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Cultura de Unetice

La cultura de Únětice o de Aunjetitz (en alemán) es una cultura prehistórica correspondiente al Bronce antiguo en Europa central. Se extendió entre los ríos Rin y Dnieper, desde el mar Báltico hasta el Bajo Danubio.

Características generales

El grupo de Unetice debe su nombre al yacimiento epónimo cercano a Praga, República Checa, datado a partir del 2250 a. C. En un contexto social de jefaturas claramente estratificado aparecen ricas tumbas adscritas a "príncipes". Estos grupos se extendieron por Bohemia, Moravia, Silesia, Sajonia y Austria.[1]

Actualmente se estima que su origen tiene un fuerte componente autóctono, como heredera de los anteriores grupos de la cerámica cordada y campaniforme, de las tradiciones balcánica y danubiana, pero con influencias orientales de los kurganes. En su desarrollo se han distinguido tres fases:

  • Unetice antiguo.
  • Unetice clásico o período de las tumbas principescas.
  • Unetice tardío.[2]

Su desarrollo metalúrgico fue sobresaliente, produciendo aletas, brazaletes en espiral, agujas, hachas con rebordes. Las cerámicas imitaban formas metálicas. El rito de enterramiento era habitualmente individual.

Unetice antiguo

Es la etapa de formación y se corresponde con la transición entre el Calcolítico final y la Edad del Bronce. Los pocos asentamientos conocidos presentan casas de madera rectangulares semiexcavadas en el terreno. Las tumbas son de inhumación, con uno o dos individuos, en cistas o fosas cubiertas de un túmulo, pero también hay algún pithos. Los cuerpos se orientaban hacia el este o el sur y, a veces, se acompañaban de animales sacrificados. Algunos cadáveres habían sido desmembrados ritualmente. Los artefactos metálicos más abundantes son alfileres, torques, pendientes de espirales y de cabeza de disco, anillos, puñales y hachas, en cobre o bronce.[2]

Unetice clásico

Es el momento de apogeo, con un importante aumento de población, su expansión hacia las regiones circundantes y el incremento del comercio. Aparecen las ricas tumbas de jefe, construidas en madera, con forma de casa, cubiertas por un túmulo y situadas habitualmente fuera de las necrópolis donde se entierran los guerreros y el resto de la población. En ellas se depositaron importantes ajuares cerámicos y metálicos y, a veces, se encuentra acompañando al cadáver principal otro femenino. Los poblados estaban formados por casas rectangulares de madera, situadas en colinas y protegidos por fosos y muros de madera y/o piedra y adobe. La agricultura y ganadería, una original producción metalúrgica de bronces y la explotación y comercio de la sal constituían las bases económicas.[2]

Unetice tardío

Es la fase final, en la que aumentaron los intercambios comerciales y culturales, que llegaron hasta Micenas, gracias al comercio del ámbar. Los asentamientos estaban situados en emplazamientos elevados y fortificados. Se explotaban minas de cobre en el área alpina y la metalurgia del bronce estaba ampliamente extendida. Los grupos de los túmulos sustituyeron a Unetice, pero manteniendo muchos de los rasgos típicos de éste: hay una clara continuidad cultural y estratigráfica entre ambos.[2]

Véase también

Enlaces externos

Referencias

  1. Eiroa García, Jorge Juan (2010). «Prehistoria del mundo». Barcelona (primera edición) (Sello Editorial SL). p. 607. ISBN 978-84-937381-5-0. 
  2. a b c d Eiroa García, Jorge Juan. Prehistoria del mundo. pp. 732-738. 
Predecesor:
Cultura del vaso campaniforme

Cultura del hacha de guerra

Culturas de Europa Central
Edad del Bronce
2300 a. C. y el 1600 a. C.
Sucesor:
Cultura de los túmulos
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