Un contrapeso es un peso, que se utiliza para equilibrar las fuerzas o par motor. Se utilizan allí donde se desplazan masas considerables.
Principio
Los contrapesos se utilizan principalmente en ascensores y grúas.
Para conseguir estabilidad, ha de compensarse la fuerza que se espera se produzca. Un contrapeso ayuda a alzar pesos importantes, dado que las fuerzas opuestas se neutralizan con el efecto de la gravedad. La dirección correcta del contrapeso se alcanza con la ayuda de rodillos de sentido de giro variable.
Los contrapesos también se utilizan en giros para evitar un vuelco. Según la ley de la palanca el momento par necesario resulta de multiplicar la fuerza por la distancia de la fuerza al centro de giro.
Aplicaciones
Giros
Grúa: Una aplicación típica es el contrapeso de grúas torre y grúas móviles en forma de pesados bloques de hormigón. Cuando se carga en el brazo tiene un gran torque, que se compensa con los contrapesos.
Carretilla elevadora: Un peso, normalmente situado en la parte trasera del vehículo garantiza la estabilidad.
Fundíbulo: Funcionan según el principio de palanca, donde un contrapesa en el brazo corto garantiza la aceleración necesaria en el brazo largo.
Metrónomo: Un metrómono extendible tiene un peso desplazable que está fijado en el péndulo. El péndulo se mantiene en oscilación gracias a un mecanismo de muelles. Según la posición del peso se puede determinar la velocidad.
Movimiento lineal
Ascensor: Para levantar pesos se utilizan contrapesos en un ascensor de sogas, que están fijados en la cabina por medio de rodillos y se invierten en el techo (o a la inversa). De esta forma, el motor que desplaza la cabina únicamente ha de alzar la diferencia entre la carga y el contrapeso. Además, el contrapeso aumenta la aceleración al subir, a la vez que la disminuye al bajar.[1] También los puentes plegables y de elevación vertical trabajan según este principio.