El fenómeno consiste en la salida de golpe de una gran cantidad de agua. Se trata de un hecho poco común que se da en muy pocas cuevas de origen kárstico.
En épocas de lluvias, o tras el deshielo de la nieve acumulada durante el invierno, se forman unas cascadas espectaculares, verdaderas explosiones de agua y luz, conocidas en la zona como el reventón o los Chorros del río Mundo.