La carga del hombre blanco (The white man's burden) es un poema de Rudyard Kipling, publicado originalmente en la revista popular McClure's en 1899, con el subtítulo «The United States and the Philippine Islands» («Los Estados Unidos y las Islas Filipinas»).[1] Aunque el poema tiene matices más profundos,[2] se popularizó una lectura directa desde los puntos de vista dominantes en la época (racista, eurocéntrico, imperialista o jingoísta), justificando como una noble empresa, una ingrata y altruista obligación (incluso una sagrada misión en el sentido misionero), el dominio del "hombre blanco" sobre las definidas como "razas inferiores".[3][4][5][6][7]
El poema fue escrito originalmente para el Jubileo de Diamantes de la reina Victoria (Diamond Jubilee, 20 de junio de 1897), pero el autor cambió el texto para reflejar un nuevo tema: la colonización estadounidense de las Filipinas tras su victoria en la Guerra Hispano-Norteamericana de 1898.[8]
Métricamente consiste en siete estancias que siguen un esquema de rima regular.
Aparentemente, en una lectura superficial, el tema es un mandato retórico al hombre blanco para que colonice a las demás razas en beneficio de estas mismas, siendo su "carga" tanto la tarea como los propios pueblos a colonizar. A causa de este tema, así como de lo rotundo de su título, se convirtió enseguida en un emblema del dominio colonial y del eurocentrismo.[9][10][11]
Abundan tanto las parodias como las obras críticas que utilizan motivos o citas literales (directas o parafraseadas) provenientes del poema. Ejemplos tempranos de ello son el poema «The Brown Man's Burden» de Henry Labouchère (1899),[12] un artículo del periodista británico Edmund Morel sobre las prácticas coloniales en el Estado Libre del Congo (1903),[13] y el poema de Ernest Crosby «The Real White Man’s Burden» (1902).[14]
Interpretación
La interpretación imperialista de «La carga del hombre blanco» (1899) propone que la raza blanca está moralmente obligada a civilizar a los pueblos no blancos de la Tierra y a fomentar su progreso (económico, social y cultural) mediante el colonialismo:[15]
La implicación, por supuesto, era que el Imperio existía no para el beneficio —económico o estratégico o de otro tipo— de la Gran Bretaña, sino para que los pueblos primitivos, incapaces de autogobernarse, pudieran, con la guía británica, llegar a ser civilizados (y cristianizados).[16]
Kipling representa de manera positiva al imperialismo como la carga moral de la raza blanca, que está divinamente destinada a «civilizar» al Otro bruto y no blanco que habita en las partes bárbaras del mundo; a saber, los versos séptimo y octavo de la primera estrofa dan una falsa imagen de los filipinos como "gentes recién capturadas y hoscas, mitad diablo y mitad niño".[17] A pesar del nacionalismo chovinista que servía de soporte al imperialismo occidental en el siglo XIX, la oposición moral pública a la inadecuada representación racialista de Kipling sobre la explotación colonial del trabajo en "La carga del hombre blanco" dio como resultado el ensayo satírico «To the Person Sitting in Darkness» (A la persona sentada en la oscuridad; 1901), de Mark Twain, que cataloga las atrocidades militares occidentales de venganza cometidas contra el pueblo chino por su rebelión anticolonial de los bóxers (1899-1901) contra abusivos empresarios occidentales y misioneros cristianos.[18]
Desde el punto de vista político, Kipling ofreció el poema al gobernador de Nueva York,Theodore Roosevelt (r. 1899-1900), para que le ayudara a convencer a estadounidenses antiimperialistas de que aceptaran la anexión territorial de las islas Filipinas a Estados Unidos.[19][20][21][22] En septiembre de 1898, la reputación literaria de Kipling en los Estados Unidos le permitió promover el imperio estadounidense ante el gobernador Roosevelt:
Ahora, entre y ponga todo el peso de su influencia en aferrarse, permanentemente, a todas las Filipinas. Los Estados Unidos han clavado un pico en los cimientos de una casa podrida, y están moralmente obligados a construir la casa de nuevo, desde los cimientos, o dejarla caer de sus orejas.[23]
Como poesía imperial victoriana, «La carga del hombre blanco» correspondía temáticamente a la creencia de Kipling de que el Imperio Británico era la «carga divina de reinar el Imperio de Dios en la Tierra" de los ingleses,[24] y celebra el colonialismo británico como una misión civilizadora que eventualmente beneficiaría a los nativos colonizados.[25][26] Roosevelt le envió el poema al senador estadounidense Henry Cabot Lodge para que diera su opinión y coincidieron en que tenía «bastante sentido desde el punto de vista de la expansión» para el imperio estadounidense.[27] Desde finales del siglo XIX, «La carga del hombre blanco» ha servido a los argumentos y contraargumentos de los partidarios y los detractores del imperialismo y la supremacía blanca.[27]
El poeta y diplomático nicaragüense Rubén Darío reaccionó contra el poema de Kipling y su justificación de Roosevelt tomando él mismo el mismo rol cultural que Kipling, pero desde el mundo hispano, y en defensa de la labor colonizadora, y moralizadora de España, diferenciándola claramente del matiz materialista y burgués del colonialismo anglosajón por medio del poema "A Roosevelt" de su libro Cantos de vida y esperanza (1905), con motivo además del tricentenario de la publicación del Don Quijote de Miguel de Cervantes. Este poema desbordó su propósito inicial, que era denunciar el intervencionismo estadounidense en Centroamérica con motivo de la separación de Panamá del estado colombiano, que motivó la confección de una primera versión del poema en enero de 1904 en Málaga, España.
