Hija del periodista lucense Francisco Rivera Cela, estudió periodismo en la Facultad de Ciencias de Información de la Universidad Complutense de Madrid (1988-1993); allí mismo haría un posgrado. En esa época integró el equipo fundador de la revista literaria electrónica Espéculo.
Desde su primera novela la ha acompañado el éxito. Comenzó su carrera literaria en 1996 con El refugio, que resultó ganadora del II Premio de Novela Corta Joven y Brillante. A partir de entonces, paralelamente a seguir escribiendo novelas, ha publicado obras juveniles, cuentos y ensayos, además de incursionar en el guion cinematográfico. Las siguientes novelas obtuvieron algunos galardones relevantes: el Premio Ateneo Joven de Sevilla de Novela en 1998 por Que veinte años no es nada —en la que relataba la pasión irrevocable que Luisa siente por un famoso escritor, Cósimo Herrera, veinte años mayor que ella—; con En tiempo de prodigios, resultó finalista del Premio Planeta 2006, que dos años después había alcanzado para entonces una venta de 130.000 ejemplares, convirtiéndose en una de las obras más populares de los últimos años.
Marta Rivera de la Cruz ha desarrollado también actividades como editora: fue responsable de la antología Cuentos clásicos de Navidad (Espasa, 2003) y del libro La ciudad de las columnas, de Alejo Carpentier, publicada en 2004 por la misma editorial y para el cual escribió una introducción.
Ha sido miembro del partido Ciudadanos de la Comunidad de Madrid hasta el 7 de mayo de 2021, día en el que se dio de baja del partido.[1]
Rivera fue diputada en el Congreso de los Diputados entre 2016 y 2019. Posteriormente fue elegida consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid en el Gobierno de coalición PP-Cs presidido por Isabel Díaz Ayuso. Tras la ruptura del pacto de gobierno en marzo de 2021, Marta Rivera fue cesada en su puesto al igual que el resto de consejeros de Ciudadanos. Posteriormente, Rivera se dio de baja del partido y tras las elecciones a la Asamblea de Madrid de 2021, la reelegida presidenta Isabel Díaz Ayuso la volvió a nombrar consejera de Cultura, Deporte y Turismo.
A pesar de escribir exclusivamente en castellano, en 2013 fue seleccionada por la Secretaría General de Igualdad de la Xunta de Galicia[2] como única representante del mundo de las letras para homenajear Cantares Gallegos de Rosalía de Castro en el 150.º aniversario de su publicación.[3][4][n. 1]
Posiciones políticas
Rivera de la Cruz apoyó públicamente[6] en febrero de 2008 las tesis de «Galicia Bilingüe», organización a favor de la derogación inmediata en la comunidad autónoma de Galicia del Decreto 124/2007, regulador de la aplicación de la Ley 3/1983 de normalización lingüística en el entorno educativo.[7][n. 2]
El beso del andén, en la antología Sobre raíles (Imagine Ediciones, 2001).
1934, en el libro de viajes Traslatio literaria y xacobea (Imagine Ediciones, 2007).
Galardones
1996, II Premio de Novela Corta whisky J&B, Joven y Brillante, por El Refugio.
1998, III Premio Ateneo Joven de Sevilla de Novela por Que veinte años no es nada.
2006, Finalista del Premio Planeta por En tiempo de prodigios.
2007, Gallega de Diciembre, del premio Gallegos del año (Grupo Correo Gallego)[16]
2008, XV Premio Puro de Cora de Periodismo, otorgado por El Progreso.[17]
2008, V Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil por La primera tarde después de Navidad.
Notas
↑La elección de esta autora que escribe en castellano se interpretó como una decisión de carácter político del gobierno gallego del PP. Fue considerada una burla por colectivos como la Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega (AELG), el PEN Clube y A Mesa pola Normalización Lingüística, que consideran que la publicación de los Cantares supone un punto de inflexión en la recuperación del idioma gallego. La autora respondió a la polémica en el diario El Progreso con su artículo El BNG, Rosalía y las camelias en Padrón,[5] en el que se refería a una nota publicada por el Bloque Nacionalista Galego (que calificó de "ultraje" la invitación a dicho aniversario), al tiempo que se manifestaba a favor de "el derecho de todos los gallegos a aprender y expresarse tanto en gallego como en castellano".
↑Esta entidad se define como "apartidista e independiente, cuyo fin primordial es lograr para los ciudadanos de Galicia los mismos derechos lingüísticos que disfrutan los ciudadanos de las democracias con más de una lengua oficial, es decir: elección de lengua vehicular en la enseñanza, bilingüismo en la Administración pública, que no se prime el conocimiento de una determinada lengua a la competencia profesional y poner fin al adoctrinamiento nacionalista en la enseñanza".[8] Sin embargo, en algunos sectores se ha interpretado que su fin primordial es defender la superioridad jurídica y social del castellano frente a los otros idiomas españoles,[9] como el gallego "lengua propia de Galicia"[10] que, según algunos colectivos como Queremos Galego Deza, está sufriendo una regresión palpable que pone en peligro su supervivencia a medio plazo.[11][12][13]