Judeo-masoneríaVéase también: Conspiración judeo-masónico-comunista-internacional
El término judeo-masonería, judeo-masónico, contubernio judeo-masónico o conspiración judeo-masónica se relaciona con teorías conspirativas que atribuyen a la francmasonería y al judaísmo un papel protagonista en situaciones de influencia, alianza y/o subordinación. El término es empleado principalmente por adversarios de estos dos grupos, sean antimasónicos, antijudaicos o antisemitas. Historicidad del términoLa amalgama entre esos dos grupos fue hecha por los católicos franceses durante los años posteriores a la publicación del libro de Augustin Barruel Memoria para servir a la historia del Jacobinismo, en 1797, donde denuncia una conspiración masónica en la revolución francesa. Algunos años después, las logias masónicas se abren a los judíos y los dos grupos son entonces relacionados.[1] En 1871, a los judíos de Argelia francesa se les concede la nacionalidad francesa por los decretos Crémieux, en referencia a Adolphe Crémieux, ministro de Justicia, a la vez judío y francmasón. Su denuncia constituye el verdadero nacimiento de la "conspiración judeo-masónica".[1] Teóricossiglo XIXEn 1816 Johann Christian Ehrmann publica en Alemania de manera anónima un libro apoyando la tesis[2] de que los judíos masones de Fráncfort del Meno querían una república mundial fundada sobre el humanismo. Ehrmann era francmasón.[3] En 1850, el sacerdote católico Antonio Bresciani publicó la influyente novela L'Ebreo di Verona (El judío de Verona). También propagó sus doctrinas antisemitas y antimasónicas a través de la revista de los jesuitas La Civiltà Cattolica, publicación que contribuyó a fundar en 1850.[4] Según Jacob Katz, es en un libro de 1852 de Eduard Emil Eckert,[5] que una hostilidad común contra francmasones y judíos fue argumentada por primera vez.[6] siglo XXEn 1903, Isidore Bertrand defiende la tesis en un libro.[7] En 1921, Ernest Jouin retoma la tesis.[8] En 1929, Léon de Poncins asocia igualmente las dos comunidades.[9] En 1932, el sacerdote católico Juan Tusquets publica Orígenes de la revolución española, considerada la obra con la que introduce en España el mito de la conspiración judeo-masónica internacional.[10] En 1935, Joseph Santo denuncia una conspiración judeomasónica en la represión de los disturbios del 6 de febrero de 1934.[11] En las décadas de 1940 y 1950, Barry Domvile señala a la organización "judmas", un contubernio judeomasónico responsable de una influencia negativa sobre la historia mundial.[12] Oponentes a la tesisGustave Bord fue uno de los primeros historiadores en negar la existencia de una conspiración judeomasónica.[13] Conspiración judeo-masónico-comunista-internacionalEsta sección es un extracto de Conspiración judeo-masónico-comunista-internacional.[editar] Conspiración judeo-masónico-comunista-internacional, a veces denominada conspiración judeo-masónico-marxista-internacional, contubernio judeo-masónico-comunista, es una teoría de conspiración que sostiene la existencia de una supuesta coalición secreta de la que formarían parte los judíos, la masonería y el comunismo, que pretenderían un fin oscuro (de una u otra forma, el dominio del mundo). El término se construye con la adición de la capacidad revolucionaria del comunismo a la tesis del siglo XIX de la conspiración judeomasónica o de la fusión de esa tesis con la del siglo XX del judeo-bolchevismo. En la época contemporánea, esta conspiración es y ha sido ampliamente utilizada como instrumento político por grupos conservadores, ultracatólicos, reaccionarios, supremacistas blancos y fascistas para denunciar a la izquierda, pero también a la derecha política.En la cultura popular
Bibliografía
Referencias
Véase también |