En 2019 en la diócesis existían 231 parroquias agrupadas en 20 decanatos. Desde el punto de vista pastoral la diócesis está dividida en cinco vicariatos episcopales: cuatro de ellos corresponden a los cuatro cantones sobre los cuales la diócesis extiende su jurisdicción; el quinto vicariato tiene carácter personal y concierne a los fieles diocesanos de habla alemana.[2]
Historia
La diócesis de Lausana fue erigida en el siglo VI, tomando territorio del de las diócesis de Ginebra y de Basilea, ambas ya atestiguadas en el siglo IV; e incluía los territorios de la antigua civitas Helvetiorum romana.
La capital de la civitas era la ciudad de Avenches (Aventicum), pero los primeros obispos documentados en territorio suizo residían en Vindonissa, actual Windisch, ostentando el doble título de obispos de Avenches y Windisch. Bubulco, el primer obispo conocido en el concilio de Epaon en 517, se presentó como episcopus civitatis Vindoninsis. En el concilio de 535 Grammatius se firmó como episcopus ecclesiae Aventicae, mientras que en 541 y 549 como episcopus civitatis Vindonensium. San Mario, hacia fines del siglo VI, todavía se presenta como episcopus ecclesiae Aventicae, aunque él mismo parece haber colocado primero la residencia episcopal en Lausana, en donde fundó la iglesia principal y fue enterrado allí.
Esta documentación ha llevado a Besson y Duchesne[3] a concluir que, aunque capital de la civitas Helvetiorum, Avenches probablemente nunca tuvo obispos residentes, quizás porque la ciudad había sido destruida por los alamanes ya en 264; los obispos colocaron entonces su residencia primero en Windisch y luego en Lausana, conservando durante cierto tiempo el título de episcopi ecclesiae Aventicae.[4]
La civitas de los Elvezi formaba parte de la provincia romana de Maxima Sequanorum, como lo atestigua la Notitia Galliarum de principios del siglo V.[5] Con el establecimiento de la organización eclesiástica, la diócesis de Lausana pasó a formar parte de la provincia eclesiástica de la arquidiócesis de Besanzón, la antigua capital provincial. Simultáneamente con el traslado de la sede a Lausana, la diócesis cedió la parte centro-norte de la antigua civitas Helvetiorum para la formación de la diócesis de Constanza.
Hacia finales del siglo VI el cristianismo pudo extenderse y consolidarse gracias a la labor de los monjes misioneros irlandeses, entre ellos el abad Columbano fundador de la abadía de Luxeuil en 590, una de las más importantes y conocidas del Reino Franco y matriz de cientos de monasterios en todo el reino gracias a sus monjes, entre los que destaca Galo de Arbona.
A partir del siglo VIII la diócesis organizó sus propias estructuras. El catálogo episcopal más antiguo data del siglo X. Los obispos auxiliares están documentados desde 1299 hasta mediados del siglo XVI. La figura del vicario general aparece por primera vez a mediados del siglo XIV. La primera mención del cabildo de la catedral se remonta a un diploma de Ludovico Pío en 814; con el tiempo adquirió sus propios activos, de los cuales los más importantes fueron las posesiones de Dommartin, Essertines-sur-Yverdon, Saint-Prex, así como Crans-près-Céligny, que estaba en la diócesis de Ginebra. El capítulo de Lausana, que a menudo entraba en conflicto con su propio obispo, fue suprimido en 1536. En 1493 había 292 parroquias, divididas en 9 decanatos. Finalmente, la diócesis poseía un gran número de instituciones eclesiásticas como monasterios, abadías y colegiatas; antes de 1536 había 123.
En tiempos del obispo Landrich de Dornach (1160-1178) se inició la construcción de la catedral de Lausana, finalizada a mediados del siglo XIII. Fue consagrada y dedicada a la Santísima Virgen María el 20 de octubre de 1275 en presencia del papa Gregorio X y del emperador Rodolfo I de Habsburgo.
En la década de 1270 los obispos de Lausana también obtuvieron el título de príncipes.[6] Sin embargo, el territorio sobre el que ejercían su poder temporal era mucho más pequeño que aquel sobre el que ejercían su poder espiritual: incluía Lausana y en sus alrededores, Lavaux, Avenches, Lucens, Bulle, Riaz y La Roche. En 1536, con la conquista de Vaud por Berna, finalizó el poder temporal del príncipe-obispo de Lausana, que conservó sin embargo el título de príncipe del Imperio hasta 1803.
Con el advenimiento de la reforma protestante, el obispo de Lausana también perdió gran parte de su poder espiritual, reducido únicamente al cantón de Friburgo y algún otro territorio circundante. De las 292 parroquias registradas en 1493, la diócesis se había reducido a finales del siglo XVI a 95 parroquias católicas. La Contrarreforma permitió aumentar su número, que en 1665 era de 125 parroquias, distribuidas en 15 decanatos.
