La Casa de David (conocida en hebreo como Maljut Beit David, מלכבית דוד, «Reino de la Casa de David»), según la Biblia, se refiere al linaje del rey David documentado en el Tanaj y en el Nuevo Testamento. El término «Casa de David» se refiere a la dinastía davídica mencionada muchas veces en el Antiguo Testamento.[1]
En la Biblia
Para ser escogido y proclamado rey, la costumbre en los tiempos del Tanaj dictaba que la persona debía ser ungida con el aceite Santo vertido en la cabeza. En el caso de David, esto fue hecho por el profeta Samuel[2].
En hebreo, la unción se denomina meshija y un rey (melej en hebreo) suele decirse que es legítimo cuando está ungido. Es decir, es un melej haMashiaj (rey ungido en la adaptación al español). El procedimiento simbolizaba el descenso de la santidad de Dios (kedusha) sobre el rey y como señal de un vínculo que nunca había de ser roto.
Tras la muerte del rey Salomón, sucesor de David en el Reino unificado de Israel, las tribus del norte no aceptaron a Roboam (hijo de Salomón) como su rey. El reino fue dividido en Norte (Samaria) y Sur (Judá).
Solamente en el Reino de Judá, conformado por las tribus de Judá y de Benjamín sostuvieron su ascendencia directa del rey David para validar su ascenso al trono.