Werner I (conde de Habsburgo)
Werner I (1030 - 1096), a veces llamado Werner el Piadoso,[1] fue un noble germánico que ejerció cargos en la Alta Alsacia y en la actual Suiza, incluyendo el castillo de Habsburgo, que había mandado a construir su padre Radbot de Habsburgo. Fue uno de los ascendientes de la Casa de Habsburgo, pero nunca usó el apellido «de Habsburgo».[1] Su madre, Ida de Lorena, era nieta de Hugo el Grande, conde de París y predecesor de la dinastía real francesa, y también nieta de Enrique I el Pajarero, primer rey de la dinastía sajona, que había restaurado el Sacro Imperio Romano Germánico; de ella heredó varias posesiones en Alsacia.[2] Su largo mandato de más de cuarenta años se caracterizó por la consolidación de la influencia de su familia en la actual Suiza: renunció a regir la abadía de Muri fundada por sus antepasados, pero con sus tierras formó un dominio judicial, asumiendo el cargo de Vogt de Muri, que daría gran influencia a sus sucesores; también organizó el Monasterio de St. Blasien, cerca del extremo sudoeste de la actual Alemania, transformando sus ermitaños en monjes.[3] Apoyó la política de Rodolfo de Rheinfelden, duque de Suabia, que pretendió hacerse coronar Emperador; pese al fracaso de éste, alcanzó mayor influencia en el Imperio. Falleció en 1096 dejando dos hijos: el mayor era Alberto, que quizá alcanzó a ejercer como conde de Sundgau y Vogt de Muri con el nombre de Alberto I, pero que parece haber fallecido el mismo año. El segundo era Otón II, que gobernaría las posesiones familiares durante 15 años y sería el primero en llamarse a sí mismo «conde de Habsburgo». Tuvo también una hija, Richenza, que se casaría con el conde de Lenzburg.[4] Referencias
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