Aparece como una depresión de forma circular relativamente plana, con 1,2 kilómetros de diámetro. Se halla en un terreno montañoso y densamente arbolado, situado a 26 kilómetros al sur de Queenstown (Tasmania). Se halla al este de la West Coast Range y del North Mount Lyell Railway, justo dentro del Parque nacional Franklin-Gordon Wild Rivers.
Descubrimiento
El cráter fue descubierto por el geólogo R. J. Ford en 1972, después de buscar el origen del vidrio de Darwin, un material vítreo asociado a impactos meteoríticos frecuente en un área de más de 400 kilómetros cuadrados del suroeste de Tasmania.[1][2] Investigaciones geofísicas y perforaciones han mostrado que el cráter se ha rellenado hasta con 230 metros de brechas cubiertas por sedimentos de un lago del pleistoceno.[3][4] A pesar de que la prueba del origen de impacto del cráter todavía no es definitiva, esta hipótesis es fuertemente apoyada por la relación entre el vidrio presente en el cráter y la estratigrafía y la deformación de los materiales que lo rellenan.[4]
Si el cráter es de hecho el origen del vidrio, la edad del Cráter Darwin es de unos 816.000 ± 7.000 años —la edad del vidrio de Darwin determinada por el método de datación argón-argón.[5]
Una tesis de 2004 de la Universidad de Tasmania se centró específicamente en el origen de estos materiales vítreos.[6]
Inclusiones carbonáceas han sido encontradas por primera vez en el vidrio de Darwin: son muestras de biomarcadores que sobrevivieron al impacto de Darwin y son representativos de las especies de plantas presentes en el momento del impacto en el ecosistema local (incluye celulosa, lignina, biopolímero alifáticos y restos de proteínas).[7]