Derechos de las plantasLos derechos de las plantas son derechos que pudieran corresponderles a las plantas que tienen vida, al igual que los seres humanos.[cita requerida] Tales cuestiones son planteadas con frecuencia en relación con los debates sobre los derechos de los animales o biocentrismo. Argumentos filosóficosSobre el tema de si los derechos de los animales se pueden extender a las plantas, el filósofo Tom Regan sostiene que los animales adquieren derechos por estar conscientes, lo que él denomina "sujetos-a-una-vida". Regan afirma que este concepto no es aplicable a las plantas, y que, incluso si las plantas tuvieran derechos, abstenerse de comer carne todavía sería moral, debido al uso de las plantas para criar animales.[1] Según el filósofo Michael Marder, la idea de que las plantas deben tener derechos proviene de la «subjetividad en cuanto a las plantas», que es distinta de la persona humana.[2][3][4][5][6] El filósofo Paul Taylor sostiene que toda vida posee un valor intrínseco y aboga por el respeto a las plantas, pero no les asigna derechos.[7] Christopher D. Stone, propuso en un trabajo publicado en 1972 titulado «¿Es que los árboles deben tener capacidad como sujetos de derecho?», que si se les asignan derechos a las corporaciones, con una lógica similar también se les debería asignar derechos a los objetos naturales, como por ejemplo a los árboles.[8][9] Argumentos científicosEn el estudio de la fisiología de las plantas, se entiende que las plantas poseen mecanismos con los cuales reconocen los cambios en el ambiente. Esta definición en cuanto a la percepción en las plantas difiere de la noción de que las plantas son capaces mostrar sentimientos. El último concepto, junto con la inteligencia de las plantas, puede remontarse a 1848, cuando Gustavo Theodor Fechner, un psicólogo alemán, sugirió que las plantas son capaces de mostrar emociones y que es posible hacerlas crecer de manera saludable al hablarles y darles atención y afecto.[cita requerida] Véase tambiénReferencias
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