La rusticidad como condición de los pueblos y sus habitantes ("pueblerinos", "campesinos" o despectivamente, "paletos") frente a la "urbanidad" o condición de las ciudades y los suyos ("ciudadanos", "urbanos", "urbanitas"[5]), ha sido un tópico cultural y literario desde antiguo, y la diferenciación de las características objetivas y subjetivas de pueblos y ciudades ha sido tratada por diferentes ciencias sociales.
El éxodo rural consiguiente a las revoluciones industrial y urbana despobló muchos pueblos, quedando algunos como pueblos abandonados. La recuperación de la vida rural con otros supuestos sociológicos es característica del movimiento neorruralista.
Geografía y antropología
Los núcleos de población se clasifican en urbanos (ciudades) o rurales (pueblos) en función de rasgos objetivos o subjetivos.
Entre los rasgos objetivos que determinan la calificación de núcleo rural está en primer lugar la población. El número de habitantes que se considera límite entre los núcleos rurales y urbanos varía según cada país (entre 1000 y 20.000 habitantes)[6] El Instituto Nacional de Estadística español considera rurales las entidades singulares de población de menos de 2000 habitantes, urbanas las de más de 10 000 e intermedias las que se hallan entre una y otra cantidad[7] (en la mitad sur de la península ibérica -al igual que en el Mezzogiorno italiano- son habituales las agrociudades con decenas de miles de habitantes, y en la mitad norte localidades de importancia -incluso con el "título de ciudad", funciones administrativas como el partido judicial o la capitalidad de amplias comarcas- pero con muy escasa población[8]); en Alemania reciben la denominación de landstadt ("ciudad de campo") o zwergstadt ("ciudad enana") las ciudades de menos de 5000 habitantes.[9] Las dos localidades con menos habitantes de las que tienen en el Reino Unido la condición de ciudad (city) son Saint David's (1.797 hb.) y Saint Asaph[10] (3.491 hb.), ambas en Gales, mientras que la tercera, paradójicamente, es la City de Londres (7.185 hb.), el distrito financiero de Londres, que conserva su jurisdicción particular.[11] Adamstown (Islas Pitcairn), con 48 habitantes, sería la ciudad-capital menos poblada del mundo.[12]
Otro rasgo objetivo es la función principal, que, aparte de la residencial, debería teóricamente ser la ocupación en el sector primario, aunque este hecho ha dejado de ser común en buena parte de los núcleos rurales, que se han industrializado y terciarizado.
Entre los rasgos subjetivos están los referidos al modo de vida rural en contraposición al urbano, más difíciles de cuantificar y que tienen que ver más bien con pervivencias de la sociedad preindustrial que han quedado muy difuminados en la sociedad postindustrial, produciéndose incluso una inversión del tradicional éxodo rural para las actividades sujetas a la deslocalización y al teletrabajo. No obstante, aparte de cuestiones antropológicas, morales o incluso espirituales de difícil cuantificación (conservadurismo social, endogamia), otros rasgos sí son cuantificables: la altura de los edificios, la densidad de utilización la red de transporte, el tipo y rango de servicios ofrecidos a la población, etc.[13]
Tratamiento literario
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La valoración contraria tiene también lejanos ejemplos, como el desprecio con el que eran considerados los campesinos (y el temor a sus revueltas) en una adición a la liturgia eclesiástica medieval: A furia rusticorum libera nos, Domine.[17] Las sátiras contra el rústico eran manifestaciones de la mezcla de desprecio y desconfianza con que clérigos y nobles veían al siervo, reducido a un monstruo deforme, ignorante y violento, capaz de las mayores atrocidades, sobre todo cuando se agrupaba.[18] La misma expresión rústico, que significa habitante del campo, o de un pueblo, era equivalente a persona inculta y brutal (como más modernamente la expresión paleto, que se utiliza como insulto), o incluso a las cosas bastas y menos valiosas (por ejemplo, la edición en rústica de un libro). La identificación del villano (habitante de una villa) con una persona sin honor, tiene el mismo sentido. De hecho, no se concibe en el sistema feudal que un no privilegiado pueda tener honor, como se debate en dos obras maestras del teatro clásico español, ambientadas en sendos pueblos que se rebelan ante una injusticia: El Alcalde de Zalamea (Calderón de la Barca) y Fuenteovejuna (Lope de Vega).
↑"Pueblo - Del latín popŭlus." Particularmente la acepción 2: "Población de menor categoría." Real Academia Española. «pueblo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). "Poblado - (Del participio de poblar) - Población, ciudad, villa o lugar." Real Academia Española. «poblado». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).. "Poblar - Del latín popŭlus 'pueblo'" en sus dos primeras acepciones se define como "Fundar uno o más pueblos - Ocupar con gente un sitio para que habite o trabaje en él." Real Academia Española. «poblar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).. En cambio, entre las acepciones de "población" sólo recoge el DRAE: "Acción y efecto de poblar - Conjunto de personas que habitan en un determinado lugar - Conjunto de edificios y espacios de una ciudad - Conjunto de individuos de la misma especie que ocupan determinada área geográfica - Conjunto de los elementos sometidos a una evaluación estadística mediante muestreo." Real Academia Española. «población». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
↑Se define "aldea" precisamente como "pueblo de escaso vecindario y, por lo común, sin jurisdicción propia" Real Academia Española. «aldea». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).; mientras que "lugar", más ambiguamente, como "ciudad, villa o aldea" y como "población pequeña, menor que villa y mayor que aldea" (acepciones 3 y 4) Real Academia Española. «lugar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
↑Acepción 2 Real Academia Española. «villa». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
↑Real Academia Española. «urbanita». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
↑"Existe una gran disparidad de criterios y ... es imposible establecer un límite de carácter universal. Cloke y Park (1985) [Cloke, P. J. y Park, C. (1985): Rural resource management. Londres, Croom Helm.] realizan una minuciosa comparación de distintos países encontrando una gran disparidad que va desde los 1.000 a los 20.000 habitantes como umbral de lo urbano." (José Sancho Comíns y Daniel Reinoso Moreno, [La delimitación del ámbito rural: una cuestión clave en los programas de desarrollo rural], en Estudios Geográficos 273, julio-diciembre de 2012, pg. 603).
↑Entre las poblaciones españolas de ese orden de importancia, pero con menos de cuatro mil habitantes se encuentran: Mondoñedo (3.876), Olmedo (3.744), Molina de Aragón (3.468), Cistierna (3.351), Lerma (2.703), Vitigudino (2.700), Morella (2.575), Cervera de Pisuerga (2.442), Carrión de los Condes (2.177), Cenicero (2.176), Daroca (2.113), Salas de los Infantes (2.091), Piedrahíta (1.884), Villalpando (1.523), Puebla de Sanabria (1.484), Albarracín (1.049), Boltaña (981). Viella en 1970 no llegaba a los 2.000 habitantes, aunque actualmente ha duplicado su población. Los casos más extremos son "ciudades" que tienen en la actualidad menos de quinientos habitantes: Atienza (458), Pedraza (416), Frías (265). Mucho menos numerosos son los casos equivalentes en la mitad sur de España: Niebla (3.999), Alcaraz (1.529).
La escasa población de los núcleos de naturaleza urbana en el centro-norte peninsular se evidencia en las provincias cuya "segunda ciudad" tiene menos habitantes: Soria, Ávila y Segovia (Almazán, 5.795, Arévalo, 7.446 y Cuéllar, 9.044 habitantes, respectivamente), añadiéndose aquellas cuya "tercera ciudad" tiene menos de diez mil habitantes (aunque su "segunda ciudad" supere esa cantidad): Zamora, Teruel y Guadalajara (Toro, 9.325, Andorra, 8.000 y Sigüenza, 4.594 habitantes respectivamente). Basilio Calderón, Pequeñas ciudades en grandes territorios marginales, en Encuentro sobre pequeñas ciudades.
La Oda I, sin duda la más popular de las Odas de fray Luis, se conoce comúnmente por el nombre «Vida retirada», pero no es el único; otros manuscritos la titulan Vida solitaria, Canción a la vida solitaria, Vida del campo, y la llamada «Copia de Palacio» lleva por título Desprecio del mundo. Al recogimiento de Carlos V. No se sabe la fecha exacta de su composición, y se han propuesto varias. Adolphe Coster y Aubrey Bell la situaban en 1556-1557, coincidiendo con la abdicación de Carlos V y su retiro a Yuste. Se basaban en el citado manuscrito de Palacio. Por esos años fray Luis estudiaba en Alcalá, y algunos piensan que, tal vez impresionado por el acontecimiento del retiro del Emperador, escribió entonces una primera redacción de la Oda I. Pero ese supuesto no está probado, y otros críticos asignan fechas más tardías al poema.
¡Oh monte, oh fuente, oh río!,
¡Oh secreto seguro deleitoso! ...
Despiértenme las aves ...
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto, ...
tendido yo a la sombra esté cantando. ...
A mí una pobrecilla
mesa, de amable paz bien abastada
me baste; ...
Colgado de un barranco
duerme mi pueblo blanco,
bajo un cielo que a fuerza de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar.
Por sus callejas de polvo y piedra
por no pasar, ni pasó la guerra,
sólo el olvido
....
El sacristán ha visto hacerse viejo al cura,
el cura ha visto al cabo
y el cabo al sacristán,
y mi pueblo después vio morir a los tres,
y me pregunto por qué nacerá gente
si nacer o morir es indiferente.
... en Guipúzcoa... los pueblos "son de niebla bajo la madrugada", en verso de Juan Ramón Jiménez. Pío Baroja está asomado a un balcón ribeteado de liquen en Vera del Bidasoa. ... Pasajes de San Juan -una calle en la que hay casas echadas sobre el mar-, San Pedro, Ondárroa, Orio, Zumaya... Lequeitio..., Guetaria -encallada en una lengua de tierra-, Oñate, con su "mar enjaulado"... etc. (Un etcétera que coge de Pasajes a Vigo). Son pueblos que huelen a aire de mar (Unamuno), aceitados por la lluvia, caídos "como juegos de bolos" -tal los veía Darío de Regoyos- en las faldas de unos montes que dejan en el agua tonalidades untuosas, mágicas -verdes y azules de Echevarría-... Pueblos espejos, reflejados... San Vicente de la Barquera, en Santander, cabalga sobre el postrer espinazo de una sierra, "elevado cuchillo" (Cossío), "lomo de cocodrilo" (Galdós), enfangado en la marisma... Santillana... "apacible y silenciosa" la llama Cossío; "amable y castiza", Ricardo León... un Carmona montañés, tan distinto del Carmona del sur que no habrá pueblos con el mismo nombre que se parezcan menos. No olvidéis a Cosío, Castro Urdiales, Luanco...