El propio obispo tuvo que abandonar Lausana, viviendo en el exilio durante varios años (en Saboya, Borgoña y Franco-Condado), antes de establecerse definitivamente en Friburgo a partir de 1663, siguiendo los acuerdos entre la Santa Sede y las autoridades cantonales, que sin embargo, no preveía el establecimiento de una nueva diócesis y, en consecuencia, ni siquiera la erección de una catedral en Friburgo.
Ningún obispo de Lausana participó jamás en el Concilio de Trento y sus decisiones se introdujeron tardíamente en la diócesis. Sólo en 1795, por ejemplo, se abrió un seminario mayor en Friburgo de acuerdo con las directivas del Concilio de Trento.
Tras la Revolución francesa y la bulaQui Christi Domini del papa Pío VII del 29 de noviembre de 1801, la diócesis de Lausana tuvo que ceder las parroquias que poseía en Franco Condado a la arquidiócesis de Besanzón, y las parroquias católicas en el cantón de Berna (cedidas en 1828 y en 1864) y en el cantón de Soleura la diócesis de Basilea. La diócesis dejó de ser sufragánea de Besanzón y quedó inmediatamente sujeta a la Santa Sede.[7]
En las primeras décadas del siglo XIX, algunas decisiones de Roma favorecieron a la diócesis de Lausana:
el 30 de septiembre de 1819 el papa Pío VII con el breveInter multiplices separó las parroquias católicas del cantón de Ginebra del territorio de la arquidiócesis de Chambéry y las unió a la de Lausana;[8]
el 30 de enero de 1821, con el breve Temporum vices del papa Pío VII, se concedió a los obispos de Lausana el título de obispos de Ginebra, y al mismo tiempo la diócesis tomó el nombre de diócesis de Lausana y Ginebra;[9]
nuevamente en 1821, la sede de Lausana adquirió más territorios en el cantón de Vaud, ubicado en la margen derecha del Aubonne.
Con la instauración del principio de la libertad religiosa, los fieles católicos pudieron instalarse en ciudades de mayoría protestante (Ginebra, Neuchâtel, Berna), hasta entonces cerradas a los católicos.
Durante el siglo XIX la diócesis también estuvo involucrada en la guerra del Sonderbund; en este contexto el obispo Etienne Marilley fue desterrado de la diócesis de 1848 a 1856 y tuvo que gobernar su propio rebaño desde el exilio de Divonne-les-Bains en Alta Saboya.
En 1864 Gaspard Mermillod fue nombrado obispo auxiliar de Lausana, con residencia en Ginebra y en 1873 fue nombrado vicario apostólico de la ciudad. Esto, que fue visto como un intento de restaurar la antigua sede de Ginebra, condujo a un enfrentamiento abierto entre Mermillod y las autoridades de Ginebra que convenció al Consejo Federal Suizo de expulsar a Mermillod. La paz volvió cuando Mermillod fue nombrado obispo de Lausana y Ginebra en 1883.
El 17 de octubre de 1924 la diócesis tomó su nombre actual en virtud de la bula Sollicitudo omnium del papa Pío XI. Sólo en esta ocasión se erigió la colegiata de San Nicolás de Friburgo como catedral diocesana con cabildo propio de canónigos: por primera vez después de 1536 la diócesis tenía catedral propia.[10] En 1968, gracias también al considerable aumento del número de católicos derivado de la inmigración italiana, española y portuguesa, se restableció la figura del obispo auxiliar.
En 2006 el obispo Bernard Genoud, por primera vez después de la reforma protestante, pudo celebrar una misa en la antigua catedral de Lausana, por invitación de la Iglesia Evangélica Reformada del cantón de Vaud.
Entre estos institutos está la Compañía de Santa Úrsula, fundada por la religiosa francesa Anne de Xainctonge, en 1585, en Dole, cuando esta localidad estaba bajo la jurisdicción de la diócesis de Lausana. Fue el obispo Jean Doroz, quien aprobó el instituto el 24 de enero de 1606.[19] También la Obra de San Pablo tiene su origen en esta diócesis, fue fundada en Friburgo, por Joseph Schorderet, el 8 de diciembre de 1873.
↑Después de san Mario el Chronicon episcoporum Lausannensium no revela más obispos hasta san Protasio. Esta laguna fue llenada por las autoridades posteriores con nombres de obispos absolutamente ignotos y no documentados históricamente: Magnerio, Eginolfo, Paolo, Hartmanno, Alessandro y Alfonso. Cfr. Gallia christiana, col. 329.
↑Electo en 878 o 879 con un adversario competidor, fue confirmato por el papa y consagrato tres años después.
↑Este obispo fue documentado por primera vez en 1134; ya que las crónicas de la época le asignan 14 años de episcopado, y siendo su sucesor elegido en 1145, se sigue que su episcopado comenzó hacia 1130, y que en consecuencia su antecesor murió hacia 1129.
↑Según Eubel (Hierarchia catholica, vol. I, p. 296, nota 1 di Losanna), Filippo, primicerio de la Iglesia de Metz, fue electo obispo de Lausana en competición con un anónimo (quizás Jean di Cossonay), cantor de la Iglesia de Lausana. Al final la Santa Sede confirmó la elección de Jean di Cossonay.