Alrededor del año 1840, un grupo de juristas españoles y entre ellos Julián Sanz del Río buscan una doctrina política que dentro del liberalismo inicie el proceso regenerador que necesita el país y contenga en sí un elemento espiritual que no se encuentra en la formulación doctrinaria del liberalismo entonces en boga. Lo encontraron cuando Ruperto Navarro Zamorano, miembro del grupo de amigos de Sanz del Río, tradujo en 1841 el Curso de Derecho Natural, o Filosofía del Derecho de Heinrich Ahrens publicado en París en 1837, donde expone que el fundamento del Derecho consiste en la "condicionalidad": el conjunto de las condiciones exteriores de que depende el destino racional del hombre y la humanidad que ha de desarrollarse sistemáticamente como un orden universal de piedad, abnegación y altruismo. Esta filosofía se resume en la fórmula del "racionalismo armónico" o "panenteísmo" y en la obra de Krause Ideal de humanidad para la vida (1811).
Las implicaciones pedagógicas de la filosofía krausista obligan a poner en contacto directo al alumno con la naturaleza y con cualquier objeto de conocimiento (de ahí la importancia de las clases experimentales y de las excursiones), así como a establecer un gradualismo desde los gérmenes de cada disciplina de conocimiento hasta la suma complicación e interconexión de los niveles superiores. Por otra parte, es fundamental en el krausismo la laicidad y la creencia antidogmática en un dios ajeno a reglamentaciones de ningún tipo.
Debido al idioma común, ciertos hispanoamericanos fueron exiliados a España donde se pusieron en contacto con las doctrinas de Krause. El caso más directo fue el del puertorriqueño Eugenio María de Hostos, quien estudió con Sanz del Río y cuya novela La peregrinación de Bayoán está totalmente imbuida con una filosofía unitaria del organismo social. Hostos, por ejemplo, pregona la liberación de la mujer, pero más que como un derecho humano, más bien como un bien mayor para la colectividad, para el organismo social. Otro caribeño, el prócer y literato cubano José Martí, después de padecer un presidio político de trabajos forzados y grillete por haber escrito cartas contra la brutalidad militar del régimen colonial transatlántico, y pese a su juventud, logra salir del presidio y exiliarse en la Península. Después de seis meses de labor dura pudo estudiar Derecho cuando también se puso en contacto con las doctrinas de Krause.
Los dos, Martí y Hostos, aunque con un discurso muy propio y original, formulan un discurso con influencia al principio de esa especie de liberalismo krausista donde el individuo actúe para la mejora de la sociedad. En ambos casos, este discurso evoluciona hasta el llamado «nacionalismo antiimperialista» (término elaborado por el Dr. Rafael Cuevas, y referido al análisis del discurso del patriota nicaragüense Augusto C. Sandino que lucha contra la ocupación estadounidense).[2] Hostos y Martí acabaron siendo próceres independentistas y aliados en su lucha anticolonial, en este caso tanto de Cuba como de Puerto Rico, contra España. Además, los dos fueron iniciados en la francmasonería, confirmándose la influencia mutua entre el krausismo y la masonería. Esto promueve una especie de red social de apoyo a la emigración de educadores liberales krausistas que llegan a las repúblicas independientes con gobernantes liberales latinoamericanos, y se destacan en la educación, como fue el caso de Costa Rica.
López Morillas, Juan. El krausismo español: Perfil de una aventura intelectual. (1956).
Jiménez García, Antonio. El krausismo y la Institución Libre de Enseñanza. (1985).
Gil Cremades, Juan José. El reformismo español: Krausismo, escuela histórica, neotomismo. (1969).
Lipp, Solomon. Francisco Giner de los Ríos (1985).
León Esteban, León. “El krausismo en España: teoría y circunstancia”. Historia de la educación 4 (ene-dic 1985), pp. 97–117.
Bibliografía sobre el krausismo en América
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José Luis Gómez Martínez, “Pensamiento hispanoamericano: el caso del krausismo”, Actas del II Seminario de Historia de la Filosofía Española, ed. Antonio Heredia Soriano (1982), pp. 155-172.
Fundación Friedrich Ebert, Instituto Fe y Secularidad, El krausismo y su influencia en América Latina (1989).
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Arturo Andrés Roig, Los krausistas argentinos (1969).
Otto Carlos Stoetzer, Karl Christian Friedrich Krause and his influence in the Hispanic World. (1998) (ISBN 3-412-13597-6)
Friedrich-Ebert-Stiftung, El krausismo y su influencia en América Latina (1989).
Thomas Ward, La teoría literaria: romanticismo, krausismo y modernismo ante la globalización industrial (2004).