Inaugurado el sábado 10 de octubre de 1931,[1][a] con este nombre, siendo sus propietarios los Gallardo, dueños y fundadores también del más antiguo Café Lion d'Or, situado en el número 18, al inicio de esta misma calle de Alcalá.[4] El nuevo café era un lugar espacioso y oscuro, de gusto moderno y cuidado servicio, que durante muchos años llegaría a ocupar dos locales con comunicación aunque correspondientes a los números 57 y 59 de la calle de Alcalá. Además, en los sótanos del 59, dispuso el Lion de un elegante salón alemán sin precedentes en Madrid: el espacio que sería conocido como «Zum Lustigen Walfisch», es decir La ballena alegre.[5]
La década de 1930 vería pasar por el Lion un auténtico crisol ideológico de muy diversas tertulias.[4] En él, el editor José Bergamín Gutiérrez gestó y llevó de la mano su revista Cruz y Raya. Revista de afirmación y negación,[2] cuyo número inicial apareció el día 15 de abril de 1933, pero que dejaría de editarse al estallar la Guerra Civil española.[b] En torno a Bergamín acudían al Lion: Ramón Pastor, Antonio Sacristán, Luis Lamana, Melchor Fernández Almagro, Justino de Azcárate, Pedro Burgos, los hermanos Ernesto y Constantino Navarro, Miguel Pérez Ferrero, Francisco Sedano y José María de Cossío (gran animador de otra «tertulia de alto vuelo literario» en este mismo café tras la Guerra Civil).[2]
El pintoresco dramaturgo del Noventa y ocho, Ramón del Valle-Inclán, animador de diversas tertulias y varios cafés madrileños, también tuvo aquí uno de sus últimos púlpitos,[6] en la discreción de una mesa rinconera donde se reunía –o quizá sería más exacto ‘recibía’– a contertulios como los artistas Anselmo Miguel Nieto y Rafael de Penagos o el doctor Salvador Pascual Ríos.[1][2]
Antes de que se produjera el desastre del 36, y mientras que la práctica totalidad de la Generación del 27 se reunía en las mesas del café, el líder falangista y sindicalista, José Antonio Primo de Rivera, instaló uno de sus círculos falangistas en los sótanos del local, en ese espacio conocido como «Zum Lustigen Walfisch».[7] Otras tertulias que se documentan, en ese periodo contemporáneo de la Segunda República en los sótanos del café Lion, son por ejemplo la de los arquitectos Luis Martínez Feduchi y Fernando García Mercadal; y reuniones de jóvenes poetas descritas en sus memorias por Pepín Bello o por Gabriel Celaya (identificadas como algunas de las tertulias de la Residencia de Estudiantes o de la generación del 27, pero que fueron más habituales y frecuentes en la vecina Cervecería Correos).[8]
El vetusto café fue vendido en 1993 por los herederos de la familia Gallardo a una firma de hostelería que instaló un bar y restaurante de ambiente irlandés, conservando los elementos históricos del local, incluidos los murales de Hipólito Hidalgo de Caviedes[11] para el salón de “La Ballena Alegre” (espacio usado como almacén).[12][d][1]
Notas
↑En numerosos documentos aparece mezclado o confundido este café Lion (así escrito como pudo leerse en su letrero dorado) y el Café Lion d'Or, que también estuvo en la calle de Alcalá, pero en el número 18, es decir más cerca de la Puerta del Sol que de la plaza de Cibeles.
↑Ocho meses después, esta tertulia se mudó a la Biblioteca Nacional de España, adoptando el nuevo nombre de “Academia menor Musa Musae”, a la que estuvo prohibido de manera taxativa el acceso a las mujeres.
↑Tras la Guerra civil, el espacio de La Ballena Alegre siguió usándose, bien para celebrar lecturas de poesía, exposiciones, conciliábulos ufólogos o para proyectos culturales como “Aquelarre Poético” en la década de 1960, o el “Taller Prometeo de poesía nueva” de la década de 1980.
Referencias
↑ abcdeM. R. Giménez (23 de marzo de 2013). «El café Lion». antiguoscafesdemadrid. Consultado el 23 de enero de 2018.
↑Gómez de la Serna, Ramón (1944). «XXI». Don Ramón María del Valle-Inclán (1969 edición). Espasa Calpe. Colección Austral. p. 205. «Sabía de Valle en su Granja del Henar –y como domador de sus dos Liones, el de arriba y el de abajo de la calle de Alcalá–, pero le solía ver poco.»