Célula beta
Las células beta o células secretoras de insulina[1] son uno de los tipos de célula endócrina localizadas en los islotes de Langerhans del páncreas. Las células beta son las únicas que sintetizan, almacenan y secretan la hormona insulina que reduce los niveles de glucosa en la sangre (glucemia).[2] CaracterísticasLas células beta son células endócrinas ubicadas en los islotes pancreáticos. Muestran los elementos moleculares y ultraestructurales específicos, que permiten caracterizar su capacidad de secreción de insulina.[3][4] MicroaquitecturaPara identificar las células beta (β) secretoras de insulina se necesitan métodos de tinción especial como el de Gomori o tinción mediante inmunohistoquímica o inmunofluorescencia.[5] Las denominadas células β representan la mayoría de las células endócrinas del islote. La arquitectura espacial de los tipos de células endócrinas dentro del islote es importante para su función, ya que el contacto intercelular y la señalización parácrina entre células optimizan la secreción de hormonas. Los islotes de ratón/rata muestran una arquitectura típica de dos sectores: núcleo y manto con las células β ubicadas en el centro (núcleo). Las células beta (β) muestran forma de pirámides truncadas que se agrupan alrededor de los vasos sanguíneos de los islotes. Las células β tienen un diámetro promedio de 10 micrómetros (μm).[4] El núcleo de la célula β está ubicado cerca de su base. Los gránulos de insulina se encuentran enriquecidos en el vértice.[13] Las β son el tipo de célula predominante en los islotes. Un islote de Langerhans promedio contiene un total de 1000 a 3000 células, de las cuales el 50 % al 80 % son células β. Estimaciones realizadas plantean que un páncreas de ratón podría contener 1 × 106 células beta (1 miligramo mg de células beta) y un páncreas humano promedio contiene 1 × 109 células beta (1 gramo g de células beta).[14] UltraestructuraCon el microscopio electrónico (ME) las células secretoras de insulina (células β) muestran diámetros promedio de 10 micrómetros (μm) con una longitud de ~17 μm. Gránulos de insulinaLos gránulos insulinógenos de las células β se caracterizan por ser esferoides densos a los electrones (electro-denso)
Los gránulos de las células β contienen alrededor de 20 picogramos (pg) de insulina por célula.[4] NúcleoEl núcleo de la célula β se muestra claro porque predomina el ADN menos compacto (eucromatina) que contiene los genes que se están transcribiendo de forma activa y permanente (expresión génica) por la célula. GolgiEl aparato de Golgi de la célula β se encarga de la modificación y distribución de las proteínas (proinsulina) que han sido sintetizadas en el retículo endoplasmático y las rodean de membrana creando vesículas (llamados gránulos de insulina) para secretarlas fuera de la célula. El volumen del Golgi de la célula β está entre 18-22 µm3 que es un 0,90-2,20 % del volumen celular.[16] Dominios de la membrana plasmática
La polaridad de las células secretoras de insulina ha sido planteada desde que se especuló su origen embriológico. Las especializaciones de membrana plasmática entre las células endócrinas aparecen como (gap-junctions) o (tight-junctions).[20][21] Las células beta son conocidas por poseer microvellosidades abundantes las cuales determinan la apariencia de terciopelo de su superficie.[22][13] Cilio primarioEl cilio primario de la célula beta es largo y único, su longitud es de 5–10 micrómetros (μm) y 0,2-0,3 μm (200-230 nanómetros (nm)) de diámetro. Aparece desde las superficies celulares apoyadas en otras células y opuestas a las que contactan con los vasos sanguíneos. Se proyecta en un «canalículo» del espacio intercelular, formado por tres o cuatro células adyacentes, que se encuentra recubierto con microvellosidades.[23][24] Este espacio ha sido planteado como formado por la región apical de las células β, ubicada dentro de un dominio espacial definido por uniones estrechas.[19][18] Síntesis, procesamiento y empaquetamiento de insulinaSíntesis de InsulinaLa insulina es sintetizada en el retículo endoplásmico rugoso de la célula β en forma de un polipéptido llamado pre-pro-insulina que es transformado en pro-insulina, que posee escasa actividad hormonal. La proinsulina se modifica en el aparato de Golgi y las vesículas secretoras que salen del complejo contienen la hormona insulina. Las células β fabrican insulina en etapas. La primera etapa es la producción de la proinsulina. La proinsulina es una molécula formada por una cadena proteínica de 81 aminoácidos, que es precursora de la insulina. Las células Beta del páncreas procesan la proinsulina convirtiéndola en insulina por la sustracción enzimática del péptido C, que es una estructura de 30 aminoácidos que conecta las cadenas A y B (de 21 y 30 aminoácidos, respectivamente).[25] La insulina es secretada en reacción a la hiperglucemia y también por algunas hormonas péptidas como glucagón, colecistocinina-pancreocimina y secretina. Sus acciones principales son estimular la captación de glucosa en varios tipos de células disminuyendo concomitantemente el nivel de glucosa sanguínea, al estimular la conversión de glucosa en glucógeno en los hepatocitos y miocitos, siempre que dicho nivel aumente. ProteomaEl 20 % de la masa total de ARNm en las células beta es ARNm de insulina, y el contenido total estimado de insulina en el páncreas humano es de aproximadamente 10 mg (1 % del peso de las células beta), lo que corresponde a ~10 días de secreción por personas sanas.