Los amores de la Inés
Los amores de la Inés es una zarzuela compuesta por Manuel de Falla entre 1901 y 1902. Se estrenó el 12 de abril de 1902 en el Teatro Cómico de Madrid y tuvo veinte actuaciones, realizadas por la compañía de Loreto Prado y Enrique Chicote. Es la única de sus zarzuelas que se representó. El autor del libreto es Emilio Dugi. En ella intervienen ocho personajes y un coro e incluye una seguidilla y un interludio musical. La trama se desarrolla en Madrid, en una casa regentada por Lucas. ArgumentoEl libreto de la zarzuela es obra de Emilio Dugi.[1] La historia que cuenta la zarzuela se desarrolla en Madrid, en una casa regentada por Lucas, que celebra una fiesta. En la segunda parte, Inés y Juan, y Fatigas y Felipe, se casan.[2] Estructura y partituraLa obra consta de un acto y dos cuadros:[3]
La zarzuela está orquestada para dos flautas (flautín), oboe, dos clarinetes, fagot, dos trompas, dos cornetines, tres trombones, timbales, percusión y sección de cuerdas.[3] PersonajesLos ocho personajes y el coro que aparecen en la obra son: Inés, Felipa, La Blasa, Juan, Señor Lucas, Fatigas, Moreno, Rata Sabia, Araña, Pesqui y Mozo.[3] Tras su estreno el 12 de abril de 1902 en el Teatro Cómico de Madrid se realizaron veinte actuaciones, a cargo de la compañía de Loreto Prado y Enrique Chicote.[2][1] CríticaLas críticas fueron, en general, favorables para la música pero no así para el libreto, cuya temática se consideró llena de estereotipos, centrada en las desavenencias sentimentales de dos parejas.[2][1] El crítico de La Correspondencia de España afirmó «en su primera obra de teatro del compositor, el señor Falla, revela un excepcional talento para la composición y hay razones para pensar que estas alegres facultades tendrán un importante desarrollo en las obras venideras».[2] Otro crítico de La Época escribió «En Los amores de la Inés los personajes tipo están estudiados, hay versos inspirados y situaciones cómicas que merecieron los aplausos de la concurrencia y chistes muy ingeniosos. El segundo cuadro divirtió mucho al público, que llamó al proscenio al señor Dugi en una escena ... de mucha gracia. La música del maestro Faya [sic] fue aplaudida».[1] Véase también
Referencias
Bibliografía
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