La ermita de la Cara de Dios era un lugar de culto, hoy desaparecido, situado en Madrid, en la calle de la Princesa.
Historia
La ermita fue fundada a partir del testamento de Catalina Mariana Artal de Alagón, esposa de Agustín Homodei, luego marqués consorte de Almonacid. Fue primer patrono de la capilla este último. A través del matrimonio de uno de los hijos de Agustín Homodei, Carlos, con Leonor de Moura y Aragón, marquesa de Castel-Rodrigo pasó el patronazgo a los sobrinos de esta, los príncipes Pío de Saboya, marqueses de Castel-Rodrigo en 1717.[1] La capilla se encontraba enclavada dentro de las casas de los príncipes Pío de Saboya situadas en la conocida como plaza de los Afligidos.[2][3][4]
La capilla fue inaugurada el 21 de enero de 1689 bajo el nombre de capilla de Nuestra Señora de la Concepción, contando con doce capellanes y un capellán mayor. Posteriormente, el templo consiguió la licencia para celebrar la eucaristía en 1701.[1]
El templo fue conocido popularmente como ermita de la Cara de Dios. Este nombre se debía a una imagen de la Santa Faz, que había sido donada a la iglesia por el cardenal Luis Homodei, hermano del primer patrono de la capilla, y que fue en seguida objeto de devoción popular.[5][6] La mayor expresión de esta devoción popular consistía en una concurrida romería a la capilla realizada cada Viernes Santo.[7][5][8][9]
El aspecto exterior de la iglesia en el siglo XX correspondía con una fachada de estilo ecléctico (con una cierta inspiración identificable con el neorrománico) a la calle de la Princesa. La fachada se componía de dos cuerpos. El cuerpo inferior contaba con una puerta de medio punto de estilo románico en el centro. En el cuerpo superior se disponía otro arco ciego en el que se encuadraban agrupadas tres ventanas terminadas cada una en un arco de medio punto, todo ello en el marco de una clara inspiración románica. Los cuerpos se coronaban con un frontón en forma de triángulo cortado y rematado por una espadaña, que contaba con una campana. La puerta de acceso estaba protegida por una reja de media altura, que la separaba de la calle de la Princesa. En línea con la fachada, inmediatamente al sur, se disponía una casa de un solo piso destinada posiblemente a servir de capellanía al templo.
En el interior sabemos que contaba con un lienzo representando la Inmaculada Concepción, titular de la capilla, por Lucás Jordán.[Nota 1][12][13][14][15][16] Además contaba con la reliquia de la Santa Faz que dio origen al nombre popular de la ermita.[5][8] Tanto la Inmaculada Concepción de Jordán como la reliquia de la Santa Faz son recogidos por Ponz dentro de su Viage de España, al tratar las casas de los grandes en el tomo dedicado a Madrid.[13]
En la cultura
La fama de la romería llegó a ser tal que se compusieron distintas obras en torno a la imagen y su romería:
En 1898, Carlos Arniches escribió el melodrama La Cara del Dios.
En 1899, Ruperto Chapí compuso la zarzuela La Cara de Dios, basada en la obra de teatro anterior, que fue estrenada en el Circo Price el 21 de noviembre de ese año.
En 1900, A cuarto y a dos, otra zarzuela, del mismo autor y continuación de la anterior.
↑Es muy posible que este cuadro sea el conservado en el Palacio Arzobispal de Madrid. La procedencia de este lienzo se identifica tanto con la capilla del palacio de los Príncipes Pío (Ceán Bermúdez), como con un cuadro existente en la capilla de la Concepción (Ferrari-Scavizzi).
Ponz, Antonio (1776). «Casas de grandes». En Joaquín Ibarra, ed. Viage de España, ó, Cartas en que se dá noticia de las cosas mas apreciables y dignas de saberse que hay en ellaV. Madrid. Consultado el 10 de julio de 2021.