Nuestra Señora del Buen Suceso
Nuestra Señora del Buen Suceso, también llamada de Virgen del Buen Sucesso o Madre del Buen Suceso, es el nombre de una de las advocaciones marianas con el cual se venera a la Virgen María en el catolicismo y que tuvo su origen en la ciudad de Quito, Ecuador, en 1594, por medio de sus apariciones a una monja concepcionista en el Convento de la Inmaculada Concepción de Quito. La Santísima Virgen, bajo este título, es venerada en diferentes lugares en el mundo, incluidos Ecuador, España, Filipinas y Portugal. También es patrona de la ciudad de Sagunto (España). Según los relatos existentes, en Quito, Ecuador, ocurrieron algunas apariciones marianas entre 1582 y en 1634 a la religiosa Madre Mariana Francisca de Jesús Torres de la Orden de la Inmaculada Concepción.[1][2] La devoción a Nuestra Señora bajo esta advocación se encuentra principalmente en España y sus antiguas colonias. El papa Paulo V hizo uso temprano de un título similar cuando, en 1607, confió una imagen mariana titulada de Virgen del Buen Suceso a los enfermeros obregones, una imagen que posteriormente se copió en toda España. El "Buen Suceso" se refiere a la Presentación de Jesús en el Templo. En el contexto de las apariciones marianas en Ecuador, el "Buen Suceso" también puede referirse a la restauración espiritual profetizada de la Iglesia católica que tendrá lugar en algún momento después del siglo XX.[3] Las AparicionesEn la madrugada del 2 de febrero de 1594, una monja concepcionista llamada Mariana de Jesús Torres aseguró haber sido testigo de apariciones marianas mismas que sucedieron desde esa fecha y hasta 1634. El obispo de Quito, Salvador de Ribera y Dávalos, aprobó estas apariciones en 1611. La Virgen María, en sus apariciones en Quito, dijo: “Soy María del Buen Suceso, la Reina del Cielo y de la Tierra”. También predijo:
El mensaje de la profecía prometió un periodo de restauración después de la catástrofe en la Iglesia.[6] El 2 de febrero de 1634, la aparición predijo que la infalibilidad papal "será declarada dogma de fe por el mismo papa elegido para proclamar el dogma del misterio de mi Inmaculada Concepción" [cita requerida]. En 1854, el papa Pío IX definió el dogma de la Inmaculada Concepción, y en 1870 declaró el dogma de la infalibilidad papal según lo definido por el Primer Concilio Vaticano, cumpliendo así la predicción de Nuestra Señora.[cita requerida] La madre Mariana murió el 16 de enero de 1635, poco después de la última aparición mariana. Cuando su tumba fue reabierta, en 1906, se encontró que su cuerpo estaba incorrupto. La Arquidiócesis de Quito abrió su proceso para la canonización en 1986. La Santísima Virgen, en sus apariciones en Quito, pidió a la Madre Mariana que mandara a esculpir una imagen en su honor, para ser venerada en todos los tiempos por sus fieles devotos. La obra fue ejecutada por el escultor Francisco del Castillo, y milagrosamente terminada por los Santos Arcángeles, Miguel, Gabriel y Rafael, y San Francisco de Asís, los cuales aparecieron a la Madre Mariana en el coro alto del monasterio. Esta imagen, a diferencia de la Virgen del Buen Suceso que es venerada en España, lleva en su mano derecha el báculo de abadesa y las llaves del monasterio, como fue su expreso deseo. Las profecías de Nuestra Señora del Buen Suceso se encuentran compiladas en "El Cuadernón", el cual se extravió en las paredes del Real Monasterio de la Limpia Concepción de Quito, y del cual se conocen los extractos contenidos en los libros biográficos sobre la Madre Mariana. Su fiesta se celebra el día 2 de febrero, por motivo de su primera aparición. Patrona de SaguntoHistoriaProclamada la coronación pontificia de la sagrada imagen en 1953, su festividad se corresponde con el primer sábado de septiembre. Aunque la Ermita del Buen Suceso se erigió a partir de 1780. Se venera en esta iglesia la imagen de la Virgen del Buen Suceso, la cual cree la tradición que vino por mar. Según esa tradición, una barca había salido de Sagunto al rescate de un bulto misterioso que flotaba en el mar. Nadie conseguía acercarse a él. Varias barcas lo habían intentado, pero el bulto se alejaba insistentemente de ellas para continuar flotando. Por fin un cura, que iba en el último bote, consiguió llegar hasta el bulto y atraparlo. Cuando lo subieron al bote, el sacerdote y la tripulación descubrieron que se trataba de una imagen de la virgen tallada en mármol que, milagrosamente, no se había hundido. Bajaron en procesión las comunidades y cabildos quienes llevaron la imagen al pueblo y, en su honor, construyeron una ermita. El año 1886 se hizo una restauración parcial de esta ermita, que actualmente está regentada por la Asociación Parroquial del Buen Suceso.[7] Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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