Principios de LascellesLos principios de Lascelles fueron una convención constitucional en el Reino Unido entre 1950 y 2011, según la cual el soberano podía rechazar una solicitud del primer ministro para disolver el Parlamento si se cumplían tres condiciones:
La convención ha estado en suspenso desde 2011, cuando el poder de prerrogativa del soberano para disolver el Parlamento fue eliminado por la Ley de Parlamentos de Plazo Fijo de 2011. La cartaDurante el debate público sobre la posible respuesta del rey al resultado de las elecciones generales de 1950, que arrojaron una escasa mayoría del Partido Laborista en la Cámara de los Comunes, los principios de Lascelles fueron declarados formalmente en una carta de sir Alan Lascelles, secretario privado del rey Jorge VI, bajo el seudónimo de «Senex» al editor de The Times, publicada el 2 de mayo de 1950:
Así, la carta afirmaba el poder constitucional del Soberano para denegar una disolución, describía las condiciones para un ejercicio válido de ese poder y hacía referencia a los precedentes pertinentes: ocasiones en las que los gobernadores generales de las naciones de la Commonwealth británica, actuando en nombre del monarca, denegaron solicitudes de disolución parlamentaria que no reunían esas condiciones.[cita requerida] Discusión posteriorEl historiador Peter Hennessy declaró en 1994 que la segunda de las tres condiciones había sido desde entonces «eliminada del canon», dejando de estar incluida en las directrices internas de la Oficina del Gabinete.[2] En agosto de 2019, David Herdson, de politicalbetting.com, sugirió que los principios podían seguir siendo relevantes si un primer ministro perdía una moción de censura y luego, con la intención de buscar unas elecciones en lugar de permitir que otra persona formara gobierno, argumentaba un derecho a dichas elecciones como razón para no dimitir y dejar correr el tiempo.[3] Véase tambiénReferencias
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