Siendo estudiante de arquitectura en Madrid, obtuvo el primer premio del Concurso de la Sociedad Central de Arquitectos por su estudio de restauración de la «Casa de campo aragonesa», con el cual obtuvo además en 1920 la tercera medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes. Fijó su actividad de diseño arquitectónico en la ciudad de Zaragoza y realizó los planos del cine Goya. Fue encargado de proyectar los pabellones de España en la Exposición de Artes Decorativas de París (1925), y de Aragón en la Iberoamericana de Sevilla, 1929.