Una sonata para piano es un tipo de composición musical para piano solista, es decir, sin acompañamiento. Normalmente, las sonatas para piano son compuestas en tres o cuatro movimientos, aunque en ocasiones pueden estar formadas por un único movimiento o dos. El primer movimiento suele estar compuesto en forma de sonata.[1]
Aunque varios compositores habían compuesto obras para piano bajo el nombre de "sonata" fue sólo durante el Clasicismo, cuando el piano desplazó al clavecín y a la forma de sonata para alcanzar importancia como principio de la composición musical, que el término "sonata para piano" adquirió un significado definido y una forma característica.
Los tres compositores más destacados de este período fueron Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven y escribieron numerosas sonatas para piano, al igual que su coetáneo Franz Schubert. Las 32 sonatas de Beethoven, incluyendo las conocidas sonatas "La patética" y "Claro de Luna", son consideradas, a menudo, la cumbre en la composición de sonatas para piano.
Romanticismo
Durante el progreso del Romanticismo tras Beethoven y Schubert se continuaron componiendo sonatas para piano, pero en cantidades mucho menores, a la vez que la forma asumía un matiz un tanto más académico y competía con géneros menores mucho más compatibles con el estilo de composición romántica. La extensa "Sonata en si menor" con "cuatro movimientos en uno" de Franz Liszt recurre al concepto de la transformación temática introducido inicialmente por Schubert en su "Fantasía El Caminante" de 1822. Se han compuesto sonatas para piano a lo largo del siglo XIX y XX y hasta incluso en la actualidad. A pesar de las diferencias en sus formas, ellas mantienen la misma estructura que las sonatas del Clasicismo.