Conradino de Hohenstaufen
Conradino de Hohenstaufen, duque de Suabia (o Conrado IV de Suabia) (Landshut, Baviera, 25 de marzo de 1252-Nápoles, 29 de octubre de 1268), fue rey de Sicilia y Jerusalén. Luchó por recuperar el trono de Sicilia, pero fue derrotado en 1268 por Carlos de Anjou, quien ordenó su decapitación. BiografíaHijo del rey Conrado IV de Alemania y de la princesa Isabel de Baviera, fue el último representante de la dinastía de los Hohenstaufen. A la muerte de su padre Conrado IV en 1254, su heredero, Conradino, de solo dos años, permaneció en Alemania bajo la tutela del duque Luis II de Alta Baviera,[1] mientras sus reinos de Jerusalén y Sicilia eran gobernados a través de regentes. En 1258, Manfredo de Sicilia, regente de su sobrino Conradino en Sicilia, usurpó el trono y fue coronado Rey de Sicilia. En la Batalla de Benevento (1266), Manfredo fue derrotado y muerto, frente a Carlos de Anjou, el candidato del Papa, a la sazón suzerano del reino; y años después Conradino intentó, con apoyo gibelino, recuperar su herencia frente Carlos de Anjou, pero este le derrotó y capturó en la Batalla de Tagliacozzo, siendo poco después decapitado en la Plaza del Mercado en Nápoles, con solo 16 años de edad.[2][3][4] Referencias
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