[14] Liberación de insulinaCada célula beta (β) secretora de insulina, contiene entre 5000-13 000 gránulos secretores (SG) de insulina. De acuerdo con la respuesta fisiológica al estímulo, estos SG se han clasificado tradicionalmente como: el grupo liberable rápidamente (readily releasable pool RRP) y el grupo de reserva (reserve pool RP).[26] La insulina liberada por las vesículas secretoras de las células β, se vuelca directamente en el espacio intersticial, de donde pasa a los capilares fenestrados del islote y de allí a la vena porta.[27] En un ser humano adulto, las células beta liberan entre 30 y 70 Unidades de insulina por día, dependiendo del peso corporal.[4] Fisiología de la célula betaLas células beta (β) logran un control preciso de la secreción de insulina mediante una extensa interconexión (comunicación celular), con el resto de los tipos de células del islote, en particular las células alfa productoras de glucagón y las células delta productoras de somatostatina.[28] ElectrofisiologíaEl flujo de iones cargados eléctricamente a través de la membrana plasmática de la célula β, da lugar en determinadas condiciones a cambios bruscos de voltaje, despolarizaciones que son llamadas potenciales de acción. La estimulación con glucosa provoca la despolarización de la membrana y la consiguiente actividad eléctrica en las células β secretoras de insulina.[29] En ausencia de glucosa estimuladora (menos de 5 mM), las células β de roedores son eléctricamente silenciosas (polarizadas en su potencial de reposo).
En estas concentraciones, el potencial de reposo de las células β se registra entre -60 y -70 milivoltios (mV). La glucosa es transportada hasta la célula beta donde ingresa y se metaboliza para producir piruvato, que luego eleva los niveles de Adenosín trifosfato (ATP). El aumento en la relación entre ATP/ADP dentro de la célula, cierra los canales de potasio (K+) dependientes de ATP (KATP) en la membrana plasmática. El cierre de los canales de K+ despolariza la membrana celular. La despolarización eléctrica provoca la apertura de los canales de calcio (Ca2+) dependientes de voltaje (VDCC). Cuando estos canales se abren, el ion Ca2+ entra rápidamente, igualando las concentraciones a ambos lados de la membrana. Heterogeneidad betaLas células β individuales son heterogéneas en su nivel de liberación de insulina, y presentan propiedades funcionales diferentes dentro del mismo islote. Se han encontrado marcadores que subdividen las células β según diferentes niveles de expresión génica de insulina, de gránulos y de secreción.[36] Las sub-poblaciones de células β que se diferencian por sus propiedades funcionales, se encuentran conectadas en redes. Regulación de la célula betaLa célula secretora de insulina (células β) además de la glucosa, es regulada por varios niveles de aportes paracrinos, endócrinos, neuronales y nutricionales que colectivamente determinan su actividad.[7] Regulación autocrinaLa función autocrina de la insulina sobre las células β, regula negativamente su propia secreción (retroalimentación negativa). La eliminación del receptor de insulina de la superficie de las células β, provoca una hipersecreción de insulina.[37] Regulación paracrinaLa somatostatina secretada por las células delta del islote, tiene efecto paracrino sobre las células beta, ya que inhibe la liberación de insulina. Regulación endócrinaLa hormona del crecimiento y la prolactina estimulan la secreción de insulina. La prolactina promueve la hipertrofia y la hiperplasia de los islotes durante el embarazo. Las incretinas comprenden varias hormonas gastrointestinales, que interactúan con GIP y GLP-1, durante las comidas que contienen proteínas, grasas y carbohidratos complejos, todas tienen efecto de secreción de insulina (insulinogénicas).[41] Recambio celular de células betaLos niveles de replicación de células beta y la apoptosis de las mismas se equilibran. El equilibrio permite el reemplazo gradual de la población de células beta que deben considerarse un tejido que se renueva lentamente.[42] Patología de la célula betaLa patología propia de las células secretoras de hormona insulina, se conoce como insuficiencia de las células β .[44] En la diabetes tipo 1, el sistema inmunológico destruye las células Beta debido a una reacción autoinmune que puede implicar tanto a su transportador de Zinc, ZnT8; a la glutamato descarboxilasa (GAD); a la misma insulina o a otras moléculas. Sin las células beta, el páncreas no puede producir insulina lo cual causa un incremento en los niveles de glucosa con las consecuencias a corto y largo plazo que ocasiona la diabetes. Trasplante de células betaEl reemplazo de las células secretoras de insulina, tiene el potencial de curar la diabetes tipo 1 y es posible que también la diabetes tipo 2.
La terapia con islotes pancreáticos se utiliza en algunos pacientes con diabetes tipo 1, son obtenidos de donantes (heterólogos).[48][49]
El rechazo del trasplante puede detectarse por la hiperglucemia y un aumento en la hemoglobina glucosilada (HbA1C); el tratamiento del rechazo no se ha establecido. Véase tambiénReferencias
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