Crisis parciales complejas
Las crisis parciales complejas son crisis convulsivas que están asociadas a compromiso de uno o ambos hemisferios cerebrales y que causan pérdida de la conciencia.[1][2][3] Características clínicasLas crisis parciales complejas generalmente son precedidas por un aura que es una crisis parcial simple.[4] El aura se puede manifestar como una sensación de déjà vu, jamais vu, miedo, euforia o despersonalización.[5] El aura también puede darse como una perturbación de la visión, como visión de túnel, o un cambio en la percepción del tamaño de los objetos (macropsia o micropsia). Una vez que se pierde la consciencia, la persona puede exhibir automatismos como chasqueo de los labios, movimientos masticatorios o deglución.[5] Puede haber pérdida de la memoria (amnesia) rodeando la crisis.[4] La persona puede ser capaz de llevar a cabo acciones rutinarias como caminar, aunque estos movimientos no son voluntarios ni planeados. Las crisis parciales complejas pueden pasar inadvertidas para los observadores externos, o ser subestimadas como una 'peculiaridad' del paciente. Las crisis parciales complejas pueden originarse en cualquier lóbulo cerebral[4] siendo más frecuente su origen en la parte medial del lóbulo temporal, particularmente la amígdala, el hipocampo y regiones corticales.[4] Una anomalía cerebral frecuentemente asociada es la esclerosis mesial temporal,[5][6] un patrón específico de pérdida neuronal en el hipocampo acompañada de gliosis y atrofia hipocampales.[6] Las crisis parciales complejas ocurren cuando hay actividad eléctrica cerebral excesiva y sincrónica que causa pérdida de la conciencia y falta de reacción.[3] En el caso de que la actividad eléctrica anormal se generalice, puede provocar una convulsión tónico-clónica. Véase tambiénReferencias
Enlaces externos
|