En 1787, gracias a la proliferación de escuelas de Náutica en los puertos peninsulares, se empieza a gestar la idea de una escuela en Gijón, de tal manera que en 1789 Francisco de Paula de Jovellanos, hermano del ilustrado local Gaspar Melchor de Jovellanos, solicita la construcción de una. En 1791 se presenta el plan de estudios del centro de parte de Gaspar Melchor; Matemáticas, Náutica, Mineralogía, Dibujo e Inglés o Francés, poniendo en evidencia el interés del autor en el desarrollo industrial y académico de Asturias. El instituto fue aprobado por Real Orden el 8 de mayo de 1793. De este modo el 7 de enero de 1794 se produce a la inauguración del Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía, en la Casa del Forno del barrio de Cimadevilla. En 1797 se inicia la construcción de una segunda sede, finalizada en 1807 aunque estuviera ocupada desde 1804.[1]
Frente a las carreras universitarias, el Instituto pretende formar especialistas con una base teórica, gentes capaces de explotar una mina o pilotar un barco con una buena preparación previa. Para él, la base del progreso económico es la instrucción y por medio de ella se logrará que Asturias y sus gentes puedan alcanzarlo.
La Universidad de Oviedo no sería la única traba del proyecto, la Inquisición prohibió libros y tratados sobre física y mineralogía de la biblioteca del Instituto hasta 1798. Además, Francisco y Gaspar de Jovellanos serían expulsados en 1801 a Bellver, Mallorca, suponiendo un revés en los primeros años del centro, que se pudo retomar al fin de la Guerra de la Independencia (1814).[2][1]
Aunque las enseñanzas del Instituto fueran técnicas y humanísticas, en 1863 incorpora dos cursos de educación secundaria y en 1868 se convierte en un Instituto de Segunda Enseñanza, abandonando paulatinamente la formación superior y profesional. Ejemplo de ello es la disgregación de la escuela de Náutica en 1913, suprimida en 1924 y refundada en la actualidad como Escuela de Marina Civil. En 1892 el Instituto se convierte en un instituto provincial y en 1901 fue declarado Instituto General y Técnico. En 1908 se incorporó al Estado.[4]
La nomenclatura de la institución varió con el tiempo:[4]
1820: Instituto Nacional;
1845: Escuela Especial;
1855: Escuela Elemental de Industrias;
1856: Escuela Profesional de Industrias;
1862: Escuela Especial de Náutica y Aplicación al Comercio y a la Industria;
Fue construido en dos periodos: Entre 1797 y 1807 bajo proyecto de Juan de Villanueva y una segunda expansión de 1887 a 1892, obra del arquitecto Ricardo Marcos Bausá, que añadió dos plantas al inmueble original.[6]
Durante la Guerra Civil el edificio sufre daños, por lo que es rehabilitado por el arquitecto municipal Fernández-Omaña en 1937.[7] La actividad docente, que desde 1932 se impartía en el Colegio de la Inmaculada, regresó al edificio hasta 1964, donde se traslada de manera definitiva al IES Jovellanos de la avenida de la Constitución.[4]