Subdistrito fitogeográfico del talaEl subdistrito fitogeográfico del tala es una subvariante del distrito fitogeográfico del algarrobo, perteneciente a la provincia fitogeográfica del espinal. Incluye formaciones de bosques xeromórficos subclimáxicos dominados por una especie arbórea de modesta altura: el tala (Celtis ehrenbergiana). Para algunos autores merecería ser considerado como un Distrito propio, es decir: el distrito fitogeográfico del tala. Se lo encuentra en el este de la Argentina, en el sudeste de la provincia de Santa Fe, y el nordeste y este de Buenos Aires, hasta alcanzar las proximidades del océano Atlántico. SinonimiaPara algunos autores, el que no sea una especie del género Prosopis la que domine, incluso faltando dicho género en buena parte de la formación, amerita para que la misma sea tratada como un Distrito fitogeográfico propio dentro de la Provincia fitogeográfica del Espinal, y no un mero Subdistrito del Distrito fitogeográfico del Algarrobo. DistribuciónEste Subdistrito fitogeográfico se distribuye en el sudeste de la provincia de Santa Fe, y el nordeste y este de Buenos Aires, hasta terminar en las proximidades del mar Argentino del océano Atlántico en Mar del Plata,[1] y sobre las faldas del sistema de Tandilia, en las lomas que bordean a la laguna de los Padres. También se encuentran en pequeñas barrancas de bordes de lagunas y arroyos, en el interior provincial, formando así pequeños bosques en Brandsen, Chascomús, Monte, 25 de Mayo, etc. Según la clasificación de Ángel Lulio Cabrera, también cubriría los bosques de la margen opuesta del río Paraná, en el sur de Entre Ríos. Las altitudes van desde el nivel del mar hasta los 50 m s. n. m. Afinidades florísticasEste Distrito fitogeográfico guarda estrecha relación con la formación típica del Distrito fitogeográfico del Algarrobo y con el Distrito fitogeográfico del Ñandubay, ambos pertenecientes a la Provincia fitogeográfica del Espinal. ClimaLos tipos climáticos presentes en esta formación son, de norte a sur, pampeano subtropical hasta el partido de Zárate, desde allí hasta punta Piedras se presenta el subtropical marítimo, luego el pampeano marítimo en la zona de la bahía de Samborombón y la costa marítima, y finalmente marítimo cálido, en la región de Mar del Plata. Las mínimas absolutas rondan los -6 °C. Las lluvias se presentan se una época marcada, totalizando desde los 800 hasta los 1100 mm. CaracterísticasFisionómicamente se presenta como un bosque xeromórfico subclimáxico, bajo, de hasta 10 metros de altura, con especies dominantes con xeromorfia más o menos presente, de hojas reducidas, coriáceas, y hasta áfilas. Está integrado por árboles de forma achaparrada, con sotobosque de hiebas y arbustos, algunas enredaderas y epifitas. En todo el subdistrito el árbol más abundante es el tala (Celtis ehrenbergiana) el cual fue por mucho tiempo conocido como Celtis spinosa y luego como Celtis tala. Si bien crece en gran parte del continente americano, llegando incluso hasta el sur de los Estados Unidos, sólo en la Provincia de Buenos Aires es un árbol clave, dominando ampliamente el ecosistema en el que crece, a tal punto abunda que los mismos bosques son llamados talares. SubdivisionesEl subdistrito puede ser subdividido en dos secciones. Subdivisión fitogeográfica del Talar de barrancaEsta sección se distribuye desde las barrancas del Paraná en la boca del río Carcarañá, en el sudeste de la provincia de Santa Fe, continuando hacia el sur sobre las barrancas paranaenses y penetrando sobre ellas en el nordeste de Buenos Aires, y luego sobre las antiguas barrancas de la margen derecha del tramo superior del Río de la Plata, hasta que estas se extinguen en las barrancas de la margen izquierda del Riachuelo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en donde se está recreando este ecosistema en la reserva de Costanera Sur. Al presentarse a una menor latitud y por su mayor cercanía a los bosques continuos del Espinal, es por mucho la variante más biodiversa.
En los claros inalterados del bosque se presentan gramíneas: Stipa charruana, Stipa philippii, Stipa bavioensis, Melica macra, Bromus uruguayensis, Bromus unioloides, etc.
Subdivisión fitogeográfica del Talar de conchillaEsta formación señala la presencia de suelos profundos y sueltos, bien drenados, no inundables, frecuentemente sobre subsuelos arenosos o conchillíferos. Es el talar característico de las llanuras del este de Buenos Aires, creciendo en isletas boscosas de suelos más elevados rodeadas de pastizales inundables. Forma una franja que partiendo desde el Riachuelo y montada sobre lomadas altas con subsuelos toscosos, sobre cordones de médanos fósiles como en la zona de Monte Veloz, pero especialmente sobre los cordones de conchillas marinas del Plantense depositados en las últimas ingresiones marinas, los que se elevan sólo unos pocos metros por sobre la casi total horizontalidad de la llanura circundante. También se encuentran en pequeñas barrancas de bordes de lagunas y arroyos, en el interior provincial, formando así pequeños bosques en Brandsen, Chascomús, Monte, 25 de Mayo, etc. Finalmente, en su avance hacia el sur se extiende hasta las proximidades del mar Argentino del océano Atlántico en Mar del Plata, y sobre las faldas de las estribaciones australes del sistema orográfico de Tandilia, en las lomas que bordean a la laguna de los Padres. Esta sección también se presentaba en algunos pocos sectores al norte del Riachuelo, específicamente en la margen derecha del valle de inundación del Paraná en su desembocadura, en lomas conchíferas sobre bañados en la zona de Benavidez; estos bosques han sido totalmente transformados en urbanizaciones.
El talar se va empobreciendo en la medida que avanza hacia el sur. Algunas especies sólo se encuentran en el sector norte de la sección, hasta la zona de la boca del río Salado o de la bahía de Samborombón, por ejemplo el ombú (Phytolacca dioica), el espinillo (Acacia caven), etc.
ConservaciónEs poco lo que aún ha logrado permanecer en pie de este particular ecosistema, especialmente de la subdivisión septentrional. Primeramente fue la destrucción para transformarlos en carbón y leña en una zona naturalmente escasa en estos recursos; posteriormente la drástica reconversión a tierras agrícolas de los bosques próximos a las barrancas, quedando estos limitados sólo al mismo talud de ellas. Una tercera fase destructiva se presentó al ser esta sona la más poblada del país, por lo que muchos de los bosques terminaron convirtiéndose en barrios. Finalmente, el peor enemigo resultó ser la dañina invasión de especies arbóreas de origen exótico, las que han logrado desplazar a los elementos nativos en los escasos núcleos forestales remanentes. Bibliografía
Referencias
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