Fiestas galantes (poemario)
Fiestas galantes es una colección de poemas de Paul Verlaine publicada en 1869. Es la segunda colección firmada por el poeta, después de la publicación de Poemas saturnianos en 1866. Fiestas galantes se compone de 22 poemas de formas métricas variadas que representan escenas de seducción y juegos amorosos entre personajes salidos del mundo de la comedia del arte italiana y de un entorno rural idealizado. Génesis e historia editorialDespués de publicar Poemas saturnianos en 1866, Verlaine trabajó en varios proyectos al mismo tiempo y rápidamente se alejó de la estética del parnasianismo, a la cual parecía adherirse su primera colección, aunque sin ajustarse completamentea ella.[1] En 1867, bajo el seudónimo de Pablo-Maria de Herlânes, publicó el folleto Las amigas, presentado como una compilación de "escenas de amor sáficas", es decir, de amor lésbico, y que no publicaría con su nombre real sino hasta 1889 en Paralelamente.[2] Durante esa misma época, Verlaine compuso varios poemas que fueron publicados en revistas literarias, entre los cuales se encuentran algunos de los que posteriormente se compilarían en Fiestas galantes. A continuación, se enlistan algunas de estas primeras publicaciones de los poemas y sus títulos iniciales[3]:
El 20 de febrero de 1869, se terminaron de imprimir los 350 ejemplares de la primera edición de la colección completa. Fue editada por Alphonse Lemerre, pero estuvo a cargo de Verlaine, como sucedió con todas sus otras colecciones hasta Jadis et Naguère.[9] La colección se puso a la venta en marzo.[10] Posteriormente, en 1886 apareció una reedición de la colección que incluía algunas correcciones. Se imprimieron 600 ejemplares, de los cuales 100 estaban destinados al autor.[11] EstructuraFiestas galantes se compone de 22 poemas cortos escritos con metros breves y estrofas cortas:[12]
Recepción y críticaEl libro no tuvo casi ningún impacto tras su lanzamiento. Francis Magnard, el entonces director de Le Figaro, rechazó la colección en un artículo publicado el 25 de marzo del mismo año de la publicación de Fiestas galantes:
A continuación, Magnard cita el poema Las conchas, pero, por razones morales, censura el último verso con una línea punteada. El verso en cuestión contiene una alusión erótica: "Pero una [concha], entre todas, me encantó" ("Mais un, entre autres, me troubla").[14] La colección de poemas le valió a Verlaine una nota elogiosa de Victor Hugo el 16 de abril de 1869.[9] Théodore de Banville, cuya poesía influyó al poeta, mencionó la colección en el periódico Le National el 19 de abril de 1869:[15]
El escritor que más llamó la atención sobre la colección de poemas fue Arthur Rimbaud, quien la leyó en 1870 y habló de ella en una carta del 25 de agosto de 1970, dirigida a Georges Izambard, que dice:[9] El verso citado por Rimbaud es el tercero del poema En la gruta. Rimbaud habla inmediatamente después de La buena canción, otra colección de poemas de Verlaine que apreciaba igualmente.[17] A pesar de haber tenido una recepción discreta al principio, la opinión de los críticos cambió rápidamente y, a partir de la década de 1880, Fiestas galantes pasó a ser considerada una de las mejores colecciones de Verlaine, en la que su originalidad poética es mayor. En su libro Nos Poètes, publicado en 1888, Jules Tellier, un joven poeta amigo de Verlaine, vio en la colección de poemas la obra cumbre del poeta y así escribió:
En una primera impresión, la colección se presenta como una serie de fantasías a la manera de Watteau en las que Verlaine usa abundantes juegos prosódicos. Sin embargo, poco a poco, el sentimiento de fracaso y de vanidad de los juegos amorosos entre los pequeños marqueses y las Colombinas da color a la colección. Esto sucede desde el primero y hasta el último poema, Coloquio sentimental:
