La diócesis tiene 4524 km² y extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en la parte más septentrional de la comunidad autónoma de Galicia, comprendiendo:
En 2021 en la diócesis existían 422 parroquias agrupadas en 7 arciprestazgos: Ferrol, Xuvia, Viveiro, Ortegal-As Pontes, Ribadeo-Miranda, Terrachá y Mondoñedo.
En los territorios de la actual diócesis existió, en los siglos VI y VII, una diócesis llamada "de Bretoña o de Britonia". Este distrito eclesiástico, que tenía su sede en el actual municipio de A Pastoriza, fue erigido por britano-romanos que huían de la Britania romana tras las invasiones de sajones y anglos, ocupando territorio de la archidiócesis de Lugo, de la que fue sufragánea al principio.. Se conocen cuatro obispos de esta antigua sede entre 572 y 675. El territorio de la diócesis, que se extendía por parte de Galicia y Asturias, fue devastado por Abd-al-Aziz en 716, lo que provocó la desaparición de la sede Britoniensis.
El primer obispo de Mondoñedo fue Sabarico I,[nota 3] que fue obispo de Dumio, cerca de Braga en el norte de Portugal, y abad del monasterio de esa ciudad. Debido a las invasiones de los sarracenos tuvo que abandonar su sede, acompañado de sus monjes, y refugiarse en el norte, en Galicia, donde fue acogido por el rey Alfonso III el Grande, quien le permitió establecerse en una localidad, llamada Mindunieto, y fundó un nuevo monasterio, conocido hoy como San Martín de Mondoñedo. La fundación de esta diócesis, que abarcaba sólo parcialmente el territorio de la antigua sede de Britonia, es decir la parte gallega, se produjo durante el reinado de Alfonso III, que se inició aproximadamente en 866.[nota 4]
A partir de este momento comienza la serie de obispos de Mondoñedo, que durante más de un siglo llevarán indistintamente el doble título de obispos Dumiensis o Sancti Martini Minduniensis.
Inicialmente sufragánea de la archidiócesis de Lugo, en 1071 pasó a formar parte de la provincia eclesiástica de la archidiócesis de Braga y el 27 de febrero de 1120 pasó a ser sufragánea de la archidiócesis de Santiago de Compostela.
En el siglo XII la sede de los obispos de Dumio o Mondoñedo se trasladó a Villamayor y a finales del mismo siglo fue trasladada a Ribadeo y finalmente a partir de 1219 establecida definitivamente en Mondoñedo. A partir de ese momento la diócesis tomó el nombre de diócesis de Mondoñedo. El obispo Martín inició en 1219 las obras de construcción de la nueva catedral, que fue terminada en el siglo XIV.
Durante el episcopado de Pedro Maldonado, en 1565, se inició la construcción del seminario diocesano, el Real Seminario Conciliar de Santa Catalina, según indicaciones del Concilio de Trento, cuya construcción finalizó en 1583. Fue el tercer seminario erigido en el reino español.[1]
En 1954, tras el concordato del año anterior, la diócesis perdió sus enclaves, anexados a la diócesis de Lugo y a la archidiócesis de Santiago de Compostela, y a cambio adquirió un conjunto de parroquias pertenecientes a la diócesis de Lugo y a la archidiócesis de Oviedo.
El 9 de marzo de 1959 asumió su nombre actual en virtud de la bulaQui tamquam Petrus del papaJuan XXIII. Al mismo tiempo, Ferrol se convirtió en sede de los obispos y del capítulo de canónigos.[2]
Durante el curso 2017-2018, 5 seminaristas menores se formaron en el Seminario Mayor diocesano.[4] Los seminaristas menores estudian en el Seminario Menor de Mondoñedo.
El Archivo Diocesano de Mondoñedo, entidad asociada al obispado y situada en el entorno de la catedral mindoniense, tiene entre los libros parroquiales que allí están depositados figuran los más antiguos de las parroquias que forman parte de la diócesis.
La siguiente tabla es una lista de los registros bautismales de las parroquias cuyos datos comenzaron a ser anotados durante el siglo XVI, en el cual se dio comienzo a los que hoy se conservan y que pueden ser consultados in situ por todos los investigadores. Existen también otros miles de libros sacramentales comprendidos entre los siglos XVI-XIX depositados y catalogados desde hace varias décadas allí de todas las parroquias de la diócesis. Los que van desde las postrimerías del siglo XIX hasta la actualidad, suelen conservarse sino en sus respectivas parroquias, entonces en aquellas casas rectorales donde residen los sacerdotes que las atiendan.[5][6]
Los datos aparecen tabulados por estricto orden cronológico de las fechas en que figuran asentados los primeros bautismos, aunque además de tales datos, figuran también los años en que dan comienzo los otros registros sacramentales que la Iglesia, desde el Concilio de Trento, mandó a anotar de manera obligatoria en cada parroquia. Estos son: los matrimoniales y los de defunción, a los que posteriormente se agregaron los de confirmaciones y los libros de fábrica, en los que se solían anotar aquellos asuntos referentes a temas económicos de cada núcleo parroquial.
↑Según Cal Pardo (op. cit., pp. 13-14) no existe continuidad entre la diócesis de Britonia y la sucesiva diócesis de Mondoñedo; de hecho en ninguno documento del siglo IX o del siglo X se habla de restauración de la sede Britoniensis, aunque parte de su territorio ha sido incorporado a la de Mondoñedo.
↑Respecto a la cuestión del origen de la diócesis y del primer obispo de Mondoñedo, no hay unanimidad entre los historiadores. Según algunos, Sabarico I sería un obispo legendario, como lo atestigua una falsificación del siglo XII; otros autores, en cambio, defienden la autenticidad del documento en su parte esencial, aunque admiten interpolaciones posteriores. A favor de la autenticidad del documento está el historiador Cal Pardo, que resume el status quaestionis en las páginas 16-18 de su obra Episcopologio mindoniense. Carriedo Tejedo por su parte, excluyendo a Sabarico I, cree que el primer obispo de Mondoñedo fue Rosendo I, ya mencionado en tiempos del reinado de Ordoño I (850-866); su tesis está expuesta en Locus Sancti Martini, pp. 31-32.
↑Otros autores han puesto el inicio de la diócesis de Mondoñedo en 864 o en 867.