La música prehispánica prescinde de la noción original de integridad que se observa en el arte prehispánico. La música, la danza y la poesía fueron consideradas como un todo dentro de la práctica mexica. Se incluía en sacrificios, penitencias, ofrendas, ingestión de alucinógenos y otros tipos de hierbas.
Los artistas, aun cuando recibiesen honores y riquezas, formaban parte del servicio doméstico de los señores (tecuhtli). Los músicos recibían un mecátl o cordel distintivo (de donde viene la palabra americana mecate, del náhuatl, mecatl, lit. 'cordel'), que portaban en la cabeza, colgando las puntas encima del pecho. Heredaron por línea directa el instrumental tolteca (por ende teotihuacano) asimilando el legado de las culturas contemporáneas de toda Mesoamérica.[1]
Formas de la música prehispánica
Dependiendo del periodo histórico y de las culturas, las evidencias no de la música en cada una varían, y las investigaciones se enfocan a los períodos clásicos de las culturas mayores (mexica y maya por ejemplo). Si bien no es posible saber cuál era el sonido original de la música prehispánica en general y de cada pueblo en lo particular, de acuerdo a ciertas investigaciones «se ha podido intuir su sonoridad gracias a las expresiones autóctonas, las cuales han sobrevivido por cerca de 500 años, como parte de algunas festividades y ritos de Oaxaca, del Totonacapan y de la península de Yucatán».
Entre los mexicas, la música se enseñaba en el lugar donde se guardaban los instrumentos musicales la Mixcoacalli (Casa de la serpiente de nubes) y en la Cuicacalli (Casa del canto) donde se enseñaba danza, poesía y música.[2]
Idiófonos: Son instrumentos musicales que generan sonido al vibrar el propio instrumento. Entre los ejemplos encontramos:[3]
Ayauhchicahuaztli: Una tabla de sonajas que procuraba la lluvia.
Chicahuaztli: Instrumento musical azteca, el cual, suena con un golpe que se va produciendo indirectamente. Existen de varios tamaños, formas y colores, según se usen para venerar a sus dioses y diosas.
Membráfonos: Son instrumentos musicales donde el sonido es generado por la vibración de una membrana, mediante percusión, frotación o soplo. Entre los que destacan:[4]
Huéhuetl: Era un tambor elaborado con un tronco de árbol, que se ahuecaba por dentro y se le colocaba la piel de algún animal estirada en su parte superior. Se podía tocar con las manos o con baquetas de madera.
Panhuehuetl: Se le conoce como por ser el tambor mayor.
Teponazhuehuetl: Teponaztli con lados adyacentes para ser tocados en parche piel.
Teponaztli: Tambor horizontal de un tronco hueco de madera dura, que se percutían con dos macillos cubiertos de hule en un extremo, para el cambio de guardia nocturna, ceremonias religiosas y señales de guerra.
Tlalpanhuehuetl: Tambor gigante de 2.50 m que desde lo alto de los templos anunciaba la guerra hasta una distancia de 12 km.
Mendoza, Vicente T. (autor)/Castañeda, Daniel (coautor). Instrumental precortesiano . Programa Editorial de la Coordinación de ciencias y humanidades de la UNAM. ISBN 968-36-1537-6. [1]
Sadie, Stanley. (2001) The New Grove: Dictionary of Music and Musicians. Second Edition Vol. 16, MacMillan Publishers Limited