La casa de Borbón (en francés, Bourbon; en italiano, Borbone) es una casa real de origen francés (aunque la primera corona a la que accedió fue la del reino de Navarra), actual casa reinante en España y Luxemburgo. El apellido Bourbon o, en España, Borbón procede de un topónimo: el castillo de Borbón-l'Archambault, situado en el departamento francés de Auvernia (distrito de Moulins), por ser esta la casa matriz de todos los nobles de esa estirpe que, según cuentan los genealogistas, descienden de una rama secundaria de los Capetos, dinastía que gobernó Francia entre los años 987 y 1328.
Los Borbones gobernaron primero en Navarra y Francia, pero para el siglo XVIII los miembros de la casa de Borbón llegaron a los tronos de España y del sur de Italia, en particular el Reino de las Dos Sicilias, además de varios pequeños ducados y condados.
Esta casa real gobernó la Baja Navarra (desde 1555), y Francia (desde 1589) de manera conjunta hasta 1789 (estallido de la Revolución francesa), cuando el reino de Navarra (Baja Navarra) fue abolido y su territorio integrado al reino francés. La monarquía (constitucional desde 1791) francesa quedó abolida en 1792, y el rey Luis XVI de Francia (y V de Navarra), fue ejecutado en enero de 1793.
Posteriormente hubo una restauración, tras la caída del primer Imperio francés en 1815; pero la Revolución de Julio les depuso otra vez y la rama de Orleans tomó el poder entre 1830 y 1848, cuando la monarquía borbónica fue abolida de manera definitiva.[3]
El primer miembro de la Casa de Borbón en España fue Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, que reinó durante 45 años con el nombre de Felipe V, quien sucedió a los Austrias. Es en este periodo donde se reemplaza el original francés Bourbon por su castellanización, Borbón.
Junto a la línea francesa (Bourbon), se encuentran otras ramas extintas, como la de los príncipes de Condé (Bourbon-Condé) y la de los príncipes de Conti (Bourbon-Conti), y también líneas ilegítimas que viven hasta hoy, como la de los condes de Busset (Bourbon-Busset) y la incierta de los rajás de Shergar (Bourbon-Bhopal).
Dinastías borbónicas
El término «Casa de Borbón» generalmente se suele referir a la dinastía capetiana de los Borbón, sin embargo, también puede describir a cualquiera de las dos dinastías sucesivas, que anteriores a esta, poseyeron el señorío de Bourbon-l'Archambault, después convertido en ducado de Borbón (1327).
Los primeros señores de Borbón fueron los descendientes de Aimar de Borbón, señor de Souvigny, quienes se extinguieron por la línea masculina en 1171. Por el matrimonio de la última descendiente de esta familia, Mahaut de Borbón, con Guido II de Dampierre, el señorío pasó a una de las ramas de la familia Dampierre en 1196. El hijo de ambos, Archimbaldo VIII, tomó el nombre y las armas de su madre, «de Borbón», así como sus descendientes, quienes se extinguieron por la línea masculina en 1249.
El apelativo «Casa de Borbón», luego fue retomado para describir a la Casa de Francia como un todo, oficialmente desde el 29 de junio de 1768, fecha de la muerte de Elena de Courtenay, con la cual se extinguió la rama de Courtenay, extinción que convirtió a los duques de Borbón en la única dinastía de la Casa de Francia.
Primera Casa de Borbón
La Casa de Bourbon-Archambaud, primeros señores de Borbón, gobernaron de mediados del siglo IX hasta el año 1218. Se extinguieron con Arquimbaldo VII en 1171.
La Casa de Bourbon-Dampierre, señores de Borbón y de Dampierre, gobernaron de inicios del siglo XIII hasta el año 1310. Se extinguieron con Arquimbaldo IX en 1249.
La Casa de Bourbon-Clermont y sus ramas, duques de Borbón, gobernaron de inicios del siglo XIV hasta el año 1589, que el ducado fue absorbido por la corona francesa.
Los Borbones españoles del siglo XVIII —Felipe V (1700-1724 y 1724-1746), Luis I (1724), Fernando VI (1746-1759), Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808)— llevaron a cabo una política de profundas reformas en todos los campos con la intención de colocar a España en un lugar destacado entre las potencias europeas. Felipe V fue ayudado primero por consejeros franceses, relevados pronto por españoles pertenecientes a la primera generación de ilustrados.
El desarrollo de la América española, cuyas posibilidades económicas aún estaban por explotar en su mayor parte, fue una de las tareas que recibieron más atención.
El agotamiento de los hombres y los programas ilustrados reformistas y la implicación de España en los sucesos internacionales ocasionaron una profunda crisis del Estado y de la dinastía, que llegó a su punto álgido en el enfrentamiento entre el rey Carlos IV y su hijo, el príncipe de Asturias y futuro Fernando VII.
La conjura de El Escorial (1807) y el motín de Aranjuez (1808), promovidos por el círculo de don Fernando contra el favorito de los reyes, Manuel Godoy, provocaron el derrocamiento de Carlos IV y la proclamación de Fernando VII. Estas alarmantes muestras de la descomposición de la dinastía sucedían en una España ocupada por las tropas de Napoleón I Bonaparte, en cuyos planes figuraba ya el destronamiento de los Borbones y la inserción de España en la órbita imperial.
El desprestigio de la familia real alcanzó su cima en las abdicaciones de Bayona, por las que Carlos IV y Fernando VII entregaron a Bonaparte sus derechos a la Corona de España, quien a su vez los transfirió a su hermano José (1808).
A excepción de José I (1808-1813), de la Casa de Bonaparte, y de Amadeo I (1870-1873), de la Casa de Saboya, todos los reyes y reinas de España de los siglos XIX y XX han pertenecido a la dinastía borbónica: Fernando VII (1808-1833), Isabel II (1833-1868), Alfonso XII (1875-1885), Alfonso XIII (1886-1931), Juan Carlos I (1975-2014) (siendo este uno de los artífices de la transición española a la democracia, posterior al régimen dictatorial del general Francisco Franco) y Felipe VI (2014-presente) (quien asume el título tras la abdicación de su padre).
El primer duque Borbón de Parma fue Carlos, infante de España, que asumió el trono de Parma como Carlos I. Era hijo de Felipe V de España y de su segunda esposa Isabel de Farnesio. Su ascensión al trono se dio ante la reclamación de derechos que Felipe V hiciera en nombre de Isabel de Farnesio, ante la súbita muerte de su tío Antonio Farnesio, que no tuvo descendencia.