Otras obras con el mismo título
Un libro de William Easterly: The White Man's Burden: Why the West's Efforts to Aid the Rest Have Done So Much Ill and So Little Good. Penguin Press HC, 2006; ISBN 1-59420-037-8[28]
↑"The White Man's Burden." McClure's Magazine 12 (Feb. 1899).
↑Kipling celebró el heroísmo de una labor civilizadora en la que creía sinceramente, sin excluir los aspectos más oscuros, como el racismo inherente a una ideología que consideraba la sagrada misión del hombre blanco como un deber y una carga. (Rudyard Kipling, una forma de felicidad Ignacio F. Garmendia). La oda, se interpreta no obstante como una forma de alertar «a los británicos contra el orgullo imperialista» e instar «a los Estados Unidos a asumir la tarea de ayudar a los países subdesarrollados» (Breve biografía por Eduardo Alonso, misma web).
↑Miller, Stuart Creighton (1982). Benevolent Assimilation: The American Conquest of the Philippines, 1899-1903. Yale University Press. ISBN0-300-03081-9. p. 5: "...imperialist editors came out in favor of retaining the entire archipelago (using) higher-sounding justifications related to the "white man's burden."
↑Judd, Denis (junio de 1997). «Diamonds are forever: Kipling's imperialism; poems of Rudyard Kipling». History Today47 (6): 37.: "Theodore Roosevelt...thought the verses 'rather poor poetry, but good sense from the expansionist stand-point'. Henry Cabot Lodge told Roosevelt in turn: 'I like it. I think it is better poetry than you say'."
↑Examples of justification for imperialism based on Kipling's poem include the following (originally published 1899-1902):
Opinion archive, International Herald Tribune (4 de febrero de 1999). «In Our Pages: 100, 75 and 50 Years Ago; 1899: Kipling's Plea». International Herald Tribune: 6. Archivado desde el original el 27 de octubre de 2005.: "An extraordinary sensation has been created by Mr. Rudyard Kipling's new poem, The White Man's Burden, just published in a New York magazine. It is regarded as the strongest argument yet published in favor of expansion."
↑Crosby, Ernest (1902). The Real White Man’s Burden. Funk and Wagnalls Company. pp. 32-35. Published online by History Matters, American Social History Project, CUNY and George Mason University.
↑The Oxford Companion to English Literature 6th Edition (2006) p. 808.
↑Judd, Denis (June 1997). «Diamonds Are Forever: Kipling's Imperialism; poems of Rudyard Kipling». History Today47 (6): 37.: "Theodore Roosevelt . . . thought the verses 'rather poor poetry, but good sense, from the expansionist stand-point'. Henry Cabot Lodge told Roosevelt, in turn: 'I like it. I think it is better poetry than you say.' "
↑Greenblatt, Stephen. Norton Anthology of English Literature, New York 2006 ISBN0-393-92532-3.
Mama, Amina (1995). Beyond the Masks: Race, Gender, and Subjectivity. Routledge, 1995, ISBN 0-415-03544-9.
Miller, Stuart Creighton (1982). Benevolent Assimilation: The American Conquest of the Philippines, 1899-1903. Yale University Press. ISBN 0-300-03081-9.
Pimentel, Benjamin (October 26, 2003). "The Philippines; "Liberator" Was Really a Colonizer; Bush's revisionist history". The San Francisco Chronicle: D3.
Sailer, Steve (2001). "What Will Happen In Afghanistan?". United Press International, 26 September 2001.
Snodgrass, Chris (2002). A Companion to Victorian Poetry. Blackwell, Oxford.
"The White Man's Burden." McClure's Magazine 12 (Feb. 1899).