De la autoridad
De la autoridad (en alemán: Von der Autorität), también conocido como Sobre la autoridad, es un artículo escrito por Friedrich Engels escrito entre octubre de 1872 y marzo de 1873 dirigido contra el llamado "socialismo antiautoritario" de Mijaíl Bakunin. El artículo aborda la relación entre autonomía y autoridad en la convivencia social.[1][2][3] El artículo está dedicado a la polémica con los antiautoritarios. Engels, utilizando los ejemplos de la organización de la industria fabril, el transporte ferroviario, la navegación, la organización de la lucha de la Comuna de París, muestra que ninguna revolución social puede eliminar el principio de autoridad y, en consecuencia, un cierto grado de dirección autoritaria, tanto en términos de organización de la lucha revolucionaria y en términos de organización de la producción. El artículo fue ampliamente citado por marxistas como Lenin,[4][5] León Trotski, Nikolái Bujarin.[6] Historia de la publicaciónEl artículo de cuatro páginas fue escrito entre octubre de 1872 y marzo de 1873. En el comentario histórico-crítico de este artículo en la Marx-Engels-Gesamtausgabe (MEGA), nos enteramos de que sobrevivió sólo en italiano en una revista italiana ("Almanacco Repubblicano" del año 1874). El artículo está impreso en el volumen 18 de Marx-Engels-Werke (MEW) (págs. 305-308). ContenidoFriedrich Engels comienza abordando la demanda de "algunos socialistas" (refiriéndose a los anarquistas que rodeaban Mijaíl Bakunin en ese momento) y cuestionando sus ideas de una sociedad sin autoridad. Basándose en un breve análisis del actual modo de producción capitalista, Engels se pregunta si una sociedad poscapitalista basada en su nivel de civilización y tecnología es posible incluso sin ninguna autoridad:
Friedrich Engels deduce entonces que en la producción y reproducción social de la vida, las personas también deben someterse a principios autoritarios de orden, y no sólo a principios autónomos. La autoridad surge cuando es necesario garantizar un proceso fluido. Justifica esta necesidad de autoridad, por un lado, con la división del trabajo, que se ha intensificado cada vez más en el curso del desarrollo de la sociedad (industrialización) y alcanzó su punto máximo bajo el capitalismo. Para seguir produciendo la riqueza de bienes que el capitalismo ha producido en una sociedad socialista, debemos entrar en formas muy específicas de metabolismo con el medio ambiente (por tanto, trabajo concreto), como en el capitalismo. Engels ilustra esta limitación trabajando en una fábrica de algodón (podríamos incluso imaginar el proceso de producción en una fábrica moderna) o en el ferrocarril: “¿qué pasaría con el primer tren que arrancara, si se aboliese la autoridad de los empleados del ferrocarril sobre los señores viajeros? Pero, donde más salta a la vista la necesidad de la autoridad, y de una autoridad imperiosa, es en un barco en alta mar. Allí, en el momento de peligro, la vida de cada uno depende de la obediencia instantánea y absoluta de todos a la voluntad de uno solo".
Engels critica la afirmación de los antiautoritarios de que "el Estado político autoritario sea abolido de un plumazo, aun antes de haber sido destruidas las condiciones sociales que lo hicieron nacer", es decir, la afirmación de que "el primer acto de la revolución social sea la abolición de la autoridad":
Al final, Engels llega a la siguiente conclusión:
* Citas extraídas de Marxists Internet Archive. Véase tambiénReferencias
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