Con motivo de la Copa América 2007, la instalación deportiva fue sometida a un proceso de remodelación con una inversión cuarenta millardos de bolívares. Entre las mejoras realizadas están la renovación del engramado y el sistema de filtración, mejora de los vestuarios, creación de una zona vip y ampliación del área de prensa, así como la recuperación de las obras de arte anexas además de dotarlo de un sistema moderno de electricidad que le confieren características de alto nivel en materia de iluminación, un cambio drástico de las antiguas torres de luz totalmente renovadas con mayor intensidad de luz blanca ideales para las transmisiones por televisión y los presentes en el campus.[2]
Para la prensa, se habilitaron diecinueve cabinas para medios audiovisuales (ocho exclusivamente para radio). Quinientos cincuenta puestos para los comunicadores de medios impresos, junto a dos salas para conferencias de prensa con capacidad para sesenta personas cada una así como acceso a Internet y líneas telefónicas.
Los sistemas de seguridad también fueron modernizados: un conjunto de más de treinta cámaras vigilarán todo lo que acontezca fuera y dentro del escenario.
El cambio más drástico y polémico fue instalación de sillas en la grada popular que disminuyó la capacidad del aforo inicial que —según datos oficiales de la Fundación UCV— fue de treinta mil espectadores. Pero, luego de los trabajos, se redujo a veinte mil novecientas personas sentadas y que cambió notablemente el aspecto visual del concreto crudo, al llamativo al verde amarillo de los asientos nuevos.
Todos los trabajos fueron avalados y discutidos con la Unesco para mantener los estándares de remodelación y mantenimiento de las estructuras denominadas Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Debido al desgaste y deterioro cotidiano, el estadio fue inhabilitado para albergar partidos en enero de 2018, y se le sometió a trabajos de recuperación y reacondicionamiento. Fue abierto nuevamente el 13 de septiembre del mismo año.[3] Seis días más tarde, albergó el partido de ida entre el Caracas Fútbol Club y el Atlético Paranaense, por los octavos de final de la Copa Sudamericana.[4]