La isla Grande de Chiloé es la mayor de las islas que integran el archipiélago de Chiloé, un conjunto insular situado en la Región de Los Lagos, en el sur de Chile. Esta isla cuenta con una longitud de 180 kilómetros, de norte a sur, y un ancho promedio de 50 km. Su superficie es de casi 9000 km². Es atravesada de norte a sur por la cordillera de la Costa, que recibe los nombres locales de cordillera del Piuchén —o de San Pedro— en su parte norte, y de Pirulil, en el sector austral.
El área se caracteriza por su gran actividad marítima, por la fuerte religiosidad —manifestada en sus iglesias y festividades—,[1] por sus artesanías en fibras, lana y madera, por su alfarería,[2] por las construcciones en palafitos y, principalmente, por las tradiciones culturales y mitológicas de sus habitantes.
A la llegada de los españoles, la isla estaba poblada por chonos, huilliches y cuncos. Los chonos eran cazadores y recolectores nómadas que se desplazaban en embarcaciones llamadas dalcas, mientras los otros dos pueblos se dedicaban al cultivo de papas, maíz y porotos y a la ganadería de llamas.
En 1558, García Hurtado de Mendoza inició otra expedición que culminó en la posesión de estas islas para la Corona española. En 1567 comenzó el proceso de conquista en Chiloé, fundándose la ciudad de Castro. La isla fue originalmente bautizada con el nombre de Nueva Galicia, pero ese término no prosperó y se mantuvo la voz huilliche Chiloé, que significa "lugar de chelles" (una gaviota blanca con la cabeza negra).
Los jesuitas, encargados de la evangelización, construyeron capillas por todo el archipiélago; para 1767 ya había 79, y actualmente se pueden encontrar más de 150 templos de madera al estilo tradicional, muchas de ellas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.[3][4] Tras la expulsión de la población jesuita en 1767, la Orden Franciscana asumió la asistencia religiosa de la isla desde 1771.[5]
Debido a que dependía directamente del Virreinato del Perú, el proceso de independencia de Chile pasó inadvertido en Chiloé y, de hecho, fue uno de los últimos reductos españoles en Sudamérica. Pasó a formar parte de dicho país recién 1826, mediante el Tratado de Tantauco, 8 años después de la Independencia y tras las campañas fallidas de 1820 y 1824).[6] A partir de 1843, un gran número de chilotes emigraron a la Patagonia en busca de trabajo, principalmente a Punta Arenas pero al mejorar las condiciones de vida y trabajo en la isla en el siguiente siglo esa migración empezó a disminuir gradualmente.[7]
En el siglo XIX fue centro de abastecimiento de los balleneros extranjeros, especialmente franceses.[8] Desde mediados del siglo XIX y hasta principios del siglo XX, Chiloé fue el principal productor de durmientes para ferrocarriles en todo el continente.[9] A partir de entonces, comenzaron a formarse nuevos pueblos para dedicarse a la industria, así nacieron Quellón, Dalcahue, Chonchi y Quemchi. Desde 1895 se fueron entregando tierras a colonos europeos y también a grandes industrias productoras.
Con el auge de la ganadería, se comenzó a ocupar la zona interior de las islas, pues antes solo se ocupaban las costas. Con la construcción del ferrocarril entre Ancud y Castro en 1912 se completó la ocupación de las tierras interiores de la isla. Este ferrocarril quedó fuera de servicio luego de sufrir daños en el terremoto de Valdivia de 1960.
A finales del siglo XX, Chiloé siguió el modelo impuesto en todo Chile y experimentó cambios en sus sistemas de vida. Las nuevas empresas de acuicultura, como las salmoneras, trajeron beneficios para los chilotes, como la generación de empleos, pero también problemas, como la alteración de los ecosistemas.
En 1972 se presentó promulgó por primera vez una ley en referencia al proyecto de construcción de un puente que permitiera unir la Isla Grande con el territorio continental,[10] idea promovida por el entonces diputado por la zona Félix Garay.[11] La idea de la construcción de este viaducto solo comenzaría a concretarse durante el gobierno de Ricardo Lagos el que lanzó el proyecto como parte de las obras para celebrar el Bicentenario del país. Sin embargo, durante 2006, el proyecto del Puente Bicentenario fue cancelado luego que el costo estimado superara con creces lo presupuestado inicialmente. Actualmente el proyecto del puente se encuentra en curso.
