Afroamericano es el término que denomina a las personas nacidas en América en general, que tienen antepasados subsaharianos o del África negra. También suele emplearse el término de afrodescendientes, para evitar la confusión con la expresión en inglés Afroamerican, utilizada para referirse a la población del grupo residente en Estados Unidos, que es la traducción literal del término inglésAfrican American (en inglés suelen utilizarse las palabras America y American, como sinónimo de Estados Unidos y estadounidense, respectivamente). En español se utiliza este último significado para la expresión «población afroestadounidense».[nota 1]
La mayoría de la población afroamericana es descendiente de personas capturadas, esclavizadas y trasladadas del África subsahariana (la inmensa mayoría del golfo de Guinea) a América para trabajar fundamentalmente en las minas y plantaciones como esclavos, entre los siglos XVI y XIX (véase Comercio atlántico de esclavos). El inglés posee el sinónimo Black American (español: estadounidense negro).
Por su parte en los países de Chile,[28] Paraguay,[29] y El Salvador[30] las poblaciones afrodescendientes o afromestizas son sumamente escasas y se calcula que representan menos del 0,2 % del total de sus respectivas poblaciones.
Uso del término
Los afroamericanos son los ciudadanos americanos descendientes de africanos;[31] esto es, los ciudadanos de la Argentina al Canadá, todos los cuales son americanos,[32] y que al mismo tiempo tienen origen africano. El término se originó por los propios afrodescendientes en los Estados Unidos y poco a poco se fue extendiendo por otros territorios de todo el continente americano.
Los hispanohablantes en Estados Unidos y otros países de habla inglesa aplican el término afrodescendiente exclusivamente a ciudadanos estadounidenses con ancestros africanos.[cita requerida]
Historia de los afroamericanos
Millones de africanos fueron esclavizados y llevados a trabajar en las minas y plantaciones de América entre los siglos XVI y XIX. La razón de que fuesen africanos era que, aparte de que es un continente relativamente cercano (comparado con Asia, por ejemplo), en África ya existía un comercio de esclavos desarrollado por los árabes. Obviamente, era más fácil comprar esclavos en un mercado ya existente que crear uno nuevo.[33]
Otra motivación importante fue la adaptación del hombre negro al clima tropical, y en particular a las enfermedades tropicales. Lugares como Virginia, Haití o Brasil estaban plagados de malaria y fiebre amarilla traídas desde el África tropical. Generación tras generación, los africanos habían desarrollado cierta inmunidad, mientras que los blancos europeos morían en gran número.[33]
Después de Estados Unidos, fue Haití, país de población casi por completo afrodescendiente, la segunda colonia americana en lograr su independencia.
Incluso mucho tiempo después de abolirse la esclavitud, los prejuicios contra los negros no solo no cesaron sino que la discriminación racial se vio reforzada. Se popularizaron argumentos religiosos (como que los negros descendían de Cam, hijo de Noé, maldecido con la esclavitud) y biológicos (que la raza negra era menos inteligente y su sentido moral estaba menos desarrollado). Éstos y otros mitos racistas agravaron el estigma negro: que eran más violentos, perezosos, sucios, propagadores de enfermedades, etc. Se convirtió, a pesar del fin del esclavismo, en un círculo vicioso que, en opinión de Yuval Noah Harari resultó en un apartheid en todos los aspectos de la vida.[34]
En las colonias anglosajonas, estos términos no existen dando por definición al término exclusivo de negro o afrodescendiente, a todas aquellas personas con raíces africanas sin importar su mestizaje ni el color de su piel.
Los afroamericanos aún son objeto de discriminación en la mayor parte del continente. Según David de Ferranti, vicepresidente del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe, los afroamericanos tienen una menor expectativa de vida, mayor mortalidad infantil, mayor frecuencia de enfermedades y más generalizadas, mayores tasas de analfabetismo y menores ingresos que sus conciudadanos. Así, en Estados Unidos, constituyen más del 40 % de los prisioneros en el corredor de la muerte. Las mujeres, que también son objeto de discriminación de género, sufren peores condiciones de vida.
Con respecto a las enfermedades, los afroamericanos sufren con más incidencia patologías propias del mundo occidental como son la cardiopatía isquémica o el cáncer, sobre todo el cáncer de próstata, que la población residente en África y que incluso los blancos americanos.
Incluso en países como Brasil, con el 6,9 % de la población fenotípicamente "negro" y el 23,8 % de los fenotípicamente "mulato", tienden a la pobreza. Sin embargo, es importante señalar que en Brasil la categoría "pardo" se emplea para una persona "multirracial" o "mestiza", e incluye todos los mulatos, zambos y el resultado de su mestizaje con otros grupos (que no parezcan lo suficientemente subsaharianos o negros y no tengan suficiente apariencia de blanco), pero es independiente de la ascendencia africana, ya que parte de los brasileños blancos tienen al menos un antepasado africano reciente y/o un ancestro nativo americano, y entre los "pardos" también se incluye a los caboclos (descendientes de blancos y amerindios o mestizos).
