Señorío de Huétor Tájar
El Señorío de Huétor Tájar fue un Señorío jurisdiccional creado en 1559 por el rey Felipe II de España a favor de Antonio de Luna y Valois, VI Señor de Fuentidueña. Su nombre hace referencia a la localidad granadina de Huétor Tájar.[1] HistoriaEl Señorío de Huétor Tájar fue creado en tiempos del monarca Felipe II. A causa de los onerosos gastos de su política exterior, el monarca se vio obligado a vender señoríos con todo lo que ello conllevaba: rentas, pechos, alcabalas, etc. Estos señoríos jurisdiccionales eran hereditarios.[2] Por ello, la infanta regente Juana de Austria, usando el poder dado por el Rey en Bruselas el 29 de abril de 1558 para ejecutar tal decisión, otorgó la carta de venta de Huétor Tájar firmada en Valladolid el 28 de junio de 1559, por la que hizo realidad el acuerdo de la hacienda real con Antonio de Luna y Valois, Señor de Fuentidueña, el 3 de septiembre de 1558. Por el acuerdo se vendieron por cinco mil ducados de oro:
De esta forma se configuró el señorío jurisdiccional de la villa de Huétor Tájar, que fue ejercido por Antonio de Luna y Enríquez de Almansa (I conde de Fuentidueña), y cuyo mayorazgo, pasó a los descendientes de Cristóbal Portocarrero Osorio y Luna, III conde de Montijo, por su matrimonio con Ana de Luna Enríquez, II condesa de Fuentidueña, hija y heredera del primero.[3] La historia local corrió pareja a la del Señorío hasta su desaparición. Durante las centurias XVI a la XVIII, las crónicas no registran sucesos de importancia relacionados con el ámbito nacional, tal vez porque los señores de Huétor, que pertenecían a una de las casas nobiliarias más poderosas de España, guardaron respeto a la Corona y se adaptaron a las distintas situaciones políticas. Los condes de Montijo y Fuentidueña fueron señores jurisdiccionales de Huétor hasta que los señoríos fueron abolidos el 6 de agosto de 1811 por las Cortes de Cádiz. Posteriormente fueron restablecidos temporalmente por Fernando VII, pero las leyes del 3 de mayo de 1823 y las de 23 y 26 de agosto de 1837 suprimieron para siempre la decrépita institución señorial. Sin embargo los señores de Montijo, a pesar de perder algunas de sus prebendas jurisdiccionales, siguieron manteniendo cierto control sobre la villa debido al control de impuestos como la alcabala, que eran cobrados por sus administradores, que no reparaban en esfuerzos para ejercer un poder coercitivo sobre los distintos organismos de poder del pueblo. Por ello se puede hablar de una continuación de facto del señorío.[4] Señores de Huétor Tájar
Historia de los Señores de Huétor Tájar
Árbol genealógico
Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos |