La socióloga e investigadora peruana Isabel Álvarez Novoa sostiene que el origen de este plato estaría en el manjar blanco europeo.[2] De hecho, el denominado Manjar Real del Perú, un postre tipo mazamorra hecho de almendras y gallina, era muy común en diversos recetarios del siglo XIX.[3][4][5] Según el periodista y gastrónomo Rodolfo Hinostroza, el origen del ají de gallina estaría en las migas del pastorespañol.[6][7] Por su parte, la investigadora culinaria Gloria Hinostroza afirma que se trataría de un mestizaje gastronómico entre las migas hispanas y el uchu andino, potaje que mezclaba diversos tipos de carnes –incluidas las aves– con ají.[8]
A este plato se le conoce como ají de gallina pero se prepara habitualmente con pulpa deshilachada de la pechuga del pollo, sobre todo en estos tiempos donde la industria avícola cría aves por dos meses y las comercializa inmediatamente para consumo humano, a diferencia de las aves de corral de pobladores con chacra que críen gallinas. Otras alternativas son reemplazar la gallina por atún, camarones o huevos.[1][12]
↑Perafan-Simmonds, Maria Stella; Maumont, Jean-Michel (1997-07). La cocina sudamericana. Susaeta. p. 52. ISBN9788430584017. Consultado el 23 de octubre de 2019.