaré sería un showman: actor, bailarín, cantante, humorista, etc.
Abrió sus puertas con el nombre de "Pajarera Catalana" y empezó con un cuadro flamenco y un travestí.
En 1908 pasó a llamarse el "Petit Moulin Rouge", en imitación del famoso Moulin Rouge del barrio de Montmartre de París, por la similitud de los espectáculos que ofrecía.
En 1939, las autoridades franquistas exigieron que el cabaré tuviera un nombre español y la supresión de la palabra "rojo", por las connotaciones políticas que podía sugerir. Desde entonces y hasta nuestros días, es conocido como "El Molino".
Después de una reforma finalizada en octubre de 2010, El Molino continúa presentando espectáculos de cabaré, revista, music hall, etc.
Els Quatre Gats. Desde 1897 a 1903.
Se realizaron exposiciones de arte, veladas literarias y musicales, espectáculos de títeres y sombras chinescas, etc. En 1899 se publicaron 15 números de la revista Quatre Gats. Fue el uno de los lugares de encuentro de los modernistas. Entre los clientes habituales estaban Ramón Casas y Santiago Rusiñol.
Los nombres artísticos de las bailarinas, escogidos por su sonoridad, capacidad de sugerencia o por ser juegos de palabras, como Rita Cadillac o Lova Mour (juego de palabras: Lova Mour=love amour, amor amor), por citar solo dos de las que llegarían a ser más famosas, fueron imitados con frecuencia, primero, por bailarinas de strip-tease y vedettes, y, a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, también por actrices porno.
Folies Bergère. Inaugurado en 1872, como music hall, pero cabaré desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo XX.
Cabaret Voltaire, fundado en 1916. Cuando se inauguró, era el lugar de reunión de los dadaistas (Hugo Ball y Tristan Tzara, entre otros). En 2002 se convirtió en un museo en recuerdo del movimient
Teatro Bar El Vicio (1990-presente): Antes conocido como "El Hábito", es un lugar concebido y abierto por el poeta mexicano Salvador Novo en 1954 como un foro para la expresión artística,[20] en 1990, la actriz Jesusa Rodríguez y la compositora Liliana Felipe se hicieron cargo de este lugar bajo el nombre de "El Hábito".[21] A partir de 2005, la compañía de teatro-cabaret Las Reinas Chulas tomó las riendas del lugar para dar continuidad al proyecto artístico por el que abrió sus puertas y lo mantienen activo hasta nuestros días.[22]
En los años 30 llegaría a ser uno de los más famosos del mundo. Entre las estrellas del Cotton Club, estaban Cab Calloway y Ethel Waters, cantantes, y, entre los clientes habituales, Ernst Lubitsch, director de cine, Mary Pickford, actriz cinematográfica, y Franklin D. Roosevelt, que sería Presidente de los Estados Unidos. Cerró definitivamente en 1940.
Rick's Cafe, en la película Casablanca. (Era un cabaré imaginario, pero, en la actualidad, el Rick's Café de Casablanca, Marruecos, existe y está decorado como el de la película).[24]
Mademoiselle Strip-tease, de Pierre Foucaud, con Dora Doll y las bailarinas del Crazy Horse, 1957 (ambientada en los cabarets existencialistas del barrio de Saint-Germain-des-Prés).
Pigalle - St Germain des Prés, de Berthomieu, con Jeanne Moreau. 1950.
Stormy Weather, de Andrew Stone, con Cab Calloway y su orquesta, 1943.
Desde el Molino, Santiago Rusiñol, con ilustraciones de Ramón Casas. 1.ª edición: Barcelona, 1945. Reimpresión (edición no venal), con un prólogo de Josep M. Cadena, asesor artístico de UNIARTE: BANCA MAS SARDA EXBANK-Banco de Expansión Industrial, Barcelona, 1976. (el título se refiere al Moulin Rouge).
Diccionario de palabras y frases extranjeras, Arturo del Hoyo. Santillana. 2002. ISBN 84-663-0810-5.
París después de la Liberación 1944-1949, Antony Beevor y Artemis Cooper. Crítica. Barcelona, 2003. ISBN 84-8432-437-0. (abundante información sobre los cabarets existencialistas).
En alemán
Ambesser, Gwendolyn von: Schaubudenzauber - Geschichte und Geschichten eines legendären Kabaretts, Editorial Edition AV, Lich/Hessen 2006, ISBN 3-936049-68-8
Budzinski, Klaus: Pfeffer ins Getriebe – So ist und wurde das Kabarett, Editorial Universitas, Múnich 1982, ISBN 3-8004-1008-7
Glodek, Tobias/Haberecht, Christian/Ungern-Sternberg, Christoph: Politisches Kabarett und Satire. Con aportaciones de Volker Kühn, Henning Venske, Peter Ensikat, Eckart v. Hirschhausen u.a., Editorial Wissenschaftlicher Verlag Berlin, Berlín 2007. ISBN 3-86573-262-3
Greul, Heinz: Bretter, die die Zeit bedeuten – Die Kulturgeschichte des Kabaretts, Editorial Kiepenheuer & Witsch, Colonia-Berlín 1967.
Hippen, Reinhard: Es liegt in der Luft. Kabarett im Dritten Reich, Zürich 1988.
Schumann, Werner: Unsterbliches Kabarett, Editorial Richard Beeck, Hannover 1948.
Vogel, Benedikt: Fiktionskulisse – Poetik und Geschichte des Kabaretts, Editorial Mentis, Paderborn 1993, ISBN 3-89785-105-9
Zivier, Georg/Kotschenreuter, Hellmut/Ludwig, Volker: Kabarett mit K – Siebzig Jahre große Kleinkunst, Editorial Berlin Verlag Arno Spitz, Berlín 1989, ISBN 3-87061-242-8
En otros idiomas
À Montmartre le soir: cabarets et chansonniers d'hier, Anne de Bercy y Armand Ziwes. Grasset. París, 1951.
Bals, cafés et cabarets, André Warnod. Eugène Figuière & Cie. París, 1913.