Fiestas galantes posee una unidad temática construida en gran medida a partir de las relaciones entre ideas recurrentes y efectos espaciales.[20] Los poemas no son simples imitaciones de las pinturas de Watteau, sino el resultado del descubrimiento que experimenta Verlaine de formas existentes que se ajustan a sus propias ideas. La estética de la colección se construye sobre las tensiones que existen entre los sentimientos intensos y los escenarios en los que se presentan.[20] Hallam Walker cree que el poeta tenía una “gran sensibilidad visual” con la cual pudo construir la vaguedad espacial que rodea a los poemas de la obra. Las imágenes visuales crean una sensación de fluidez en el espacio, el tiempo y el pensamiento. El uso de estas imágenes visuales y espaciales es fundamental para la creación de una musicalidad,[21] con la cual Verlaine añade una nueva dimensión poética a las composiciones.[20] A mediados del siglo XIX, París se convirtió en el centro del género literario del nocturno, como se observa en los poemas de los poetas como Baudelaire, Gautier, Corbière y Verlaine.[22] Las Fiestas galantes de Verlaine son nocturnas y este es uno de los rasgos que las distingue de las diurnas de Watteau, sin embargo, las fiestas galantes nocturnas también son tratadas por otros poetas como Rubén Darío y Valle-Inclán.[23] Para Leda Schiavo:
Influencia en la literatura española e hispanoamericanaEl simbolismo francés fue una importante antecedente para el modernismo español e hispanoamericano. Al respecto, José Cenizo Jiménez afirma que: “de las dos corrientes que indicábamos en el modernismo, la parnasiana (perfección formal) y la simbolista (sugerencia, vaguedad lírica), es la última la que tiene mayor aceptación en España”.[25] Específicamente, Verlaine fue uno de los poetas cuya obra influyó directamente al poeta nicaragüense Rubén Darío y, en gran medida, al poeta modernista español Manuel Machado.[26] Machado no solo retoma en su obra algunos de los rasgos formales de la poesía verlaineana (rima, metro), la intimidad y vaguedad, sino también sus temas. Como en Fiestas Galantes, Machado añade personajes de la Comedia del arte a sus composiciones.[26] En su poema Copo de nieve, por ejemplo, Machado menciona a Colombina y a Pierrot y, en Figulinas, a Watteau.[27] En la poesía de Darío también podemos encontrar personajes de la comedia del arte como Pierrot (El faisán) o Tirsis (Era un aire suave). Además, hay una clara influencia de la métrica del simbolismo francés en la métrica del modernismo.[28] Los versos alejandrinos “de trece sílabas” usados por los modernistas son producto de esta influencia. Además, en los poemas de Rubén Darío se pueden observar rasgos heredados del simbolismo y más precisamente de Verlaine, como lo son la alternancia entre versos de sílabas pares e impares, dislocación acentual, cesuras poco frecuentes, aliteraciones y encabalgamientos.[29] Fiestas galantes en la músicaEn el siglo XIX y XX, algunos compositores solían crear ciclos de canciones a partir de una selección de poemas de algún poeta en particular.[30] Claude Debussy fue uno de los compositores que utilizó la obra de Verlaine como inspiración. La poesía temprana del poeta es la que más atrajo a Debussy, lo cual se observa en que de los 17 poemas que tomó como inspiración, ocho pertenecen a Fiestas galantes (1869), seis a Romanzas sin palabras (1874) y tres a Sabiduría (1880).[31] En su Petite suite, Debussy incluye dos piezas que llevan títulos correspondientes a dos poemas de Fiestas galantes: Cortège y En bateau. De la misma manera, en el ciclo de canciones Fêtes galantes incluye 6 piezas con títulos del libro: En sourdine, Fantoches, Clair de lune, Les Ingénus, Le Faune y Colloque sentimental. Una de las piezas más populares de Debussy, Clair de lune (tercer movimiento de la Suite bergamasque) también fue inspirada por la misma colección.[31] Además de Debussy, Gabriel Fauré fue otro de los compositores que compuso música inspirada en la poesía de Verlaine. Escribió Mandoline (Mélodies de Venise) y, también como Debussy, una pieza titulada Clair de Lune (Masques et bergamasques).[32] La diferencia entre ambos compositores es que Fauré buscaba recuperar y extraer el sentido general del poema y su atmósfera, mientras que Debussy pretendía acompañar el poema con su música. De esta forma, la música de Debussy está más apegada a cada verso individualmente y se encarga de reforzar y explicar los sentimientos presentes en la obra.[32] Referencias
Bibliografía
Ediciones de Fiestas Galantes
Bibliografía adicional
Enlaces externos
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