Los territorios que comprendieron el «Reyno de Chile» fueron asignados originalmente en 1534 por el emperador Carlos I a las llamadas gobernaciones de Nueva Andalucía y Nueva León, que ocupaban los territorios entre el Pacífico y el Atlántico aproximadamente entre los paralelos 26ºS y 37ºS y entre el 37ºS y el 47ºS, respectivamente. Sin embargo, la arbitrariedad de estas divisiones pronto llevó a su desaparición, permaneciendo la denominación de «Chile», que posteriormente sería explorado por Diego de Almagro.
Tras la expedición de Pedro de Valdivia a Chile y la fundación de Santiago, se creó la llamada gobernación de Nueva Extremadura, nombre otorgado por Pedro de Valdivia a la zona en honor a su lugar de origen. Sin embargo, esta denominación se mantuvo por pocos años hasta la muerte de Jerónimo de Alderete, ocurrida en 1556.[1] De allí en adelante, el nombre de «Chile» predominó entre los hispanos para denominar a dichos territorios.[2]
Posteriormente, también llegaron a utilizarse otras denominaciones, no oficiales y menos extendidas, tales como «Flandes Indiano», que se remite a la dura resistencia del pueblo mapuche a las tropas conquistadoras y que evocaba la compleja Guerra de los Ochenta Años ocurrida en Flandes y que terminó con la independencia de los Países Bajos.
Desde la época de Felipe II, tanto en la documentación pública y privada como en las leyes de Indias, se usó comúnmente la denominación de «Reino de Chile» para referirse al territorio —«Reyno de Chile» utilizando la grafía de aquella época—.[2] Cabe mencionar que el término reino era de carácter geográfico y no necesariamente político, un concepto usual en dicha época y que puede verificarse con la denominación dada a los diversos «reinos» existentes dentro de la misma España peninsular, pese a que ya carecían de las autonomías existentes en los siglos anteriores. Otro término utilizado usualmente fue el de «provincias de Chile».
Mientras el término «Reino de Chile» era eminentemente geográfico, «Gobernación de Chile» era utilizado para definir el tipo de gobierno existente, de forma similar al de «Capitanía General de Chile», aunque este precisaba la autonomía especial existente para poder enfrentar conflictos militares, y se privilegió fundamentalmente a partir del siglo XVIII.