Tratado entre Santa Fe y el Cabildo de MontevideoEl Tratado de Alianza Ofensiva y Defensiva entre Santa Fe y el Cabildo de Montevideo fue un pacto firmado el 13 de marzo de 1823 entre el gobierno de Santa Fe y representantes del Cabildo de Montevideo,[1] en una alianza militar para enfrentar la invasión que sufría la Provincia Oriental por parte del Imperio de Brasil. Ante el panorama de la independencia de Brasil y los problemas entre las tropas de la Provincia Cisplatina, los habitantes de Montevideo se dirigieron a los gobiernos de Buenos Aires y Santa Fe para pedir ayuda y enfrentar al enemigo, siendo los enviados el teniente coronel Tomás de Iriarte y Domingo Cullen. Otra delegación fue enviada ante Simón Bolívar en Perú, pero este no contestó, y el gobernador bonaerense Martín Rodríguez rechazó el pedido.[2] No se les envió a las provincias de Corrientes y Entre Ríos ya que estaban ligados a Buenos Aires por el tratado del Cuadrilátero.[3] En Santa Fe, la delegación oriental, compuesta por Luis Eduardo Pérez, Román de Acha y Domingo Cullen, llegaron el 5 de marzo de 1823, y el 13 del mismo mes firmaban con el ministro santafesino Juan Francisco Seguí una alianza ofensiva-defensiva. La Provincia Invencible, bajo el mando del caudillo Estanislao López, representaba en 1823 la potencia militar más fuerte del Río de la Plata. Los artículos principales del documento son los siguientes:[4]
También contaba con ciertos artículos reservados, que no fueron públicos en su primera emisión:[3]
Estos artículos fueron ratificados por López al día siguiente. Cumpliendo con el artículo 2º, el caudillo dirigió a los gobiernos de Entre Ríos, Corrientes, Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero y otras provincias una circular el 21 de marzo de 1823 incitándolos a colaborar en la campaña, recibiendo la negativa de Bernardino Rivadavia, ministro del gobernador de Buenos Aires.[3] Solo Mendoza y Entre Ríos, del caudillo Mansilla, respondieron afirmativamente. Pero luego, al analizar la precaria situación de las fuerzas aliadas y la oposición de Buenos Aires, además de las frecuentes invasiones de los indígenas en el sur de Santa Fe y el compromiso con Buenos Aires para frenar los malones que azotaban la región, la expedición santafesina quedó en nada. Poco después la ciudad de Montevideo caería ante las tropas de Lecor.[2] Años después, en abril de 1825, se emprendía la cruzada de los Treinta y Tres Orientales, apoyada esta vez por la provincia de Buenos Aires, logrando liberar la provincia oriental.[2] Referencias
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