El valiato de Bosnia fue un valiato creado por el Imperio otomano en 1864, en sustitución del Eyalato de Bosnia (1520-1864), a raíz de la reforma administrativa de la década de 1860 que sustituyó los eyalatos por valiatos. Tenía su capital en Sarajevo y estaba ubicado en la parte occidental de la península de los Balcanes, en Europa, en la llamada "frontera militar", entre el Imperio Habsburgo y el Imperio Otomano, caracterizada durante siglos por las extremas tensiones étnicas, religiosas, culturales y geopolíticas.[1]
Su territorio abarcaba la totalidad de la actual Bosnia y Herzegovina. Limitaba con el Valiato de Kosovo hacia el sur. En el siglo XIX tenía, al parecer, 46 000 km².[2]
A finales de la década de 1860, el territorio debía de contar con alrededor de un millón trescientos mil habitantes.[4] Unos cuatrocientos mil de ellos eran musulmanes, y entre siete y diez mil formaban la casta terrateniente, compuesta tanto de eslavos islamizados como de turcos y otros elementos musulmanes.[4] Esta dominaba la provincia.[4] Otro medio millón de habitantes era ortodoxo y trabajaba fundamentalmente como aparcero en las haciendas de los terratenientes, aunque para entonces estaba apareciendo ya una pequeña clase comercial en las ciudades.[4] Otro cuarto de millón era católico y se concentraba en Herzegovina.[4]
Las reformas administrativas otomanas de la década anterior mejoraron la gestión de la provincia, pero en las ciudades, sin mejorar la suerte del campo.[4]
Rebelión y guerra regional
En 1875, la recaudación de impuestos tras un año de escasas cosechas desató una revuelta en Herzegovina, territorio montañoso y tribal, que pronto se extendió al resto del valiato y a otros territorios otomanos de la península como Bulgaria, Albania o Macedonia.[5] Católicos y ortodoxos se unieron a la rebelión, cada vez más política, mientras que el grueso de la población musulmana permaneció fiel al Gobierno.[6] Los vecinos principados de principado de Serbia y principado de Montenegro, también territorios otomanos, se alzaron contra el sultán y enviaron tropas a socorrer a los rebeldes en junio de 1876, pero fueron derrotados por el ejército otomano.[6] Rusia tuvo que intervenir en octubre para impedir la derrota total de los principados.[6] La revuelta se transformó en la guerra ruso-turca de 1877-1878, que cambió la distribución territorial de la península en las decisiones del congreso de las potencias que puso fin al conflicto, el Congreso de Berlín.[6]
↑ abGil Pecharromán, Julio (2010). «La crisis de Bosnia». Europa Centrooriental Contemporánea (siglos XIX y XX). Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia. ISBN978-84-362-6173-8.