Según algunos autores se cree que Sil vendría del latínsil: ocre. Plinio el Viejo hablaba en sus documentos de la abundancia de oro y plata que se tiraba de las grandes explotaciones mineras de Gallaecia en lo que hoy son Las Médulas, en la cuenca del Sil; tales minas eran también ricas en materias colorantes o pigmentos ocres. Dioscórides habla expresamente de los ocres de la Iberia occidental.
Más probable es el origen que dan otros autores, como Pokorny y E. Bascuas, que hablan de una raíz indoeuropeasei-, sel- (gotear, correr, húmedo),[1] de las que derivan los nombre de otros ríos como los italianos Silis y Silarus. Otros autores hablan de la raíz celto-gemánica-báltico-eslava: slei-, sli- (resbalar).
También existe una tercera hipótesis de origen preindoeuropeo.[2]
El Sil desemboca en el río Miño, siendo su principal afluente, a la altura de la localidad de Peares. Dicha localidad, cruzada por ambos ríos, tiene la singularidad de pertenecer a dos provincias y cuatro municipios.
En su desembocadura, el río Sil ha recorrido 234 km y aporta un caudal promedio de unos 157 m³/s. El Miño, por su parte, cuando llega a Os Peares ha recorrido unos 135 km y su caudal medio es de 108 m³/s. Generalmente, la jerarquía entre ríos se efectúa teniendo en cuenta en su confluencia al que tiene más caudal y más longitud. En este caso, como ocurre con el Esla y el Pisuerga con el Duero, el Sil supera al Miño tanto en longitud como en caudal (5492 hm³ frente a 2762,9 hm³ de media anual).[3] De ahí viene el dicho: el Sil lleva el agua y el Miño la fama.
Cuenca hidrográfica
La cuenca hidrográfica del Sil, de forma triangular, queda delimitada, al norte, por la cordillera Cantábrica, al este por los Montes de León, al sur por el Macizo Central Orensano y al oeste por la cuenca del Miño. Abarca una superficie total de 7987 km².
En 2020 aparecieron en medios de comunicación unas imágenes en las que se tiraba un vagón de tren al río. renfe operadora reconoció su culpa y se comprometió a retirarlo.[4]