... Elizondo, Artajona, Navarte [sic ¿Narvarte?], Goizueta, ... Urabayen decía de Ujué: "proporciona una fuerte impresión indefinible"... hacia Huesca pueblos sobrios, serios, austeros, viejísimos como Ansó y Escoaín [sic Gargantas de Escuaín ], del cual Briet escribía: "Parece destruido y ruinoso por la vejez" Cerca de Jaca, Agüero, aplastado por la montaña... Alquézar... Pueblos "berroqueños" (Waldo Frank); otros, casi fantasmales, como Maluenda o Monreal de Ariza... Zuera, ... y Daroca encerrada en el interior de una muralla prodigiosa... En Calatayud, en Cariñena, las cuevas... Están en acantilados terciarios en Arquetas [sic Arguedas ], Milagros [sic ¿Milagro?]. Valtierra, a lo mejor de dos pisos y escalera vaciada en terrenos de yeso. Cuevas impermeables, no hay en ellas "la menor humedad ni olor" (doctor Juaristi). En Aragón -Salillas del Jalón- presentan la variante de excavarse no la ladera, sino en el santo suelo, en la tierra llana, alojamientos más confortables -en opinión de Torres Balbás- a infinitas casas apelmazadas en callejuelas estrechas. ... en la Ribera de Navarra la vía de los "pueblos camuflados", de los "pueblos grises" que parecen brotar de la tierra: Lerín, Caparroso, después Fraga (Huesca) del mismo color del suelo. Pero donde este mimetismo alcanza valoraciones inusitadas es en Castilla. Pueblos de mampuesto y adobe, que se "ahíncan en la tierra" (Lafuente Ferrari)... Pueblos "de casas rojizas" «de pan tostado» (Gautier); pueblos de León, de la Tierra de Campos -Aguilar, Monzón-, de tintes amarillos, hechos de barro, batidos por el viento. Andorzino [sic, ¿Ardoncino?], el primer pueblo de los tapiales, con sus cuevas bodegas hundidas en el barro. ... [los de Asturias] "pueblos canoros", las sedosas «afelpadas praderas» (Pérez de Ayala), los valles como "copas" en las cuales se vierte la bruma azulada (Ortega), una hierba "lavada" y unos ríos que «jabonan y pulen». Los "pueblos vaqueiros" [ vaqueiros de alzada ], "pueblos frescos" -Cabal-, Villarín [en el Nomenclátor del INE hay nueve localidades con ese nombre, todas en Asturias], Endriza [sic ¿Endriga?]. En los Picos de Europa, Bulnes en un punto increíble. Pueblos zambullidos entre nubes, como Tineo. En la costa, Caudillero, Villaviciosa... Y ya tenemos el hórreo, los pazos de granito -"la madera de Galicia" (Torres Balbás)- sumergidos en un océano de verdes. Escribía Fernández Flórez que Galicia consumía la tercera parte de la producción total de verde)... "Una extraña impresión de ciudad funeraria", anota Ortiz Echagüe... Rianjo, la villa de los escudos; Redondela, la ciudad de los viaductos; Tuy, dormida. En Monjía (Mugía [sic, Muxia]) -contaba un dominico de Sevilla, a fines del XVI- con la marea quedaban esculpidas en las rocas unas cruces tan perfectas como hechas a mano; cuando tornaba la marea las deshacía. En el Arenal de Coiro, según Castroviejo -en la playa "d'as Areas gordas"-, preparaban las brujas sus "aquelarres". ... "Los pueblos verticales" Igual que a Ávila, a Madrigal de las Altas Torres (¡cuántas torres en España! Medina de las Torres, Valencia de las Torres, [provincia de] Badajoz, y Écija que debería llamarse de las Torres...) la encierra un anillo de muralla dorada. En Segovia, en Cuéllar cuelgan las casas sobre los muros, Íscar..., Sepúlveda y sus casas mordisqueando la ladera, "como cabras", caserío que es un "decorado para representar los dramas de don Pedro Calderón de la Barca" -escribía Cela-. Walter Starkie... apuntaba en su block: "las torres de las iglesias de Sepúlveda salían de los techos de las casas". Y, luego,... los tristes pueblos que se desinflan: Pedraza... Turégano... Buitrago, color de arcilla, y unas murallas carcomidas, agujeradas «como el corcho podrido» -Solana- ... y los pueblos escalonados, en graderío, "verticales" (M. V. Luque) de Teruel, Albarracín, telón a