Según diversos estudios, la principal contribución genética de los brasileños es europea (siempre por encima del 45 %, y para otros americanos llega a ser del 57 %) y los "pardos" poseen un grado intermedio de ascendencia africana en comparación con la media de los brasileños blancos y los afrobrasileños (los primeros en su mayoría con varios rasgos detectables de color debido a sus antepasados y los segundos con rasgos muy mezclados) y presentan una mayor contribución amerindia en zonas como la cuenca del Amazonas y una mayor contribución africana en las zonas de esclavitud histórica, como el sudeste de Brasil y las ciudades costeras del noreste, aunque ambas están presentes en todas las regiones, y que los rasgos físicos en muchos casos no se correlacionan con la ascendencia detectable.
El 4 de noviembre de 2008 el primer presidente estadounidense afrodescendiente, Barack Obama, ganó las elecciones presidenciales. Obama cumple con la definición de "derivado de la esclavitud" expuesta arriba no por su padre negro africano cuyos antecesores nunca fueron esclavos fuera de África, sino por la familia esclavista[35] de su madre blanca estadounidense, cuyo antecesor en 1647 fue condenado a esclavitud de por vida.[36]
↑Sí bien la Real Academia Española no reconoce la expresión "afroestadounidense", la definición de afroamericano aceptada es: "Dícese de los descendientes de los negros africanos llevados como esclavos a América, y de su arte y costumbres". Además de que la RAE misma no recomienda el uso de la palabra "americano-na" como sinónimo de estadounidense.[1] No obstante, la misma cuenta con la validez del uso.
Referencias
↑«Estados Unidos 4.». Diccionario panhispánico de dudas. Consultado el 24 de febrero de 2019. «Debe evitarse el empleo de americano para referirse exclusivamente a los habitantes de los Estados Unidos, uso abusivo que se explica por el hecho de que los estadounidenses utilizan a menudo el nombre abreviado América (en inglés, sin tilde) para referirse a su país. No debe olvidarse que América es el nombre de todo el continente y son americanos todos los que lo habitan».
↑ abcdeFrancisco Lizcano Fernández (mayo-agosto de 2005). «Composición Étnica de las Tres Áreas Culturales del Continente Americano al Comienzo del siglo XXI». Según esta obra publicada por el académico Francisco Lizcano Fernández de la Universidad Autónoma de México en 2005, la distribución de la población total o parcialmente afrodescendiente en los países de Cuba, Brasil, Colombia, Perú y Guatemala está distribuida de la siguiente manera: En Cuba 51 % de mulatos y 11 % de negros. En Brasil 37.3 % de mulatos y 8 % de negros. En Colombia 21 % de mulatos y 3 % de negros. En el Perú 9.7 % de mulatos. Y en Guatemala 0.5 % de garífunas.. Convergencia. Revista de Ciencias Sociales (México: Universidad Autónoma del Estado de México) 12 (38): 185-232. ISSN1405-1435.
↑YVAM Panamá - Afro-CaribeñosArchivado el 12 de noviembre de 2017 en Wayback Machine. Desde los primeros periodos afro-panameños han jugado un papel importante en la creación de la república. Algunos historiadores han estimado que hasta un 50 % de la población de Panamá tiene cierta ascendencia africana.
↑Día del Negro Según el X Censo de 2011, realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec), hay 334.437 habitantes costarricenses que al ser consultados sobre la etnia a la cual creen que pertenecen, escogen las categorías negro o mulato, es decir, afrodescendientes.
↑«El origen afro de la Argentina». Ministerio de Cultura de la Nación Argentina. 18 de julio de 2018. «Las organizaciones que nuclean a los africanos y afrodescendientes, estiman que en la República Argentina viven alrededor de 2 millones de personas de ese origen, a pesar de las últimas cifras oficiales -provenientes del Censo de 2010-, que indicaron que apenas 149.493 se reconocen afrodescendientes.»
↑Afroparaguayos condenados a no existir Hoy en día, gracias al censo informal realizado en 2007 por la Asociación Afroparaguaya Kamba Cué (AAPKC), sabemos que, al menos hay 8013 afrodescendientes —0,1 % de población— en el país. Concretamente, 422 personas en Kamba Cuá, 385 personas en Kamba Kokué y en Emboscada: 2686 en la zona urbana y 4524 en el área rural.
Teun A. Van Dijk (2009). Dominación étnica y racismo discursivo en España y América Latina. GEDISA. ISBN9788497844529.
Magdalena León (et al.) (1992). Género, clase y raza en América Latina: algunas aportaciones. Lola G. Luna (comp.). Barcelona: Universidad de Barcelona. ISBN9788476659595.