En 2012, la Organización de Naciones Unidas reconoció los esfuerzos de los Chilotes para preservar su patrimonio agrícola. Gracias a las investigaciones genéticas han demostrado que la mayoría de las papas que se cultivan en el mundo provienen de variedades nativas del archipiélago de Chiloé.
Ciudades
Las principales ciudades y pueblos son:
Castro: 33.417 habitantes[12]. Fundada en 1567 es la ciudad más poblada de la isla, y la capital de la provincia de Chiloé desde 1982.[13]
Ancud: 28.662[12] habitantes. Fundada en 1767, fue la capital de la provincia de Chiloé hasta 1982; y es la segunda ciudad más importante de la isla. Allí se encuentra el Museo Regional de Ancud, que conserva objetos históricos, artesanales y representaciones de seres mitológicos.[13]
Quellón: 17.562[12] habitantes, es la tercera ciudad más grande de Chiloé. La ciudad fue fundada en 1906 por una compañía destilatoria que decayó en 1952. Su nombre original era Llauquil.[13]
Dalcahue: 7.120[12] habitantes. Famoso por su feria artesanal que se efectúa los domingos por la mañana. Allí se pueden adquirir tejidos y cestería provenientes de las localidades vecinas. Es paso obligado para cruzar a la isla de Quinchao.[13]
Chonchi: 5.632[12] habitantes. Fundada en 1754, es conocida como la «ciudad de los tres pisos», se caracteriza por sus construcciones en ciprés.[13]
Queilen: 2.306[12] habitantes, es un puerto asentado en una larga península. Los jesuitas se radicaron en Queilen en el siglo XVIII, pero el pueblo solo pudo surgir a fines del siglo XIX. Se encuentra a casi media hora de Chonchi.[13]
↑Sahady Villanueva, Antonio; Gallardo Gastelo, Felipe; Bravo Sánchez, José (2009). «La dimensión territorial del espacio religioso chilote: fusión ejemplar del patrimonio tangible con el intangible». Revista de Geografía Norte Grande42: 41-57. ISSN0718-3402. doi:10.4067/S0718-34022009000100003.
↑Bustos Zúñiga, Camila Paz (2005). Reconstrucción de las tradiciones alfareras de Caulín y Apiao a partir de fuentes orales: Chiloé, X Región. Universidad Austral de Chile, Facultad de Filosofía y Humanidades: Tesis para optar al grado de Licenciado en Antropología y al título de Antropólogo.
↑Guarda, Gabriel (1984). Iglesias de Chiloé. Santiago de Chile: Ediciones Universidad Católica de Chile. BCIN 81878.
↑Consejo de Monumentos Nacionales (2003). Postulación de las iglesias de Chiloé para su inclusión en la lista del patrimonio mundial ante la UNESCO. Santiago de Chile: Consejo de Monumentos Nacionales. ISBN956-7953-00-7.
↑Gutiérrez, Ramón (2007). «Las misiones circulares de los jesuitas en Chiloé: Apuntes para una historia singular de la evangelización». Apuntes: Revista de Estudios sobre Patrimonio Cultural20 (1): 50-69. ISSN2011-9003.
↑Barros Arana, Diego (1856). «Documento Justificativo Nº 14». Las campañas de Chiloé (1820-1826). Santiago de Chile: Memoria histórica presentada a la Universidad de Chile en la sesión solemne de 7 de diciembre de 1856.
↑Berguño, Fernando (2003). «¿Un proyecto de asentamiento francés en la isla de Chiloé (1827-1829)?». Magallania. Anales del Instituto de la Patagonia31: 15-20. ISSN0085-1922.
↑Maldonado C., Roberto; Departamento de Navegación e Hidrografía, Chile (1897). Estudios geográficos é hidrográficos sobre Chiloé. Santiago de Chile: Establecimiento Poligráfico "Roma". p. 379.
↑ abcdefgInstituto Nacional de Estadísticas (2019). «Ciudades, pueblos, aldeas y caseríos 2019» (PDF). Santiago. p. 115. Archivado desde el original el 13 de julio de 2019. Consultado el 13 de febrero de 2020.
Chiloeregion.comArchivado el 11 de enero de 2012 en Wayback Machine., página sobre un movimiento social que pretende hacer de Chiloé una región aparte de Los Lagos.