bocajarro; Valderrobles, anfiteatro calcinado... hasta Castielfabib, en Valencia. ... Brihuega, envuelta en "un color gris azulado, como de humo de cigarro puro" (Cela); Viana de Mondéjar, de oro viejo; Zorita de los Canes "echada a la sombra" del castillo, ... Maqueda, Ontígola, en Toledo -las cuevas, otra vez-, y ya en La Mancha, La Guardia y Tomelloso, viviendas subterráneas con cuadras y bodegas ... Iznalloz, Iznajar, Diezma, para Davillier, era un "nido de águilas quemado por el sol"... en las Alpujarras "se columpian en las montañas más altas de la Península sobre hamacas de deliciosos castañares" (García Gómez). Pueblos superpuestos -Mecina Alhajar [sic Mecina Alfahar ] es el piso bajo de Nechite-; pueblos altísimos, como Murtas, a los que se llegaba por encima de las chimeneas, y pueblos bajos, Albiñol [sic Albuñol ], a los que se entra subiendo, comenta Alarcón; pueblos en los que se entra en una casa por el tejado de la otra, y terrados tapizados de "launa" bajo la nieve; azoteas sin antepechos en las que bailan entre las chimeneas los vecinos de las casas de arriba (Torres Balbás). Esto pasa en Trevélez, el pueblo más alto de España -a media legua del Mulhacén- "donde se oye a los querubines cantar" ... Guadix -"topera gitana" (Pemán) -en taludes de arcilla blandísima, endurecida luego, al aire, a tal punto de no poderla hincar una navaja. A "these troglodytes" (Gerald Brenan) sólo se les descubre por las chimeneas, rematadas, afuera, a lo mejor por media tinaja. ...Cullar de Baza... Burullena [sic Purullena ]; Benalúa, algunas [cuevas] de tres pisos y tan sólo fuera de la tierra -hace cuarenta años- la iglesia, la posada y la casa del conde... El Raposo [hay dos localidades con ese nombre en el Nomenclátor del INE, ambas de la provincia de Badajoz], Granada, etc. Tras de estas colmenas humanas -"domicilia cavernosa" la llamaba Braun y Hogenberg, 1599- ... Vera -la fachada encalada en conglomerados rojos; Alpera. Por doquier "un runruneo denso y sordo de multitud enterrada" (Jean Sermet)... Sorbas, un picacho cuajado de casas "que asusta verlo desde la carretera" (Sinesio Delgado) ... Castellar, un pueblo dentro de un castillo. ... Utrera, "un mostachón blanco en una batea verde" (Fernán Caballero); ... Niebla (Huelva) roja como una cereza aplastada ... En realidad, en Andalucía, todos los pueblos son distintos, variaciones en sólo unos kilómetros de distancia, que no encontraréis en ninguna otra ruta de España, ni de Europa (Díez del Corral) ... aquellos pueblos de la ribera del Júcar -Valdeganga, Jorquera, Alcalá, Ues [sic, Ves, Casas de Ves, Villa de Ves, Balsa de Ves ]- tan a la orilla escarpadísima y peligrosa, que Fernán Caballero, en el XIX, escribe que algunos, por su situación, "se han mandado abandonar por el Consejo de Castilla"... Alcalalí "pequeñito y agudo como un esquilón" (Joan Miró) ... los de la Ribera Alta "flotando en los lagos de esmeralda de los huertos (Blasco Ibáñez), Alcira, "en un color mate de hueso"... Caldetas y su "Cafarnaum arquitectónico" (Josep Pla) ... El Ampurdán con sus casas de tejados "color de albaricoque", "curvas dulces, largas, suaves de las colinas extasiadas" (Pla)... Castellfullit de la Roca... En el Pirineo catalán, las viviendas escalonadas para recibir el sol: Valcebollera [sic ¿Valcebollère, en la vertiente francesa?], o , por el contrario Lles -el negativo de Alcantarilla- donde las casas antiguas apenas si tienen ventanas. .... Pueblos, finalmente, mallorquines, Sóller, entre "borbotones de verde"; Establiments, "anegado en un mar de espuma vegetal" (Pla)... Santa Eulalia -nube de nieve- en Ibiza. De las Islas Canarias, en Las Palmas, Artenara -cuevas suspendidas en el abismo- y Tejeda, en trance de despeñarse, "un pueblo que se mueve". "Si se mira hacia arriba creeremos que trepa, se agarra y sostiene; si se mira hacia abajo parece resbalar" (Guillén Peraza)...