Debe su nombre a cierta similitud con el doble puente del transatlántico americano Siboney que, entre guerras, hizo la ruta Santander-Cuba.[cita requerida]
Es el edificio que mejor refleja el estilo expresionista que se conserva en la ciudad. Ocupa toda una manzana de casas entre las calles Castelar y Juan de la Cosa. Partiendo de un esquema de edificio-barco, que recuerda al Club Marítimo de Santander, presenta balcones semicirculares, esquinas redondeadas, horizontalidad marcada y torres laterales, todo en un atrayente azul claro.[1]